Hacia un liberalismo progresista y solidario

El tiempo, el dinero y las aspiraciones políticas

Por: Filiberto Guevara Juárez.

El factor tiempo en nuestra vida es muy relativo en cuanto a su percepción. Cuando se es joven, se puede percibir que se tiene muchísimo tiempo, para poder invertirlo en crear nuestro futuro, o aún para derrocharlo en frivolidades de nuestra vida. Ni se piensa siquiera en la muerte. El joven tiende a creerse inmortal. El tener la percepción de que disponemos de mucho tiempo para vivir, siempre será falsa, porque la única condición para morirnos es estar vivo. Esto se cumple en todas las edades de nuestra existencia, sin lugar a dudas. Quizás, por eso, el poeta mexicano Manuel Gutiérrez Nájera, en su poema, «Para entonces», exclamó: ..Quiero morir cuando decline el día, en alta mar y con la cara al cielo, donde parezca un sueño la agonía, y el alma, un ave que remonta el vuelo. No escuchar en los últimos instantes, ya con el cielo y con el mar a solas, más voces ni plegarias sollozantes que el majestuoso tumbo de las olas. Morir cuando la luz, triste, retira sus áureas redes de la onda verde, y ser como ese sol que lento expira: algo muy luminoso que se pierde. Morir, y joven: antes que destruya el tiempo aleve la gentil corona; cuando la vida dice aún: soy tuya, aunque sepamos bien que nos traiciona… . Así pues, ninguna persona podrá estar completamente segura al cien por ciento, que dispondrá de mucho tiempo de vida, para ver hecho realidad su sueño de alcanzar el poder en política.

Así que, teniendo plena conciencia de ello, analicemos bien, el título del presente artículo de opinión pública: El tiempo, el dinero y las aspiraciones políticas. El asunto es que, para que una persona pueda dedicarse a obtener un objetivo político personal de gran envergadura, como llegar a presidir un poder del Estado, o cualquier cargo de mucha relevancia de poder político, deberá invertir tiempo valioso de su vida, y dinero. El dinero, siempre será relativamente poco, y el tiempo de vida, nunca estará garantizado plenamente. Siempre nos hará falta tiempo, para dedicarlo a nosotros mismos o a nuestros seres queridos, sin lugar a dudas.

Debido a que el factor dinero, es muy importante, para lograr el objetivo político de alcanzar la presidencia de la República en Honduras; algunos precandidatos presidenciales, están dispuestos a aceptar dinero sucio proveniente de la narcoactividad, que es la causante de tantas muertes e inseguridad ciudadana en nuestro país. Ese dinero manchado de sangre, hasta puede poner en peligro la vida de ellos, o de algunos de sus seres queridos, y en el menor de los casos, perder su valiosa libertad, como ya le pasó  al ex-presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, actualmente condenado a 45 años de prisión, en una cárcel de Nueva York en EE.UU. Lo mismo le ha pasado y les podrá pasar a políticos de diversos partidos políticos de nuestro país.

Dependiendo de cada persona, sus aspiraciones políticas, pueden ser mayores o menores. Puede ser, que alguien aspire a ser presidente de la República o de un poder del Estado, diputado al Congreso Nacional, alcalde de un municipio importante, o ser funcionario público, con mucha influencia política…etc. A mayor aspiración política, mayor inversión de tiempo de vida y dinero, sin lugar a dudas. El caso es, que el refrán popular reza una verdad incuestionable: «muchos son los diablos y muy poca el agua bendita», porque esa es la verdad, y no otra.

Así pues, cada aspirante a un cargo de elección popular en cualquier parte del mundo, deberá poner los pies en la tierra, y preguntarse seriamente, si quiere sacrificar tiempo valioso de su vida, y dinero de sus ahorros, de esfuerzo y trabajo de toda su vida, para arriesgarlo en una aspiración política.

El asunto es que, todos los que tienen una aspiración política, tienen tendencia a sobrevalorarse en cuanto a su posibilidad de alcanzar su objetivo. A esto, contribuyen los aduladores o áulicos que rodean a cada candidato a un cargo de elección popular. Es hasta difícil, que alguien que aspire a un cargo de elección popular, quiera escuchar, las palabras de personas, que le digan: «es muy difícil, que logres tu objetivo». Cuando alguien bien intencionado se acerca a un aspirante a cargo de elección popular, y le dice, lo que sinceramente piensa de ello, se cae en lo que el gran escritor y premio Nobel de literatura  Albert Camus, planteó: «La locura de la sinceridad.». Así que, cada aspirante a un cargo de elección popular, de mayor o menor rango, tendrá que afrontar su propia realidad, y preguntarse a sí mismo con sinceridad: ¿podré alcanzar mi objetivo?

Por lo tanto, el factor tiempo en nuestra vida, y el factor dinero disponible, para una aspiración política mayor o menor, siempre serán factores muy importantes a tomar en cuenta, en cualquier aspiración política personal.

San Pedro Sula, 2 de septiembre de 2024.

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