Carta de designado presidencial a Roberto Suazo Córdova mantiene vigencia 32 años después

Por: redacción CRITERIO

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Tegucigalpa.- En octubre de 1984, el designado presidencial, Arturo Rendón Pineda envió una carta al entonces presidente Roberto Suazo Córdova reclamándole por el alquilar de nuestro territorio y por el desatino de su gobierno, señalando además que “Nunca podrán ser amigos del pueblo quienes lo engañan, lo escarnecen, lo ignoran y lo desprecian”.

Criterio.hn reproduce hoy esta carta que no ha perdido vigencia porque 32 años después la situación de ingobernabilidad, violaciones a la constitución, altos índices de violencia, paquetazos sin resultados beneficiosos para el pueblo y de seudo demócratas están a la orden del día.

Los designados de Roberto Suazo Córdova: Marcelino Ponce Martínez, Arturo Rendón Pineda y Céleo Arias Moncada

Tegucigalpa octubre de 1984

Señor Roberto Suazo Córdova

Presidente de la República.

Su Oficina.

Hace pocos meses por este mismo conducto envié un mensaje que llevaba un recado para el Sr. Presidente de la Republica que fuera reproducido por algunos medios escritos que informan al país. Como estoy seguro de que ese mensaje no fue escuchado ni leído por el mandatario, es que ahora, ante la curva ascendente de la aguda crisis que abate al país, y ante la gravedad de los sucesos que han ocupado espacios en la prensa internacional y en los más destacados Diarios de Estados Unidos, he creído mi deber insistir en los términos que demandan las circunstancias actuales, dado que desde el inicio, su Gobierno nos viene arrastrando en una vorágine de descrédito, no solo en el ámbito nacional, sino también en el internacional.

Estimo que nadie podrá criticarme por lo que voy a expresar, porque ante todo quien escribe, se debe en fidelidad en primer lugar a Dios, y después a Honduras, país con el que absolutamente todos estamos endeudados. Es por eso que nos duele ver que nuestra patria sea traicionada de muchas maneras por malos hondureños, cuando por culpa de ellos, en los últimos años hemos venido cabalgando en la cresta del escándalo y de la inmoralidad.

Para nadie que se precie de ser inteligente es difícil advertir que en lo que atañe a la conducción del Estado, se ha venido actuando en forma desatinada fuera de la legalidad, en sentido diametralmente opuesto a lo que amerita este momento preciso de nuestra historia republicana. Debo confesar, que ante la magnitud de la crisis y la gravedad de la situación, jamás podría yo ocultar mi desacuerdo con el régimen, como tampoco podrá hacerlo cualquier hondureño digno que se precie de serlo, indistintamente de la filiación política que profese.

Nunca podrán ser amigos del pueblo quienes lo engañan, lo escarnecen, lo ignoran y lo desprecian….jamás cometería yo el error de ser cómplice de tanto desatino. Por otra parte, el pueblo ya está harto de tanto paquetazo que sin ningún recato se le viene recetando, de tanta impunidad, de tanta violencia y descarado desacato contra nuestra tantas veces violada Constitución de la República, me niego a creer que exista quienes sean indiferentes a que se deje sin castigo a los culpables de violarla “cuantas veces ha sido necesario”.

Repudiamos con todas las fuerzas de nuestro patriotismo, el que se atente descaradamente contra nuestra soberanía nacional “alquilando” nuestro sagrado territorio, ante la indiferencia cómplice de aquellos hombres de uniforme cuya misión ineludible les obliga a obedecer al mandato Constitucional de defenderla. .

Creo firmemente, que todos los hondureños debemos estar conscientes, de que por más fusiles y cañones, aviones y tanquetas que se ubiquen en el perímetro de nuestra geografía patria; jamás podrán impedir que nos invadan ideologías extrañas y nefastas, mientras persistan la desigualdad social, la corrupción, el latrocinio y la impunidad galopante.

Es urgente corregir la desigualdad social de esta nación empobrecida. Deviene ser prioritario superar las cifras que alcanzan el analfabetismo, la desnutrición, la insalubridad y el desempleo; en pocas palabras: la situación altamente explosiva de la injusticia social. De nada sirve que fementidamente se hable de buscar la paz en un ambiente preñado de injusticias, y hablar de democracia–en un país donde se violenta descaradamente, usándola como pretexto para cometer desafueros.

Aún está usted a tiempo Sr. Presidente de la República de salvar el prestigio de su gobierno, de limpiar el fango con que seudo demócratas y falsos amigos lo han querido embadurnar, porque es usted el único responsable de rescatar la dignidad de la Patria, y mantener inmaculada la fulgurante brillantez de nuestra gloriosa bandera azul cielo y blanco de pureza, con las cinco estrellas representativas de la hermandad Centro Americana”.

POR GUARDAR ESE EMBLEMA DIVINO

MACHAREMOS OH PATRIA A LA MUERTE

GENEROSA SERA NUESTRA SUERTE

SI MORIMOS PENSANDO EN TU HONOR.

 Arturo Rendón Pineda

Designado a la Presidencia de la República.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas

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3 comentarios

  1. Es una pena letal que el dis que presidente de todo los hondureños gobierna para el pueblo, pues todo lo contrario este gobierno está realizando todo lo posible para quedarse en el poder ya que las fechorías realizadas en estos dos periodos son muchas que ocupan mucho tiempo para poder tapar o esconder la corrupción realizada.