A sólo semanas de las elecciones primarias, la Unidad de Política Limpia reporta que únicamente 374 de los 5,871 aspirantes a cargos públicos han acreditado sus cuentas bancarias, lo que pone en entredicho su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas en un contexto marcado por la corrupción y el narcotráfico
Tegucigalpa, Honduras. – La corrupción y la colusión de los partidos políticos con el crimen organizado y el narcotráfico han marcado profundamente el panorama político en Honduras, convirtiendo al país en un escenario de desconfianza y deslegitimación institucional.
En este contexto, es crucial que los aspirantes a cargo de elección popular rindan cuentas y demuestren su compromiso con la transparencia, no solo para restaurar la confianza pública, sino también para asegurar que los recursos del Estado sean manejados con responsabilidad.
Sin embargo, con las elecciones primarias a la vuelta de la esquina, son pocos los aspirantes que han presentado su acreditación de cuentas bancarias ante la Unidad de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización a Partidos Políticos y Candidatos (UFTF).
Emilio Hércules, comisionado presidente de la Unidad de Política Limpia, informó a medios de comunicación que sólo 374 aspirantes han realizado este trámite, lo que representa un porcentaje muy bajo del total de participantes en el proceso electoral. “Sabemos que muchos ya abrieron una cuenta, pero no se han acercado a la unidad”, indicó Hércules.
La falta de cumplimiento con este requisito básico plantea serias dudas sobre la disposición de los precandidatos para adherirse a las normas de transparencia. “Estaremos esperándolos para que se acrediten”, agregó, subrayando la importancia de este paso para garantizar la integridad del proceso electoral.
Hércules también mencionó que muchos aspirantes enfrentan dificultades al intentar abrir cuentas bancarias. En ese sentido, señaló que, para abordar este problema, se están realizando esfuerzos conjuntos con la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (AHIBA) para facilitar el proceso. “Es crucial que todos los precandidatos cumplan con esta obligación legal”, enfatizó.
UN INDICADOR PREOCUPANTE
Javier Acevedo, director ejecutivo del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh), destacó que, el hecho que, de los 5,871 aspirantes obligados, solo 374 han logrado acreditarse, plantea interrogantes sobre la voluntad de los candidatos para cumplir con las normativas establecidas.
Acevedo advirtió que este bajo nivel de acreditación es un indicador alarmante. “Si no están dispuestos a cumplir con algo tan simple como acreditar una cuenta bancaria, ¿cómo podemos confiar en ellos para manejar recursos del estado?”, cuestionó.
El incumplimiento de las leyes electorales no es un fenómeno nuevo en Honduras. Acevedo recordó que en elecciones anteriores muchos candidatos que no cumplieron con sus obligaciones fueron perdonados y no se les aplicaron las multas correspondientes. “Este mensaje es perjudicial para la sociedad”, afirmó, sugiriendo que tal laxitud puede incentivar un comportamiento irresponsable entre los aspirantes.
La falta de sanciones efectivas por incumplimiento puede llevar a una cultura donde el respeto por las leyes electorales se vea como opcional. Esto podría resultar en un debilitamiento general de las instituciones democráticas y un aumento en la desconfianza pública hacia la clase política.
La situación actual también está relacionada con problemas más amplios, como el financiamiento del crimen organizado y el narcotráfico en el contexto electoral. Acevedo observó que la propaganda política ha comenzado a proliferar sin que muchos candidatos estén dispuestos a cumplir con las normativas necesarias para asegurar un proceso limpio y transparente. “Si estos individuos no están dispuestos a cumplir con lo que manda la ley desde el inicio, ¿qué podemos esperar más adelante?”, concluyó Acevedo.
La baja acreditación de cuentas bancarias por parte de aspirantes a cargos públicos es un síntoma preocupante del estado actual del sistema político hondureño.
