Por: Redacción CRITERIO
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Tegucigalpa.- Las autoridades de la Universidad Nacional de Agricultura al mando de Marlon Escoto, en vez de pronunciarse sobre los serios señalamientos que se hacen en su contra y sobre las condiciones infrahumanas en que viven los estudiantes, la emprendieron contra el diputado Edgardo Casaña por el hecho de ser maestro.
El informe presentado por la comisión parlamentaria, destaca la falta de un rector al mando de la Universidad, la falta de un Consejo Directivo Universitario, la carencia de un manual de puestos y salarios, un marcado nepotismo y las condiciones infrahumanas en que viven más de 4200 estudiantes internos.
Ante estos señalamientos las autoridades respondieron con un comunicado donde se dirigen personalmente contra el diputado Casaña y no contra los ocho diputados que emitieron el informe.
En su comunicado arguyen que la Universidad Nacional de Agricultura goza de independencia y gobierno autónomo para resolver los asuntos internos de conformidad al debido proceso.
Además rechazan una intervención de cualquier índole y lanzamos un llamado de alerta internacional a todas las instituciones del concierto de universidades públicas de la región aglutinadas en el Consejo Superior Universitario Centroamericano y del caribe (CSUCA), así como, a la Unión de Universidades de América Latina (UDUAL), para velar por la defensa de la autonomía y la no injerencia en los asuntos internos, condición irrenunciable de las universidades.
Apuntan que la Rectoría reitera su compromiso y apertura para resolver los asuntos internos por la vía del diálogo y del consenso, recurso que no han sido capaces de utilizar y acusan a los estudiantes de haber roto un dialogo que ellos fueron incapaces de sostener debido a la prepotencia que les ha impreso el rector Escoto.
Estudiantes afines
Por su parte un grupo de estudiantes afines a Escoto, también emitieron su comunicado donde repiten los mismos términos usados por las autoridades dejando muy claro que son voceros del actual rector y acusando también a los diputados Darío Banegas y Edgardo Casaña de no haberlos escuchado, desconociendo que los parlamentarios fueron a escuchar el problema no a los acomodados.
Estos alumnos que dicen llamarse “estudiantes por el retorno a clases” en ningún momento señalan los desaciertos de Escoto y los problemas que hay en la universidad como el hacinamiento, el nepotismo y los enormes problemas administrativos y de funcionamiento que los diputados pudieron constatar y que plasman en su informe.
