Fuentes oficiales e informes internacionales señalan que las dos ciudades más importantes de Honduras han mostrado una significativa reducción en la tasa de homicidios en los últimos años, a pesar del aumento de la narcoactividad en la región.
Por: Katerin Galo
Tegucigalpa. -San Pedro Sula y Tegucigalpa bajan a los lugares 42 y 45, respectivamente, en la lista de las ciudades más peligrosas del mundo que realiza el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal de México.
El informe, con datos de 2022, posiciona a San Pedro Sula en el lugar 42 con 278 homicidios, con una población de 771,227 habitantes lo que refleja una tasa de 36.03 por cada 100 mil habitantes; y al Distrito Central (Tegucigalpa y Comayagüela) en el lugar 45 con 389 homicidios, con una población de 1,185,662 habitantes y una tasa de 32,81 homicidios por cada 100 mil habitantes.
Aunque no cuestiona los datos del informe, el criminólogo hondureño Nery Ordoñez, dice que sería importante conocer las fuentes de información o los perfiles utilizados para su elaboración, porque la violencia tiene muchos factores y componentes.
La violencia se puede asociar al narcotráfico, crimen organizado, maras y pandillas o a la delincuencia común.
El Consejo para la Seguridad Pública y Justicia Penal de México viene haciendo el análisis desde hace 15 años, enfocándose en las urbes con más de 300.000 habitantes.
El organismo ubicó por sexto año consecutivo a la ciudad mexicana de Colima como la más violenta del mundo con 181,94 homicidios por cada 100 mil habitantes.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal coloca como los responsables del derramamiento de sangre en la ciudad de Colima a las milicias privadas de los grupos criminales que están en guerra y un informe de la
Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) de México, de octubre del año pasado, refirió que la violencia en Colima era responsabilidad de los cárteles de Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Mezcales y el Cártel de Sinaloa, quienes buscan tomar el control del tráfico de drogas y de otras actividades delictivas.
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HONDURAS, UN NARCO ESTADO
En los últimos años Honduras ha sido catalogado como un narcoestado, inicialmente por el trasiego de drogas provenientes de Sudamérica rumbo a Estados Unidos. Sin embargo, en los últimos años este país centroamericano pasó a ser productor de coca y de instalar en su territorio laboratorios donde se procesa la cocaína. Esto sin duda contribuye a fomentar la violencia y criminalidad, aunque no necesariamente se refleje en la tasa de homicidios.
“Dejamos de ser un lugar de paso de droga a ser un fabricante, a tener producción de cocaína”, dijo Nery Ordóñez, quien de cierta manera reconoce como algo positivo la implementación, a partir del 6 de diciembre de 2022, del estado de excepción para disminuir la violencia por parte del gobierno de Xiomara Castro.
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El concepto de narcoestado comenzó a tomar fuerza en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, cuando en los juicios de narcotraficantes, los fiscales aducían que el tráfico de drogas era facilitado por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
De hecho, el concepto de narcoestado ha sido admitido por funcionarios del gobierno de Xiomara Castro, como la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva y el asesor presidencial Manuel Zelaya, quien atribuye este flagelo una herencia del expresidente Juan Orlando Hernández, quien se enfrenta a un juicio en Estados Unidos por tres delitos de narcotráfico.
DISMUNICIÓN DE LA TASA DE HOMOCIDIOS
Honduras ha venido registrando un descenso significativo en la tasa de homicidios. Ejemplo de ello es que en 2016 la ciudad de San Pedro Sula ocupó el tercer lugar de las ciudades más violentas del mundo, mientras que en el 2017 bajó al lugar 26.
La Red Interamericana de Prevención de la Violencia y el Delito, de la Organización de Estados Americanos (OEA), compartió en su sitio web el ranking del 2016, en el que se puede evidenciar la disminución de la violencia en Honduras. En esta medición San Pedro Sula disminuyó su tasa a 54.34 y el Distrito Central a 43.59, por cada 100 mil habitantes.
Durante los años 2011, 2012, 2013 y 2014 San Pedro Sula ocupó el primer lugar como la urbe más peligrosa del mundo con tasas hasta de 159 homicidios por cada 100 mil habitantes. Mientras que Tegucigalpa se ubicó en el tercer lugar.
Un informe de la Policía Nacional de Honduras señala que durante enero de 2023 los homicidios se redujeron en toda la geografía nacional en un 50% como resultado del estado de excepción que está en vigor desde el 6 de diciembre de 2022.
El estado de excepción, que implica la suspensión de varias garantías constitucionales, se ha venido aprobando por decretos del Poder Ejecutivo. De momento se han aprobado tres, el más reciente entró en vigor el 21 de febrero y estará vigente hasta el 6 de abril, en 163 municipios de los 298 del país.
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Las cifras presentadas por la institución policial indican que en enero de 2022 se registraron 382 homicidios, mientras que en enero de 2023 se reportaron 239; en lo que va de febrero del presente año se han registrado 137 y a la misma fecha de febrero del 2022 se contabilizaron 138.
Además, el Sistema Estadístico Policial en Línea (Sepol) señala que de 2013 a 2022 se ha visto una tendencia a la baja en la tasa de homicidios, pasando de una tasa de 77.45 a 29.32.
Entre tanto, el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH) refiere que el 2022 cerró con una tasa de 37.4 de homicidios por cada 100 mil habitantes.
