Por: Filiberto Guevara Juárez
La pandemia COVID-19 y el asunto de la vacuna anti- COVID-19, ha generado a nivel mundial, una especie de » apartheid sanitario «, es decir, una segregación en materia de salud entre los países pobres y los ricos. En dicho sentido, los países ricos, a través de sus respectivos gobiernos, se han apresurado a comprar por encargo, el mayor número de dosis de vacunas de la mejor calidad: la de Pfizer, Moderna, y últimamente, la Sputnik V.
Se sabe, que los países ricos compraron por adelantado, 12,500 millones de dosis, dejando solamente la opción de 2,000 millones de dosis, para el resto de los países, para ser distribuidos gratuitamente a través del mecanismo Covax creado para tal efecto, por la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluyendo a los países de Latinoamérica. Se sabe también, que Canadá, tiene dosis de vacuna para vacunar cinco veces a su población, EE. UU., cuatro veces, Europa, tres veces.
Pero, el campeonísimo en el » apartheid sanitario», ha sido Israel, porque el Primer Ministro Netanyahu, «al darse cuenta de la efectividad del antígeno de la vacuna de Pfizer, se puso rápidamente en contacto con el presidente ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, para adquirir lo más pronto posible el mayor número de dosis, para vacunar a nueve millones de sus habitantes, convirtiéndose actualmente, en el primer país del mundo, en vacunar con dos dosis, a prácticamente, a toda su población, a excepción de lo que no han querido vacunarse por su creencia en las absurdas teorías conspirativas, no obstante, para obligarlos de cierta manera, han recurrido muy inteligentemente a emitir un «pasaporte verde de tipo social», que limita a esas personas a interactuar socialmente. No es de dudar, que dicha medida se adoptará a nivel internacional, en lo interno y para poder viajar al extranjero, en lo futuro.
Como en la naturaleza, existe el principio obligado, que nadie puede consumir más de lo que necesita, esos países ricos, se verán obligados a compartir sus vacunas compradas, con el resto de la población mundial, porque no podrán coexistir en el mundo en una especie de “burbuja”. Así pues, esa especie de » apartheid sanitario » probablemente sea transitorio.
En lo referente a la vacunación “VIP”, internacionalmente ha trascendido la noticia que, “la fiscalía de Argentina realiza allanamientos tras escándalo bautizado como «Vacunación VIP», donde el gobierno Kirchnerista de Alberto Fernández, destinó 3,200 dosis para inmunizar a círculos políticos afines a la presidencia. Ya rodó la cabeza del secretario de salud.”.
También ha trascendido internacionalmente la noticia, que al menos 487 personas en Perú, entre los que se encuentra el expresidente Martín Vizcarra, varios miembros de su gabinete y también funcionarios del actual gobierno de Francisco Sagasti, fueron vacunadas de forma que se sospecha irregular, a finales del año 2020. Dicho escandalo ha sido bautizado por la prensa peruana, como “vacunagate en Perú”.
Lo triste, es que gobiernos irresponsables y negligente como el nuestro, no hayan atendido a tiempo y diligentemente ese delicado asunto de salud pública, ateniéndose al mecanismo Covax, de la OMS y la Organización Panamericana de salud (OPS). Contrariamente, hasta el resto de los países de Centroamérica, han mostrado una mayor competencia administrativa y responsabilidad al gestionar la compra o adquisición de dichas vacunas.
El gobierno hondureño prefiere gastar innecesariamente el dinero de nuestros impuestos en una propaganda masiva, para hacer creer a la mayoría de la población, que está haciendo bien las cosas, porque lo que le interesa es engañar a la gente, para que le dé el voto a los próximos candidatos del partido de gobierno, que aspiran a cargos de elección popular en las próximas elecciones generales, para de esa manera, perpetuarse en el poder, que tanto necesita desesperadamente su gobernante Juan Hernández, para no ser extraditado a EEUU, ante una eventual acusación en su contra por haber ayudado a introducir droga a gran escala a ese país. En esto, lo acompañan principalmente, sus socios de partido de gobierno, que también se encuentran en problema con tan delicado asunto legal.
Pretender hacer de la mentira, una estrategia de gobierno en cualquier parte del mundo es un craso error, porque la mentira cuando afecta a los intereses de los habitantes de una nación acarrea muy malas consecuencias, si no, miremos lo que sucedió recientemente en el Capitolio, donde el expresidente Trump, en EE. UU., generó ese problema, por dedicarse a mentir descaradamente, apoyándose en absurdas teorías conspirativas.
Cuando un gobernante y su grupo anteponen sus intereses personales a los de la nación, las consecuencias son desastrosas, de ello no queda la menor duda.
Quizás con eso del » apartheid sanitario “, en relación con las vacunas anti- COVID-19, algunos gobernantes del mundo hayan actuado en forma muy egoísta en función de sus gobernados. Sin embargo, a lo que no tiene derecho un gobernante como el nuestro, es actuar irresponsable y egoístamente, en el manejo de los exiguos recursos económicos del Estado, para sus fines personales y de su grupo en particular.
San Pedro Sula, 22 de febrero, de 2021.
3 respuestas
Y los comunistas de libre utilizan la campaña de odio hacia el partido nacional para ganar y una cosa es que los que trabajen junto con el presidente hagan la corrupcion no debemos juzgar a los demas y menos sin pruebas pero los humanos nos encanta juzgar pero no que nos juzgen yo pienso que es mejor ni estar a favor ni encontra y Dios amo a todos al presidente a nosotros porque Dios nos creo y las personas tienen derecho a defenderse y tambie en nuestro pais no hay dictaduria eso lo traera el libre si lo permitimos y es peor porque se iran las empresas de estados unidos corea del sur y otros porque el comunismo es veneno el capitalismo es mejor
Israel no ha vacunado a todos. Ha discriminado a los palestinos.
Francamente nunca en la Historia de HONDURAS se habia tenido un PRESIDENTE TAN CORRUPTO COMO JOH