Por: Marlin Oscar Avila
La Cámara de Comercio e Industrias de San Pedro Sula, celebró ayer, en coordinación con la Fundación Friedrich Ebert y la UNITEC un interesante foro titulado «El trabajo del futuro y el futuro del trabajo». Sus principales expositores fueron los connotados intelectuales nacionales, Dr. Hugo Noé Pino (coordinador del foro) y el Dr. Rafael del Cid.
Al foro se sumaron como expositores, don Pedro Barquero, Director Ejecutivo de CCIC, Joel Navarrete, Secretario Regional de la CUTH, Rosibel Garay, coordinadora de OIT/Honduras. Además, introdujeron la temática María Fernanda Hernández de FES, Carla Pantoja, Vicepresidenta de UNITEC y, Raquel Fernández, por el BID.
El salón designado para el foro estuvo lleno de trabajadores, líderes de los sindicatos locales; empresarios y, estudiantes universitarios. Desde luego, hubo medios de información. La ausencia del gobierno fue notoria. El Dr. Noé aclaró que se le envió invitación para participar activamente en el foro, pero no se obtuvo ni acuse de recibo.
Se plantearon las tendencias de la economía, el comercio y la industria en el manejo de la tecnología con el uso de la computación, la biométrica, la robótica, y todo lo vinculado a la inteligencia artificial a nivel universal.
El avance tecnológico no necesariamente desplaza a la clase trabajadora, pero exige su transformación y actualización innovadora.
Las zonas y los países que van a la cabeza de la tecnología y la inteligencia artificial, relacionado con zonas y países que están a la zaga y en algunos casos, van hacia un despeñadero tecnológico, convirtiéndose en poblaciones irrelevantes y obsoletas para el desarrollo del mundo actual y futuro, como lo es Bangladesh y Honduras.
Según el filósofo israelita, Yuval Harari, no solamente hay que analizar el desarrollo tecnológico como tal, pero el contexto adonde se aplica, definiendo la política de la tecnología y su aplicabilidad para el bienestar de la mayoría.
Estos dos países y otros, por no tener una infraestructura avanzada y sus condiciones políticas son inadecuadas, así como su sistema de involucramiento y participación en decisiones y servicios básicos, son deficientes, la incursión en tecnología de punta se vuelve imposible y a veces, contraproducente.
Uno de los expositores dejó una inquietud flotando: «¿qué va a pasar cuando, la industria y el mercado internacional, logre producir en países industrializados, con menores costos de fuerza laboral que en donde ahora ésta fuerza es más barata y atrae a los inversionistas? Tal como ocurre en Honduras».
Fue interesante observar que los sectores allí representados coincidieron en la importancia de avances y actualización en el sistema educativo. Sin transformación del sistema educativo (no quiero decir «privatización»), acercando sus resultados a la satisfacción de las exigencias actuales y futuras de la tecnología, la formación de la población desde su infancia, sin dejar población «ni nis», dispersa por el país, difícilmente se podría aspirar a un remplazo real del trabajador desplazado constantemente.
Durante el foro abierto, hubo exposición de hechos claros que obstaculizan el avance tecnológico tanto empresarial como laboral, mucho de lo cual tiene relación a la ausencia, ineficacia y a veces, perturbación activa de las instancias gubernamentales que deben facilitar el desarrollo humano y tecnológico, no digamos de infraestructura. Se afirmó que, la relación entre los empleadores y sector laboral está avanzando positivamente, pero hace falta el rol clave del gobierno. Su deficiencia y ausencia en la relación, en lugar de hacer el papel protagónico para la adecuación a las circunstancias actuales, se convierte en un perturbador.
Desde luego, hubo afirmaciones como la existencia de impunidad y corrupción institucional nacional. Así mismo se expresó la importancia de hacer un cambio político nacional para lograr adecuarse a las exigencias internacionales del trabajo actual y futuro.
De los asistentes se desprendieron expresiones de agradecimiento y felicitaciones por el evento desarrollado toda la mañana.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas