Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.-Mediante una carta, la Conferencia Episcopal de Honduras pide perdón a la sociedad y en especial a aquellos sectores que han sufrido las consecuencias de sus desacertadas decisiones, por no haber sido un verdadero mediador en los últimos diez años entre los gobernantes, políticos y sociedad civil.
“En estos años, como Iglesia nos hemos visto desconcertados y reconocemos no haber sabido ser en medio de gobernantes, partidos y miembros de la sociedad civil, un instrumento de paz, de concordia y un estímulo para la renovación de una convivencia justa, sin excluidos ni marginados”, dice el texto.
Pedimos perdón. Perdón especialmente a los que sufren las consecuencias de nuestros miedos, de nuestra impotencia o de nuestra indiferencia y posible egoísmo.
Los religiones manifiestan además que quieren revisar los tiempos, los lugares, las modalidades de acogida y acompañamiento personal que dedican en su acción pastoral y a la vez se comprometan a dedicar más tiempo a escuchar, especialmente a los que viven en las más contradictorias periferias existenciales.
No obstante apuntan que para estar más cerca de sus hermanos necesitarán vencer tentaciones burocratizadoras y salir a la calle.
Por otra parte, hacen mención a la Carta Pastoral “Por los caminos de la Esperanza” que dirigieron hace 10 años a los gobernantes, partidos políticos, y a las organizaciones de sociedad civil. “Han pasado diez años difíciles, en los que hemos vivido tensiones y enfrentamientos, que más que ayudado, nos han alejado de afrontar las tareas que nos lleven a una sociedad más justa”, reflexionan mediante la misiva.
Indican que por las razones antes expuestas se dirigen nuevamente a los gobernantes, partidos políticos y a los miembros de la sociedad civil, para que “vuelvan a leer lo que escribimos hace diez años y, sobre todo, sigan leyendo, recogiendo datos, analizando nuestra realidad. Eviten eslóganes y concreten propuestas”.
PALABRAS MÁGICAS
Los religiosos consideran que uno de los males de la última década “ha sido el poner una confianza casi mágica en algunas palabras: constituyente, reelección, misión de apoyo, artículos pétreos”.
Sin mencionar o dar detalles de las palabras descritas, la Conferencia Episcopal reprocha la actuación de la clase política y por lo descrito, se puede presumir que desde el gobierno de Manuel Zelaya, ya que fue cuando se comenzó a hablar de una convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente.
Tampoco hace mención sobre el papel que jugó la iglesia católica previo, durante y después del golpe de Estado de 2009.
Se exime además de hablar sobre la pretensión reeleccionista del actual presidente, Juan Hernández y las violaciones a la Constitución de la República.
Sin embargo pide a los políticos responsables, a los partidos y a cada uno de los elegidos para representar la soberanía del pueblo, “que se dediquen con más fuerza a conocer mejor la realidad de nuestra Honduras; a estudiar la diversidad de propuestas de las ciencias sociales, jurídicas, económicas y éticas y que ejerzan su responsabilidades en conciencia y con transparencia”.
Dirigimos esa petición a todos, pero especialmente a los que se reconocen como católicos y que, como tales, actúan en la vida pública.
Finalmente apunta que “sólo podremos hacer un discernimiento político válido y eficaz manteniéndonos cerca de los más pobres y con los más pobres. Desde ellos valoraremos las propuestas de los responsables políticos; junto a ellos exigiremos información veraz y cumplimiento de programas y proyectos; con ellos soñaremos y abriremos puertas a la esperanza”.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas