Por: Leticia Salomón
Por todos es conocido que existen dos desafíos urgentes que debe enfrentar el país de cara al nuevo gobierno: a) DESMONTAR LA ESTRUCTURA DE BLINDAJE E IMPUNIDAD de la corrupción en el país; b) ELIMINAR O, EN ÚLTIMO CASO, REDUCIR SUSTANCIALMENTE, LA POLITIZACIÓN PARTIDARIA DE INSTITUCIONES CLAVE DEL ESTADO como la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público, el Tribunal Supremo Electoral y el Tribunal Superior de Cuentas, entre otras. Alrededor de esos dos temas se pueden agrupar tareas urgentes relacionadas con la derogación, reforma o sustitución del andamiaje jurídico que sirvió de soporte al gobierno del señor Juan Orlando Hernández, su partido y su círculo cercano de amigos, familiares y correligionarios, todos ellos cómplices, al más alto nivel, del cuantioso saqueo de las arcas del Estado y del irrespeto total a la Constitución, leyes y procedimientos que rigen el funcionamiento de la maquinaria estatal.
Para lograr lo anterior, ES FUNDAMENTAL EL CONTROL DE DOS PODERES DEL ESTADO -Ejecutivo y Legislativo- y, derivado de su control, la reforma a profundidad del poder Judicial. Por todos es conocida la forma directa y envilecida en que el presidente de Ejecutivo controló al poder Legislativo para que este funcionara totalmente subordinado para estructurar todo el andamiaje jurídico de la corrupción, impunidad y violación de leyes y procedimientos con el que sellaron la total indefensión de la sociedad hondureña. La compra de votos en asuntos fundamentales para el sostenimiento de esta estructura en el seno del Congreso Nacional se convirtió en un ESTILO DE FUNCIONAMIENTO LEGISLATIVO caracterizado por el flujo millonario de dinero, vehículos, canonjías, viajes, viáticos, equipos de guardaespaldas, traslados en helicópteros, aviones privados y públicos, financiamientos individuales disfrazados de apoyos comunitarios, todos ellos con la participación directa o indirecta del Ejecutivo.
Las pasadas elecciones dieron un triunfo rotundo e incuestionable a la candidata del partido LIBRE, Xiomara Castro, para un cambio de figuras, de partido y de estilo en el poder Ejecutivo. Pero dicho triunfo no fue tan contundente en el Poder Legislativo en el cual el partido LIBRE presentó una mayoría partidaria pero no parlamentaria (50 diputados de un total de128), los que sumados a los 10 diputados del partido Salvador de Honduras, el otro integrante de la coalición de oposición, dan un total de 60 votos, cinco menos de la mayoría necesaria para elegir la nueva Junta Directiva del Congreso, mismos que debían ser buscados dentro del partido Liberal (22 diputados), partido Anticorrupción (1) y Democracia Cristiana (1), todo ello para no acudir a los votos del partido Nacional (44), responsable directo de la situación de crisis múltiple en la que se encuentra el país.
La coyuntura política del país dio un giro inesperado cuando un grupo de 20 diputados propietarios de LIBRE, dirigidos por dos personajes que hasta entonces se habían ganado la simpatía y el respeto de muchos militantes e independientes por sus características de verdaderos líderes de su partido, deciden no atender una convocatoria de la máxima autoridad de su partido para tratar el tema de la Junta Directiva del Congreso, se reúnen simultáneamente en otro lugar y, encima, con diputados del cuestionado partido Nacional para negociar su apoyo, como en efecto sucedió. La elección irregular de la junta directiva provisional del Congreso Nacional arrojó los siguientes resultados: 44/44 VOTOS DEL PARTIDO NACIONAL, 18/22 votos del partido Liberal, 20/50 del grupo disidente de LIBRE, 1/1 de la Democracia Cristiana y 1/1 del PAC.
Los datos anteriores muestran con suma claridad que EL GRAN ELECTOR de la Junta provisional – y también de la permanente, elegida de forma paralela- es el partido Nacional, el mismo que secuestró a la institucionalidad del país; que deformó la independencia y la integridad ética del poder Legislativo; que es responsable directo del deterioro institucional del país y sobre el cual penden múltiples señalamientos de corrupción, de aprovechamiento del presupuesto nacional para beneficio de sus conductores; de encubrimiento de narcotraficantes de gran calado; y de incondicionalidad al presidente de la república, señalado dentro y fuera por actividades de corrupción y narcotráfico.
Asombra por el cinismo, el oportunismo y la manipulación, la argumentación de los dos líderes de la disidencia de LIBRE en el sentido de que, con ese apoyo, han asegurado la gobernabilidad futura, el control de la Junta Directiva por el partido LIBRE, el cumplimiento del plan de gobierno de la presidenta Xiomara Castro, “¡Y TODO ELLO SIN QUE EL PARTIDO NACIONAL LES HAYA PEDIDO NADA A CAMBIO”.
Cualquier persona medianamente informada de cómo funcionan las negociaciones interpartidarias en el Congreso sabe que estas funcionan con base en peticiones concretas: tantos magistrados de la Corte Suprema, el Fiscal general y el adjunto, los integrantes del Tribunal Supremo Electoral, del Tribunal Superior de Cuentas y otros, al cual se suman las demandas de los diputados liberales manejados por el excandidato a la presidencia por ese partido y ex convicto por lavado de activos en Estados Unidos. Todo ello caracteriza el mismo estilo y las mismas prácticas de siempre para reproducir el mismo círculo de impunidad, corrupción y control de las instituciones clave del Estado que caracterizó al gobierno nacionalista que está a punto de finalizar.
Ese estilo de manejo de las grandes decisiones del Congreso se combina con la sospecha ciudadana, sustentada en otra práctica común dentro de este estilo, de que se manejaron cantidades millonarias, vehículos y prebendas para asegurar los votos necesarios para legitimar a la nueva junta directiva. El estilo se evidencia con más fuerza cuando el supuesto presidente provisional se desplaza con múltiples guardaespaldas, carros blindados, helicópteros, teléfonos satelitales y mucho dinero en efectivo, situación que obliga a la ciudadanía a preguntarse de donde salen esas atenciones y apoyos hacia un diputado que hasta ahora perteneció a un partido “de izquierda”
Con todo lo anterior se percibe que estos señores disidentes – hoy expulsados del partido LIBRE- no han entendido que la ciudadanía hondureña dio un mandato claro y contundente para sacar del gobierno al actual mandatario y su partido, porque con su desempeño colmó la paciencia, saturó la voluntad y produjo el mayor hartazgo de la historia del país. Sentarse a negociar con el partido Nacional, repudiado en las elecciones para la presidencia, fue el error más grande de estos dirigentes con el cual sepultaron su futuro político como líderes íntegros, comprometidos y abanderados del demandado desmontaje de la estructura de impunidad y corrupción que nos lega este gobierno. De nada les sirve intentar asustar a los conservadores con el fantasma de la eliminación de los poderes del Estado, de la venganza sobre los propiciadores del golpe de Estado, de las intenciones ocultas de la presidenta y del expresidente Zelaya para quedarse con el poder y de que todo este conflicto fue urdido por ellos para crear caos. Mucho menos el intento de manipulación de la base partidaria de Libre argumentado que todo lo hicieron para que el partido que ganó las elecciones para el Ejecutivo también controle el poder Legislativo, porque luce un discurso falso, cínico y totalmente manipulador para encubrir su vergonzoso proceder.
LA COYUNTURA POLÍTICA ESTÁ CARGADA DE INCERTIDUMBRE por la elección de dos juntas directivas del Congreso, una de ellas avalada e impulsada por el partido Nacional y la otra por el partido LIBRE; no sería extraño que la Junta directiva encabezada por los líderes disidentes, señalados como traidores, acudan en auxilio a la Corte Suprema de Justicia, la misma que está controlada por el actual mandatario y su partido, y la misma que avaló la ilegal reelección de este señor en abierta violación a la Constitución de la República. Con ello se cerraría el círculo de la ignominia y de la más denigrante entrega del Congreso al partido Nacional por parte de estos dos dirigentes y sus 16 seguidores con más de algún ingenuo y los otros igualmente cínicos y desvergonzados.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
Un comentario
Señora Leticia Salomón permítame felicitarla por su excelente comentario! . La mujer hondureña es la reserva moral, intelectual, valiente que puede impulsar la Reconstrucción de Honduras!. Son ustedes las que tienen la mayor capacidad de frenar a la élite corrupta y depredadora aliada de la derecha extrema global( promotora de las zedes).
Repito acá un comentario resumido. «Luis Redondo llevó como agenda la ley que condena el golpe de Estado 2009, tipificar reelección como delito”” El Heraldo e hoy 25 de enero. Señor Redondo lea los artículos Pétreos de la CONSTITUCIÓN DE la República de HONDURAS, Decreto número 131 vigente. No sigan tratando de engañar a la población APLIQUEN la Constitución.
“ La alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República es obligatoria. La infracción de esta norma constituye delito de traición a la patria.” Constitución de la República, artículo 4. Los últimos cuatro años de gobierno han sido inconstitucionales y todos los actos realizados por el mismo son ilegales.
Consulten a la Dra. Carbajal ““La reforma constitucional que crea las ZEDES violenta la forma de gobierno y al territorio nacional, violenta los artículos pétreos que están por encima de cualquier reforma constitucional, artículo 321 de la Constitución… Sí el cimiento donde está sustentado la creación de las ZEDES es nulo, todas aquellas normas jurídicas como ley orgánica, leyes, reglamentos y normas que se deriven de ella, son nulas” . Lo que no se quiere decir de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDES). Georgina Sierra Carbajal, Doctora en Derecho Constitucional, Post- Doctorado en Derecho Constitucional, junio de 2021.
Por favor no apoyen el Anti Desarrollo Económico y de la Población de Honduras. Se les pedirá cuentas por sus acciones.