Campesinos y campesinas de El Progreso, Yoro, se manifiestan en Tegucigalpa contra los desalojos violentos ocurridos el pasado 29 de febrero. Denuncian irregularidades y violaciones a los derechos humanos perpetradas por la Policía Nacional. La destrucción de cultivos deja a cientos de familias en situación de vulnerabilidad extrema
Tegucigalpa, Honduras. – Frente a las instalaciones del Ministerio Público (MP), campesinos y campesinas viajaron hasta Tegucigalpa, para repudiar los desalojos violentos que se desarrollaron el pasado 29 de febrero en contra de tres comunicades campesinas en El Progreso, Yoro y que arrasó con todo a su paso.
El desalojo violento en el que participaron al menos 1500 efectivos de la Policía Nacional fue en contra de los campamentos campesinos que se ubicaban en las comunidades de La Sarrosa, El Bálsamo y Agua Blanca, quienes forman parte del Movimiento Campesino Sin Tierra de Yoro.
Suyapa Murillo, campesina víctima del desalojo violento, catalogó la represión policial como “una odisea”. De acuerdo con su relato, la policía Nacional llegó a la comunidad a las tres y media de la madrugada, y dieron inicio al desalojo a las seis de la mañana.
«No tenemos miedo, pero si fue humillante porque somos campesinas y campesinos honrados, trabajadores y honestos que lo único que queremos es producir la tierra”, expresó Suyapa Murillo.
En la conferencia de prensa, denunciaron que, durante el desalojo, se evidenciaron diversas irregularidades que socavan los principios fundamentales de justicia y respeto a los derechos humanos de las comunidades.
De interés: Desalojos violentos: discrepancias entre el discurso y acciones del gobierno
IRREGULARIDADES DEL DESALOJO
Entre las irregularidades, las comunidades denunciaron que no fueron notificadas tras la emisión de la resolución emitida por el Juzgado de El Progreso, Yoro el 28 de septiembre de 2023, hecho que les impidió presentar un recurso ante la Corte Suprema de Justicia.
Además de la clara violación a los derechos humanos, de niños, niñas, hombres y mujeres de todas las edades.
Otra de las irregularidades, fue el uso excesivo de la fuerza por efectivos de la Policía Preventiva y Agentes de la Dirección Policial de Investigación, lo que generó un clima de intimidación.
“Estábamos bajo un estado de sitio, nunca había visto que la policía se tomara las carretas”, señaló Suyapa Murillo con asombro. Además, recalcó que cuando las tomas de carretera las hace el movimiento agrario, de manera inmediata son reprimidos.
Por su parte, José Luis Fuentes, también parte del Movimiento campesinos y campesinas sin tierra, enfatizó que las acciones violentas impactaron de manera negativa, principalmente en las mujeres y en los niños, provocando problemas psicológicos.
“Estábamos como en un régimen dictatorial, en nada parece un sistema democrático”, expresó a Criterio.hn, José Luis Fuentes. De igual manera repudió que la Policía Nacional capturara a dos mujeres, una en estado de gestación.
Ante este panora violento ejecutado, los campesinos y campesinas exigen al fiscal general adjunto, Johel Zelaya, a ver una investigación sobre dichos desalojos. “Pedimos que haga una revisión profunda sobre el accionar de los diferentes fiscales, especialmente en Yoro, porque actúan de manera arbitraria”, solicitó José Luis Fuentes.
La petición de igual manera se extiende a la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Rebeca Lizeth Ráquel Obando, por el accionar de los jueces, “para emitir ordenes de captura para los campesinos, no corren, vuelan, pero cuando se trata de alguien de poder, se duerme el sueño de los justos”, recriminó Fuentes.
DESALOJOS VIOLENTOS PERPETÚAN INSEGURIDAD ALIMENTARIA
Las imágenes que circularon en las redes sociales sobre la ejecución del desalojo, son desgarradoras, maquinaria pesada –de acuerdo con los campesinos propiedad de azucarera del Norte— destruyeron todo a su paso, plantaciones de maíz, frijoles y hortalizas.
Constantino Sagastizado, miembro del Movimiento campesinos y campesinas sin tierra de Yoro, expresó a Criterio.hn que producto del desalojo «lograron destruir los cultivos».
En ese sentido, recalcó que dicha destrucción impactará de manera significativa en la escasez de alimentos en el Progreso Yoro. Qué ya venía arrastrando una situación de escasez.
Por ello la preocupación se acrecienta debido a que el alivio del sector es el movimiento de campesinos y campesinas sin tierra, que en periodo de primavera produjeron al menos 19,000 quintales de maíz.
«Con está destrucción masiva que hizo Azucarera del Norte, está más difícil la situación de alimentos, pero no vamos a desmayar, vamos a seguir luchando”, enfatizó Constantino Sagastizado.
En las comunidades de Agua Blanca y El Bálsamo, se destruyeron alrededor de 140 manzanas de cultivos. De igual manera, en La Sarrosa, el 95% de los cultivos y campamentos fueron arrasados, generando una devastadora pérdida para la comunidad.
En total, se estima que 300 manzanas de cultivos fueron destruidas, con lo que se ven afectadas directamente entre 600 y 700 familias, quienes tenían 10 meses en un proceso de recuperación de sus tierras y ahora se encuentran en una situación de vulnerabilidad extrema, sin un techo y sin alimentos.
-
Amante de la lectura y la naturaleza, una mujer con la convicción firme que todos podemos hacer cambios significativos en la sociedad, por eso mi objetivo es exponer las injusticias que adolece la ciudadanía. Busco incidir, a través del periodismo, en la defensa y promoción de los derechos humanos, evitando caer en la complicidad de callar ante las injusticias y la corrupción. Ver todas las entradas