Por: Redacción CRITERIO
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Tegucigalpa, Honduras. Frente a un altar ceremonial que convoca al espíritu de Berta Cáceres, los movimientos sociales y populares de Latinoamérica y el mundo concluyeron el segundo día del Encuentro Internacional de los Pueblos “Berta Cáceres Vive”.
Luego de las largas jornadas de discusión, en las que se concretaron acciones a nivel internacional contra los modelos de despojo territorial, representantes de más de 150 organizaciones nacionales e internacionales se tomaron tiempo para expresar su reconocimiento al trabajo de defensa que caracterizó a Berta Cáceres.
“Las mujeres estamos en alto riesgo, no solo por la violencia machista y patriarcal, sino también por la violencia política. A Berta la hicieron silenciar, pero está encarnada en cada una de nosotras”, recordó Auxiliadora Romero, del Movimiento Comunal de Matagalpa, Nicaragua.
Conscientes que el asesinato de Berta Cáceres fue por su lucha y la lucha del COPINH, vinculado al criminal modelo extractivista, neocolonial, y femicida que dirige la extrema derecha hondureña e internacional, el movimiento social y popular de Honduras se comprometió a continuar el proceso de articulación interna y el fortalecimiento de “nuestras propuestas para robustecer la acción internacionalista, donde Berta y su práctica es inspiración y horizonte”.
“Todo esto viene a fortalecernos, sí podemos, y cuando compartíamos con Berta en algunos eventos ella siempre decía moriré hasta el final, eso nos fortalece a decir nosotras si vamos a luchar hasta el último momento”, expresó Dilcia Vásquez, de la Red de Mujeres Contra la Violencia en Santa Ana, Francisco Morazán.
En el encuentro se consensuaron ideas, propuestas y articulaciones colectivas entre organizaciones, países e iniciativas políticas para transformar las consecuencias de los modelos extractivistas y neoliberales.
Claudia Ramos, Otros Mundos México, dijo que “organizadas y unidas podemos hacerle frente a todo esto que nos está pasando en nuestros territorios y darnos cuenta que existe otro modelo de vida distinto a este modelo que nos quieren vender”.
Al finalizar las expresiones de solidaridad y artísticas hacia el pueblo lenca por su lucha contra la instalación del proyecto hidroeléctrico, de despojo y muerte, “Agua Zarca”, impulsado por la Empresa de Desarrollos Energéticos S.A. (DESA), se invitó a que con energía y unidad ética “arreciemos la lucha, no renunciemos nunca a la esperanza y a vivir por adelantado la utopía de justicia, libertad y autonomía que es nuestro legítimo proyecto de vida y felicidad en esta tierra”.
“No tiene precio el hecho de compartir con todos nuestros hermanos lencas, garífunas y pech, la lucha debe de ser de todos los hermanos y hermanas”, expresó Zulema Cruz, defensora de los derechos de las mujeres.