Brigada de médicos garífunas

Brigada de médicos garífunas atiende a más de 740 pobladores del municipio de Tela

 Se atendieron 741 pacientes, 641 en Triunfo de la Cruz y 100 en Miami. Las atenciones fueron en áreas como medicina general, ginecología, cirugía pediátrica, psicología, pediatría, medicina interna, Medicina familiar, cardiología y endocrinología

Por: Leonardo Aguilar

redaccion@criterio.hn

La Ensenada, Tela, Honduras.- Encontré al doctor Luther Castillo a las 4:00 PM del pasado viernes 16 de octubre  en La Ensenada -comunidad localizada a 3 km de la ciudad de Tela, Atlántida, Caribe hondureño- vestido con ropa casual, compartiendo mesa con tres de sus amigos garífunas en el restaurante Garífuna Place. Comían pescado, disfrutaban de una sopa y tomaban agua de coco. Todo eso autóctono. Atrás de ellos se escuchaba el rugido del mar, un tanto inquieto por la temporada de lluvias. Si se le ve a este hondureño por la calle puede pasar desapercibido, pero es una eminencia en el campo científico. Egresó de la prestigiosa universidad de Harvard, pero antes tuvo su paso por la Escuela Latinoamericana de Medicina en Cuba.

No lo conocía en persona, pero, apenas me vio, inmediatamente me presentó a sus amigos. Al doctor Douglas Álvarez, uno de los cardiólogos que coordinó la brigada y que se ubica entre los dos únicos especialistas en electrofisiología en Honduras. Y a sus otros dos acompañantes, Félix Ramírez, egresado de Cuba en Educación Física y encargado de toda la parte de la logística de la brigada médica biopsicosocial y a otro jovencito garífuna, Noel Calletano, médico egresado de Cuba. Seguramente este último seguirá los pasos de sus patriarcas.

Lo primero que hizo Luther fue destacar la labor del cardiólogo Douglas Álvarez, de quien dijo tuvo en bien preparar a las comunidades para poder servirles. Un ejército de 45 expertos llegó entre la tarde del viernes y la mañana del sábado. Para buscar, entre todos ellos, abordar áreas de cardiología, pediatría, medicina familiar, cirugías ambulatorias, ginecología, urología en distintas especialidades, odontología y otras crisis acaecidas en el marco de la pandemia.

De La Ensenada se desplazaron al Centro Básico Esteban Guardiola, ubicado en el centro del Triunfo de la Cruz, lugar en donde toda la comunidad se reunió para recibir atención médica de estos expertos los días 16, 17 y 18 de octubre.

“Vamos a desplazarnos luego a Miami”, me dijo Luther, refiriéndose a otra comunidad del municipio de Tela. Porque allá esperan 50 familias con distintas necesidades a estos soldados de la medicina.

Atención psicológica a las familias de los garífunas raptados en el Triunfo de la Cruz

Me llamó la atención cuando Luther me dijo que venían varios psicólogos con una misión específica: atender a los familiares de los garífunas secuestrados en el Triunfo de la Cruz y luego añadió algo que me erizó la piel: “Los hijos de la comunidad han retornado a traer salud a su pueblo”.

En este lugar, se respira un ambiente de mucha solidaridad. Las zonas garífunas son todas hermanas, tanto así, que los expertos que integraban la brigada dormirán en las casas de la comunidad.

“La gente está lista para darles alojamiento. Traemos víveres. La gente misma cocina para los que trabajan en la brigada. Desde nuestra época estudiantil sucede eso en nuestras comunidades. Y en esta etapa profesional no es la excepción”, me refiere Luther con orgullo.

Me contó que recientemente hubo otra brigada grande, coordinada por el mismo equipo, entre ellos Alex Marín y Wendy Pérez, en comunidades garífunas de La Mosquitia. Allí se cubrieron en el Hospital Vayán, Buena Vista, Palacios. Se atendió a cientos de personas en varias comunidades.

“Después de rendir un poco el resultado se decide hacia qué otras comunidades nos desplazaremos. Nos han solicitado en Bajamar, Travesía e Iriona. Los compañeros tienen la disposición. Hacen las gestiones a nivel personal. Todo mundo consigue algo y lo traemos. Buscamos la solidaridad de amigos que donan medicamentos. Y así ponemos en conocimiento a los médicos en servicio de sus comunidades. De manera gratuita y compartiendo con nuestra población. Tenemos que retornar a la comunidad. Somos un sentido de pertenencia, de solidaridad. Pero también tenemos altos grados de conocimiento científico, aunque eso no nos hace olvidar nuestras raíces”, sostuvo.

Análisis contextual de la salud del pueblo garífuna

Le pedí a Luther que me hiciera un análisis contextual sobre la salud del pueblo Garífuna, el rostro de él cambió y soltó palabras críticas contra el Estado de Honduras: “Está agudizada la realidad en materia de salud. Algo que no es ajeno a la realidad de todo el país. Pero acá el problema es más agudo. Tenemos un sistema de salud colapsado en todos los términos. Pero también carcomido por la corrupción. Es una cuna donde esperan las dos licitaciones anuales para apropiarse de los fondos que se destina al sector salud. Las comunidades garífunas tienen ese común denominador de estructuras bastante precarias. Que si se tiene medicamento no se tiene médico, y si tiene médico no se tiene infraestructura”, confiesa.

Luther cree que los pocos recursos se orientan de forma directa al sistema de emergencia que está muy muy precario. Este mismo lo saquean, por la lejanía, por las dificultades. Asegura que las comunidades garífunas no están en la prioridad de los gobiernos. “Estamos en las prioridades pero para que nos saqueen”, mencionó.

“Si usted nos mira acá, en la Ensenada estamos rodeados de Resort. Hay grandes hoteles que han robado tierras en las comunidades garífunas. Originando conflictos bastante fuertes. Somos prioridad para que nos despojen de nuestros recursos, pero no para acompañar en la prioridad en el marco de la educación y la salud. Deberíamos tener unos centros muy bien ocupados de atención primaria y no se necesitaría salir de aquí.

Tenemos una cultura que sigue vigente y fuerte en sus raíces. Incluso en sus raíces en conocimientos ancestrales sobre medicina, hay que decirlo, eso de una u otra forma ayuda a la salubridad de las personas”, agregó.

Me hizo énfasis en la realidad de las personas garífunas, que como no son prioridad del gobierno, tuvieron que verse obligadas a crear sus propios mecanismos de contención y logística en el marco de la pandemia. Y con la colaboración de profesionales garífunas como los que ha mencionado.

“Médicos nuestros tuvieron apenas 16 casos positivos en el pasado y los pudieron manejar muy bien. Llamaron al doctor que es cardiólogo si tenían alguna duda, pero fue un esfuerzo comunitario. Y acompañados de OFRANEH y los patronatos, se establecieron puntos de medicina natural y tradicional, afortunadamente estamos ubicados en frente del mar donde la talasoterapia había sido algún elemento importante. Hay muchos escritos del poder de alcalinización que tiene el mar y que no le permite al virus el entorno para hacer su reproducción de modo factible”, me expuso.

La brigada de los 45 expertos llegó con todas las medidas de protección, incitando a las comunidades, a usar mascarillas, gel, alcohol, pero se puede ver que los niveles de mortalidad han sido bajísimos. Hoy las comunidades no tienen un efecto fuerte en la parte de mortalidad. 10 mil personas en el Triunfo de la Cruz y ninguna muerte. Un fallecimiento en Santa Rosa de Aguán. 7 mil habitantes en Limón y ningún fallecido. Contrario a los 80 miembros de la comunidad garífuna que expiraron en EE. UU, en el periodo comprendido hasta el mes de julio.

La respuesta de Luther, un hombre de ciencia, para la baja mortalidad en medicina natural y ancestral, es la coordinación entre la parte de medicina ancestral y el acompañamiento de los científicos.

“Siempre estos compañeros garífunas, desde que eran estudiantes estaban dispuestos a ir a las comunidades, cuando estudiábamos en la Escuela de Medicina Latinoamericana en Cuba todos nos íbamos a las comunidades a trabajar. 15 días de vacaciones era para trabajarlos en nuestras comunidades y otros 15 días para descansar. Ese espíritu solidario también fue inculcado en la Escuela Latinoamericana de Medicina de Cuba y ha sido para nosotros una gran escuela. Somos soldados prestos a esto. Hay compañeros de Puerto Lempira que financiaron ellos mismos su pasaje de 5000 lempiras, traen medicamentos y prestan sus servicios”, confiesa.

Rapto de garífunas en el Triunfo de la Cruz

El ceño fruncido de Luther cuando le dije que elementos vestidos como agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) habían raptado a los garífunas, y que me parecía importantísimo que esta brigada sea integral para brindarle asistencia psicológica a los familiares de los compañeros raptados.

“Fueron raptados cinco compañeros, donde fue raptado Snaider, luchador en defensa por el territorio. Entregada por todos los gobiernos en cursos. No por gente con indumentaria de la DPI, sino agentes de la DPI. Los raptaron. Snaider de 23 años lo que hacía era defender el territorio. Traemos un equipo de psicólogos que evaluarán a los familiares, pero que también harán un trabajo con las repercusiones por la pandemia. Viene otra compañera de San Pedro Sula que dirigirá este equipo, es necesario brindar esa asistencia integral”, expuso.

Agregó que se trataba de una brigada biopsicosocial en donde no sólo se mira al paciente desde un punto de vista biológico, como se entiende y enseña en el mundo tradicional médico de ver al paciente como músculo, anatomía y fisiología; no, ésta visita, la de la brigada de los 45 es holística, entendiendo al paciente desde un punto de vista en donde está enclavado en el entorno social, pero que ese entorno social es culturalmente diferencial. Con todos esos elementos profundos nosotros hacemos el enfoque y énfasis que debe llegar a cabo este abordaje, integral y cultural, que nosotros hacemos en esta brigada.

“Haremos cirugías que cuestan entre 20 mil, 30 mil y 40 mil lempiras, en áreas como ginecología y otras especialidades, etc. Por ejemplo, los casos más graves serán remitidos a los centros donde trabajan nuestros expertos. Ahí se les dará asistencia de forma gratuita”, comentó.

Tras esta charla, le pedí a Luther que me regalara un video para sintetizarme la brigada y analizarme el contexto de otros pueblos y otras luchas que se libran en Honduras. Él accedió contento, con un coco en la mano y tomándose fotos en la playa. Lo que más me sorprendió de Luther es que abría constantemente sus brazos frente al mar y decía: ¡qué belleza!

Resultados de la brigada médica: fue valorada con un beneficio de 1 millón de lempiras

Tres días después de mi visita a La Ensenada, en donde conversé con el doctor Luther, le consulté sobre los resultados de la brigada.

Me reveló que en total se atendieron 741 pacientes, 641 en Triunfo de la Cruz y 100 en Miami. Las atenciones fueron en áreas como medicina general, ginecología, cirugía pediátrica, psicología, pediatría, medicina interna, Medicina familiar, cardiología y endocrinología.

«Cada uno de los pacientes se fueron con 3 o 4 tipos de medicamentos y todos ellos gratuitos. Se realizaron 70 Ecocardiogramas, más de 100 electrocardiogramas y más de 100 ultrasonidos», añadió Luther.

Puntualizó que, tomando en cuenta el costo de cada una de las consultas de las distintas especialidades y los procederes realizados, el aporte sería de más de 1 millón de lempiras a la comunidad.

«Todo esto sin ayuda del Gobierno», cerró Luther.

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