Por: Juventud de Libre*
Desde pequeños/as se nos dijo que nosotros y nosotras éramos el futuro de este país, que no debíamos destruir los bosques, que debíamos cuidar el agua y los ríos, que ser ecológico era algo “cool”.
Mientras tanto, los mismos de siempre con sus industrias del despojo y muerte se apropiaban de nuestro futuro, cortaban nuestros bosques, privatizaban el agua y asesinaban a nuestros compañeros y compañeras.
Esta es la historia de nuestra Janette Kawas, de nuestro Carlos Luna López, de nuestra querida Bertita, una historia de Amor. Las últimas actitudes hostiles con las que el régimen nacionalista pretende acallar al pueblo y desafiar la verdad, nos obligan a asumir una posición contundente junto a quienes defienden la vida y resisten la muerte y desprecio de un modelo hecho para unos pocos, llamado neoliberalismo.
Esta historia no inició ayer ni terminará mañana; sin embargo, el último informe de la Organización Global Witness ha revelado los vínculos —desde hace mucho tiempo señalados de enemigos de los enemigos del pueblo, quienes además de saquear nuestros recursos naturales, persiguen y asesinan a defensores del medio ambiente y a desalojan pueblos originarios de sus territorios.
Esa actitud de atropello, desde el Estado de las élites y la corrupción, constituye una grave falta a la identidad nacional y el amor a nuestro territorio. Esto además refleja la necesidad que cada uno de nosotros y nosotras asumamos la construcción de un poder soberano residido en el pueblo y que se expresa en una Asamblea Nacional Constituyente popular y originaria, como lo hemos planteado desde el proyecto de refundación nacional para Honduras en la resistencia popular y el Partido Libertad y Refundación LIBRE.
Los y las jóvenes LIBRES declaramos y trabajamos por la inviolabilidad de los territorios pertenecientes a los pueblos originarios, cualquier inversión en los mismos debe ser consensuada, nunca una imposición.
El desarrollo es en proceso de construcción junto al pueblo, no una edificación que se ordena mediante decreto Los pueblos indígenas originarios son la base de nuestra identidad nacional ya que representan nuestras raíces históricas: COPINH, OFRANEH, CINPIN, MILPA, Pueblos Tolupanes; el ataque de extractivismo y muerte liderado por el gobierno actual, la empresa privada y el poder mediático demuestra una vez más que los intereses económicos estarán siempre por encima del amor a la patria/matria para estos sectores voraces y destructores.
Nuestras compañeras y compañeros que dieron su vida por la patria como Lempira, Morazán, Froylán Turcios y Bertha Cáceres nos enseñaron que la defensa de la soberanía de nuestros territorios debe unirnos en un solo colectivo humano frente al tirano infame, y así juramos hacerlo.
La Madre Tierra, militarizada, cercada, envenenada, donde se violan sistemáticamente derechos elementales, nos exige actuar. Construyamos entonces sociedades capaces de coexistir de manera justa, digna y por la vida. Berta Cáceres
* Esta es una opinión de la Juventud del Partido Libertad y Refundación y no representa la opinión editorial de Criterio.hn
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
Un comentario
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