Economista Julio Raudales presenta el libro ¿Qué Hacer?

Foto portada: Foto: Jorge Burgos/Criterio.hn

Tegucigalpa.- El economista y actual rector de la Universidad José Cecilio del Valle presentó el libro ¿Qué Hacer? más allá del Estado y el mercado una alternativa para construir la sociedad que queremos.

En la presentación Raudales señaló que lo que busca con el libro es hacer un llamado a la reflexión y al cambio. “Lo que intento con este llamado es que sirva de enlace para que ese descontento que se expresa ahora en la sociedad, al escuchar la radio o al leer las redes sociales, la población asuma su papel de demandar al estado que haga el bien para la ciudadanía y que la población entienda que

Este libro intenta hacer una propuesta que sirva de enlace entre ese descontento que día a día escuchamos en la radio o leemos en las redes sociales y lo que pueden hacer quienes han asumido la responsabilidad de generar los incentivos sociales que permitan a la ciudadanía alcanzar por sí misma sus grandes objetivos, acotó el escritor de la obra.

La primera parte del libro intenta situar al lector: ¿Dónde estamos? Es una pregunta obligada si se desea entender con claridad de lo sucedido desde que comenzamos a llamarnos Honduras. Intenta describir el desfile de tropelías y desaguisados mediante el cual, caudillos militares, políticos sin compromiso y personajes ligados a intereses foráneos han atropellado cualquier posibilidad de construcción republicana y sobre todo la generación de un Estado consciente de sus identidades.

Aunque estas carencias están presentes en el imaginario colectivo de todas y todos, sería un grave error y una absurda contradicción que estas páginas pretendan indicar de forma taxativa que es lo que la gente desea. Honduras es un país diverso y en esa diversidad de aspiraciones está su riqueza.

La idea fundamental de esta propuesta es definir algunos criterios que permitan elaborar lineamientos para que la gente decida de manera más fácil sus objetivos: hacer un correcto mapeo de actores que mejore la participación y definir una estrategia comunicativa que acelere el flujo de información hacia la ciudadanía.

La tercera parte del libro intenta contestar una pregunta que se han planteado durante siglos muchas personas, entre ellos el narrador ruso Nikolai Chernishevsky, quien tituló así una de sus novelas: “¿Qué hacer? Toma el riesgo”, la pregunta plantea un llamado imperativo a la acción. En esa dirección apuntan las propuestas que aquí se plantean, no a partir de las exigencias inmediatas, sino con los requerimientos de las próximas generaciones en mente.

¿Qué hacer? Al formular la pregunta nos proponemos exponer un problema. No se trata, claro está, de plantear como verdades incontrovertibles las alternativas que aquí se proponen, sino de abrir vías de investigación y análisis.

La intención es que el lector identifique los problemas y al hacerlo, contraste lo que aquí se plantea con la información de la que dispone, para que al final, someta las respuestas a la prueba de su propio razonamiento, solo así podrá fundar su propio juicio, tal y como propone el historiador John Womak Jr, manifestó Raudales a Criterio.hn

Este libro se postula, entonces, como un llamado a reflexionar y actuar, hay que leerlo y entenderlo como un trabajo en proceso. Su contenido debe tomarse como ejercicio más que como una tesis concluyente.

Al escribirlo, dijo Raudales, he tenido presente las palabras que Antonio Gramsci escribió para presentar uno de sus llamados recurrentes a fundar un nuevo orden: “…Es una invitación a los mejores y lo más conscientes a reflexionar sobre el problema, para que cada uno desde su esfera de competencia, empiece a colaborar en la solución […] Quién de manera genuina aspira a un fin, tiene también que aspirar a conseguir los medios”

En ese mismo ánimo, esta obra invita a dialogar y también a trabajar de manera colectiva, a todos aquellos que estén dispuestos a pensar y actuar, en busca de medios que les permitan construir un entorno soberano más justo para nosotros y las generaciones venideras, concluyó.