Organizaciones campesinas denuncian la complicidad de autoridades hondureñas en desalojos violentos de sus tierras, exigiendo justicia y protección inmediata
Tegucigalpa, Honduras. – La lucha por la tierra en Honduras se ha intensificado, con campesinos y campesinas enfrentando desalojos violentos que son perpetrados tanto por agentes policiales como por agroindustrias, en otras ocasiones a menudo en complicidad.
Esta alarmante situación ha resultado en el despojo forzado de comunidades rurales, que ven cómo sus hogares y cultivos son destruidos, dejándolos en una constante batalla por su supervivencia y dignidad.
Esa es la situación en la comunidad de Agua Blanca, Yoro, misma que se ha vuelto crítica para los campesinos organizados en el Movimiento Campesino Sin Tierra de Yoro, quienes desde 2022 han iniciado un proceso de recuperación de aproximadamente 100 manzanas de tierras cultivadas.
De acuerdo con el abogado Lestter Castro del Bufete Estudios para la Dignidad (BED), estos campesinos han sido objeto de constantes hostigamientos por parte de la Policía Nacional y guardias de seguridad vinculados a la Azucarera del Norte S. A. (Azunosa), así como por estructuras criminales que han realizado ataques directos contra ellos.
El pasado jueves 17 de octubre, más de 400 encapuchados, supuestos empleados de Azunosa, llevaron a cabo un ataque violento contra campesinos en la aldea El Bálsamo, ubicada en El Progreso, Yoro. Este ataque dejó un saldo devastador: destrucción de viviendas y cultivos, así como amenazas de muerte a hombres, mujeres y niños, incluyendo un bebé de apenas dos meses. La combinación de violencia y represión amenaza no sólo su derecho a la tierra, sino también su acceso a la alimentación y a un futuro seguro.
Ante estos ataques por la empresa agroindustrial El MCCTDY y el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ) han presentado una denuncia formal ante el Ministerio Público contra los responsables del ataque. Además, exigen justicia y protección para los campesinos afectados, así como el cese inmediato de las amenazas y actos violentos perpetrados por Azunosa.
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DETALLES DEL ATAQUE
A primera hora de la mañana, de acuerdo con el relato de los campesinos y campesinas, alrededor de las 7:00 a.m., un grupo de hombres llegó en vehículos particulares, autobuses y motocicletas, portando armas de fuego y otros objetos contundentes como machetes y palos. Quienes comenzaron a lanzar piedras hacia los campesinos que se encontraban en sus campamentos. Entre los agredidos había numerosos niños que se encontraban en el lugar.
En un video que circula en las redes sociales, se observa cómo los hombres armados amenazan con machete en mano (arma blanca) a los campesinos que intentaban defenderse. Los agresores no sólo atacaron a los campesinos; también incendiaron un vehículo perteneciente a un comprador de maíz y cinco motocicletas pertenecientes a los campesinos.
Uno de los testigos relató cómo el hombre que intentaba comprar maíz fue golpeado y obligado a presenciar cómo su vehículo ardía en llamas.
Los daños materiales fueron significativos. En el mismo video se observa a dos tractores destruyendo todo a su paso, casas, plantaciones de plátano y de maíz. Se estima que al menos 80 viviendas fueron destruidas, junto con cultivos de maíz, yuca, plátano y otros productos alimenticios que habían sido cultivados con por los campesinos. Además, los campesinos denunciaron que las cosechas listas para la venta fueron robadas durante el ataque.
Además, las mujeres campesinas que estaban presentes con sus hijos pequeños fueron amenazadas y retenidas durante aproximadamente ocho horas sin acceso a sus teléfonos celulares. Se conoció que gracias a la intervención del Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh) que pudieron ser liberadas.
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VIOLENCIA SISTEMÁTICA
Este ataque no es un hecho aislado; forma parte de un patrón sistemático de violencia dirigido contra los campesinos en Yoro. Organizaciones como el Movimiento de Campesinos Sin Tierra de Yoro (MCCTDY) han denunciado repetidamente las acciones violentas de Azunosa para despojar a los campesinos de sus tierras.
“Por favor, les pedimos a las autoridades que tomen cartas en el asunto, ya estamos hartos de esto”, expresó una campesina, que tenían en brazos a un pequeño de dos meses.
La organización campesina del Movimiento de Campesinos y Campesinas Sin Tierra de Yoro ha estado en un proceso de recuperación de tierras a desde 2022. Sin embargo, este esfuerzo ha sido constantemente amenazado por una serie de hostigamientos perpetrados por la Policía Nacional y los guardias de seguridad de Azunosa.
Para el abogado Lestter Castro, estas agresiones no sólo buscan intimidar a los campesinos, sino que también forman parte de una estrategia más amplia para despojarlos de sus tierras, lo que ha resultado en un clima de miedo y vulnerabilidad para quienes luchan por sus derechos.
A diferencia del desalojo a finales de febrero de 2024, cuando esta comunidad fue desalojada por un contingente de al menos 1500 policías, en esta ocasión la ausencia notable de la Policía Nacional durante el ataque ha suscitado críticas sobre la falta de protección para estas comunidades vulnerables.
En un contexto nacional marcado por un déficit alimentario crítico y una inseguridad alimentaria a la alzada, resulta alarmante que se destruyan los alimentos cultivados por los campesinos.
La violencia contra los campesinos en Agua Blanca ha ido en aumento, mientras que la Policía Nacional y el Ministerio Público han mostrado una alarmante falta de intervención para proteger sus derechos. Esta desprotección ha dejado a las comunidades campesinas en una situación extrema de riesgo, donde la amenaza de violencia mortal se cierne sobre aquellos que luchan por su derecho a la tierra.
Ante ello, el abogado Lestter Castro hizo un llamado urgente a la presidenta Xiomara Castro, a la Comisión de Seguridad Agraria, al ministro de Seguridad y al Fiscal Johel Zelaya para que actúen con prontitud.
“Deben salvaguardar como derecho primordial la vida y la integridad personal y la dignidad de las personas por sobre cualquier interés económico que pretenda reivindicar la empresa Azunosa y estos grupos estos grupos agroindustrial los económicos de la zona”, enfatizó Castro.
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Amante de la lectura y la naturaleza, una mujer con la convicción firme que todos podemos hacer cambios significativos en la sociedad, por eso mi objetivo es exponer las injusticias que adolece la ciudadanía. Busco incidir, a través del periodismo, en la defensa y promoción de los derechos humanos, evitando caer en la complicidad de callar ante las injusticias y la corrupción. Ver todas las entradas