La batalla por la justicia

¿De dónde viene Corea?

Microhistoria para forasteros y embajadores nuevos

Por: Rodolfo Pastor Fasquelle

En todas las civilizaciones, la memoria colectiva forja con el pasado remoto el mito fundador, que cataliza identidad y genera legitimidad. Las élites de todos los tiempos se fabrican genealogías fantasiosas; y se pretenden descendientes de los dioses los antiguos reyes maya igual que los faraones egipcios. Por eso, todos tenemos mitos sobre una antigüedad ignota, de la cual surgen los primeros héroes culturales y figuras legendarias, a las que se atribuyen gestas que se difuminan en horizontes arcaicos, imposibles de verificar. En Corea el prócer fundador Dangum Wanggeom, cuya tumba asegura haber encontrado y fechado el régimen de Corea del Norte y cuya fundación de la mítica Gojeoson celebra como día nacional Corea del Sur.[1] O como el sabio Giya, quien se dice que congregó a las tribus. El mito fundador empero no nos explica, carece de contexto y profundidad. Es progenie, genealogía, heráldica, que no precisa ser creíble.

Asimismo, después del mito, todas nuestras civilizaciones tienen una prehistoria, que puede ser monumental, como son sin duda los dólmenes de los que sabemos poco y ya marcan tumbas con gran diferenciación social en los albores de nuestra era, en Corea. Una historia antigua en la cual, pese a la falta de textos, se desarrollaron estados primarios, como los Tres Reinos y la confederación Gaya, de los cuales tenemos arte  y construcciones, aunque la noticia documental es posterior en seis siglos. De esa antigüedad por decirlo así intermedia, no se debe dudar. Y los fundadores de regímenes posteriores se remitirán a ese pasado emblemático repetidamente y aun se presentaran, una y otra vez, como re-creaciones suyas, como varios regímenes hacen hoy aunque la conexión sea manifiestamente hechiza.[2] El impulso para buscar legitimidad en el pasado es aún más fuerte en una sociedad que rinde culto a sus ancestros y al momento de fundar un régimen nuevo. La nacionalidad funcional necesita de algo mas sustancial, de una conexión real en el tiempo y en el paisaje, en la cotidianidad, en las relaciones sociales y la cosmovisión. Nuestras narrativas nacionales también  hacen referencias a esas antiguallas genuinas, pero no dependen, ni se sustentan con ellas. No somos eso, no estamos en la prehistoria, aunque pueda ser cimiento, lo esencial no esta a la vista ahí.

Así los antecesores de los coreanos de hoy tuvieron complejos desarrollos prehistóricos ya a mediados del primer milenio, en el horizonte de los llamados Tres Reinos, que disponían de una metalurgia suficiente para armar en Goguryeo, un ejército aliado de 50 mil hombres, para contener la invasión de la dinastia China Sui; y que, asimismo, dominaban la orfebrería para fabricar finas joyas, incluso sus coronas de oro de Baekje y de Silla, aunque no sepamos bien los nombres o las obras de reyes y reinas que las usaron. 

Sabemos que para someter a sus contrincantes después, Silla se alió con la Dinastía Tang en el siglo VII, y prevaleció sin dejarse avasallar. Primaban ya el budismo y el chamanismo, aun  combinados. Se adoptaron por entonces formas de gobierno más complejas para centralizar territorios cada vez más amplios: y se desarrolló una economía que generaba excedentes mayores. Bajo Silla Unificada se intensificaron el cultivo y asimismo las técnicas de almacenamiento y procesamiento de arroz, lo cual permitiría urbanizar. Así, entonces surgieron las primeras ciudades en los puertos en donde además se hacía la pesca más abundante, y el primer comercio externo, en el sudeste, en Gyeongju. No tengo claras las causas que explican la caída de Silla Unificada a inicios del s IX; se hablaría luego de incursiones de piratas, de corrupción y de desigualdad extrema pero, sin documento original, esto suena más a ética que a historia. Y los documentos son escasos y posteriores.

A fines del primer milenio, del 918 a 936  de nuestra era, el guerrero Wang Yen luego Taejo I unificó los fragmentos que quedaron por la caída de Silla y fundó una nueva dinastía que bautizó Goryeo (en honor a Goguryeo, del que era nativo). Por casi cuatro siglos, sus descendientes gobernaron casi toda Corea, desplazándose por cuatro capitales en distintos rumbos, según circunstancias cambiantes. Porque a inicio del s. XIII, esa dinastía hubo de enfrentar tensiones sociales, contradicciones religiosas, la fuerza feudal centrífuga y fue retada por las invasiones mongolas bajo Gengis Kan y después la Dinastía Yuan, quienes avasallaron la península y establecieron enclaves desde 1230. Induciendo una inestabilidad y crisis dinástica intermedia. Pero a fines de ese siglo Goryeo logró superar la crisis

Y quizás no sea arbitrario decir que, con sus antecedentes, bautizada ya con el nombre de esa dinastía, Corea cataliza como nacionalidad institucionalizada en estado a fines del s. XIII, luego de rechazar esas agresiones extranjeras, reafirmar su identidad propia y reconquistar posiciones perdidas con el liderazgo del Rey Kongmin[3] 1352-1374. (foto) De estos años data una gestión más eficiente de las tierras, mejoras continuadas en el riego,  avances en la aradura  y fertilización de los arrozales. Sabemos además que ya en el Goryeo tardío, los coreanos fermentaban vegetales para conservarlos, el kimchi, y sellaron, balanceando esos sabores, una culinaria propia, la del songpyeon, con que ya se celebraban fiestas, como el agradecimiento por la cosecha, el Chusoek de otoño a inicio del segundo milenio. De fines del s. XIII también datan las más antiguas representaciones del hanbok (con influencia paradójicamente mongola), que muy poco después se difundiría como propio, por toda la península.

Con las mejoras en las carreteras, el acuñamiento de las primeras monedas, la cerámica celadón (foto) de altísima calidad para el comercio, y por otro lado, la introducción -por An Hyang ca. 1300- del austero neo confucianismo, Goryeo llega a su cúspide … y cae.

Significativamente, es de entonces que tenemos los primeros registros históricos contemporáneos, que constituyen fuentes directas, grabados en piedra con caracteres chinos, aunque tratan más del ciclo anterior -al igual que las historias chinas- y por eso no terminan de explicar ¿por qué, justo en ese momento cúspide, la dinastía se agota y sucumbe? Cuando casi todo está ahí pero, en medio de los conflictos palaciegos, las presiones externas, japonesas y chinas, y las rebeliones campesinas se da otro golpe, contra U Wang por parte del General Yi Seong-gye quien se transmuta en Taejo II, funda Choson (en honra de la mítica Gojeoson) y se dice que, con ayuda de la geomancia ca. 1400 fundó una sola nueva capital en Hanyang, el centro del país con acceso al mar, Seúl, donde está hoy. Ya casi todo.

Esa cristalización nacional diferencía entonces una identidad clara, un centro antiguo y nuevo, que se estabiliza en los albores de la dinastía Choson. De la cual brillará pronto Saejon, el monarca más querido y celebrado (nieto del fundador), a quien se atribuye la creación del sistema de escritura hangul, aunque este había evolucionado igual desde las postrimerías de Goryeo, que ya necesitaba educar para examinar.

Paradójicamente, Choson mismo alcanza su cúspide en asocio obligado con la Dinastía Ming, cuando ca.1598, mostrando su agilidad resiliente como potencia marítima, Corea rechaza la invasión del poderoso shogunato de Japón, la guerra Imjin, en una gesta protagonizada en la figura heroica del Almirante Yi Sun Shin, (foto). Aunque esa victoria fue pírrica, y generó nuevos retos. Corea se recuperó poco después; y ya estaba ahí completa.

La Dinastia Choson duró más de seis siglos, casi el doble de Goryeo, hasta los albores del s. XX, aun si acosada desde mediados del XVIII. Pero cuando al firmar la paz que finaliza la Guerra Imjin, en 1598, los japoneses le piden a Corea una embajada, ya reconocían a un par. Finalmente existes a partir del momento en que el otro se convence de que necesita reconocerte. Ahí estaba todo ya; y definido el dilema existencial del coreano histórico, sujeto a estas presiones, por los siglos y hasta hoy. Así como a la obligación de la convivencia con los vecinos, entre sistemas diferentes, en la búsqueda de soluciones prácticas, el anhelo de perfeccionar las técnicas y de sobrevivir, valiéndose de alianzas, astucia y rapidez.[4] 

Seúl, 24 de septiembre de 2023, Tercer mes, DT

 [1] La pregunta me asalta cuando escucho en boca del Embajador Sung MOON, que representa en Honduras a la República de Corea el curioso precepto de que Honduras es un país más joven, lo que hace muchos años escuché también a un comerciante árabe de los que había, reflexivos. Claramente en la comparación el Embajador piensa en Corea como una nacionalidad que trasciende al estado que representa, porque esta Republica apenas data de 1948, mientras que la de Honduras ya le llevaba un siglo desde 1848. ¿Un alma nacional hegeliana? Una nacionalidad que mas compuesta de cultura y conciencia, que data ¿de cuándo? ¿Cómo y quién determina cuándo nace, y la edad de esa nacionalidad?  Las siguientes mil palabras intentan responder a este caso particular. Para los ignorantes y recién llegados que somos…al tema

2. Manifiesta falsificación de un monumento que pertenece estilísticamente a una era muy posterior, y mito claramente absurdo en tanto que su mención mas antigua alega que el llamado nieto del Cielo fundó la primera Corea a mediados del tercer milenio antes de Cristo. Aunque el registro data del 1300 de nuestra era, una manipulación  que parece particularmente interesante porque  ese siglo XIII es justo el que voy a identificar aquí abajo como la época en que se inicio realmente la construcción de esa identidad nacional, lo que habría que volver a entender entonces como necesidad del mito, en el punto de partida de esa construcción, como si necesitáramos ser los custodios de un pasado fundador a como de lugar.

[3] Como muchos de nuestros estados modernos luego, cuando asumen nombres que pretenden ser avatares de pueblos antiguos, México y Nicaragua que poco tienen que ver con los antiguos mexicas o Nicarao.

[4] O Kongmin, el decimosegundo y antepenúltimo rey con el mandato más prolongado de su dinastía, la que se extinguió dos décadas después en el reinado de su hermano menor U Wang que fue exiliado a una isla, como un personaje de ópera japonesa.

5 de estar yo en lo correcto el Embajador Sung Moon también tendría la razón, porque Corea tendría una antigüedad de 450 y Honduras solo 175 años… y Centroamérica ¿sigue esperando nacer?


2. Manifiesta falsificación de un monumento que pertenece estilísticamente a una era muy posterior, y mito claramente absurdo en tanto que su mención mas 1antigua alega que el llamado nieto del Cielo gobernó en el 2500 AC aunque el registro data del 1300 de nuestra era, una manipulación  que me parece particularmente interesante porque  ese siglo XIII es justo el que voy a identificar aquí abajo  como la época en que se echaron los cimientos de esa identidad nacional, lo que habría que entender entonces como necesidad del mito en el punto de partida de esa construcción, como si todos necesitáramos ser los custodios de un pasado fundador aunque sea una manifiesta falsificación.

3. Como muchos de nuestros estados modernos luego, cuando asumen nombres que pretenden ser avatares de pueblos antiguos, México y Nicaragua, estados naciones muy distantes de los nombres evocados, el cacique Nicarao y los mexico tenochcas de Tenochtitlan.

4. Kongmin, el decimosegundo y antepenúltimo rey con el mandato más prolongado de su dinastía que se extinguió dos décadas después en el reinado de su hermano menor U Wang que fue exiliado a una isla, como un personaje de ópera Japón

[4] y de estar yo en lo correcto el Embajador Sung Moon tendría la razón porque Corea tendría una antigüedad y Honduras solo 175 años… y Centroamérica sigue esperando nacer. Y habría que preguntar porque busca el coreano un origen predinástico, si tiene uno histórico.

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