Tegucigalpa, Honduras.- A pesar de que el 19% del presupuesto general de la Secretaría de Seguridad para el ejercicio fiscal de 2024 fue destinado al servicio de investigación delictiva, los resultados de esta dependencia, específicamente la Dirección Policial de Investigación (DPI), siguen siendo insatisfactorios, según analistas consultados por Criterio.hn.
De acuerdo con información publicada en el portal de transparencia de la Secretaría de Seguridad, del presupuesto general de la Policía Nacional en 2024, que asciende a 11,651,738,277.00 lempiras, se destinó el 18.66% al área de «servicios de investigación delictiva.
Aunque esta asignación presupuestaria podría incluir a varias dependencias policiales dedicadas a labores investigativas, como la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (Dipampco), en la práctica se concentra principalmente en la Dirección Policial de Investigación (DPI), con un total de 2,175,099,711.00 lempiras (18.66%).
Hasta mayo de 2024, según la información más actualizada en el portal de transparencia, las autoridades de la cúpula investigativa policial ya habían ejecutado 190,059,649.64 lempiras, lo que representa el 8.74% de los 2,175,099,711.00 lempiras asignados.
Aunque en simples cálculos se podría entender que las autoridades están reforzando e impulsando la investigación criminal y delictiva, la realidad que percibe la población dicta lo contrario. De hecho, que Honduras esté bajo un estado de excepción parcial desde el seis de diciembre de 2022 solo ha venido a desnudar las falencias que tiene la institución en materia de pesquisas.
Por ejemplo, según diversos análisis de datos expuestos por Criterio.hn en distintos escenarios, la conclusión es que la principal fragilidad de la Policía radica en la investigación. Actualmente, la mayoría de los arrestados durante el estado de excepción quedan en libertad por falta de una pesquisa concreta que demuestre su culpabilidad o vínculo con algún delito.
La fragilidad no solo se evidencia en los procesos de captura, sino también en los allanamientos de viviendas realizados durante el estado de excepción. En gran porcentaje, estos allanamientos han resultado ineficaces, ya que en las casas no se encontraba ni el sospechoso ni se hallaron armas, drogas o cualquier tipo de evidencia que justificara la acción policial que, en gran mayoría, son perpetrados con violencia y abuso de autoridad.
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PRECARIEDAD EN MATERIA INVESTIGATIVA
Para el criminólogo Dennis Castro Bobadilla, los procesos de investigación de la Policía Nacional han sido históricamente deficientes y, en algunos casos, manipulados por los propios agentes. Estos abusos de autoridad incluyen la sustracción de evidencias o la entrega de investigaciones falsificadas con el objetivo de inculpar injustamente a una persona o perjudicarla en el proceso judicial.
“Históricamente, la eficacia de la investigación policial ha sido deficiente. Se han registrado casos en los que policías han manipulado evidencias o sustraído información para beneficiar o inculpar a personas. Estos incidentes rara vez salen a la luz, ya que las autoridades los mantienen en opacidad para evitar dañar aún más la imagen de una institución ya deteriorada”, opinó Bobadilla.
Bobadilla añadió que las investigaciones realizadas por la Policía en casos criminales a menudo carecen de fundamento sólido, lo que permite que los delincuentes sean liberados dentro de las primeras 24 horas o incluso antes.
“La Policía Nacional posee capacidad operativa, pero carece de efectividad en sus labores investigativas. No se obtienen resultados consistentes. Más de 10,000 personas han sido asesinadas sin que se haya identificado a los responsables. Además, hay individuos en prisión debido a pruebas manipuladas por los propios agentes”, precisó Badilla, expresidente del Congreso Nacional.
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EN LA ACTUALIDAD HAN SURGIDO CASOS QUE AGUDIZAN LA PERCEPCIÓN
De hecho, la subsecretaria de Seguridad, Julissa Villanueva, ha señalado que la investigación policial es un completo fracaso, una realidad que se ha puesto de manifiesto con los recientes casos criminales. Según Villanueva, las supuestas medidas tomadas por las autoridades son más severas, pero han demostrado ser ineficaces.
“La investigación policial en Honduras es un completo fracaso. Las actuales autoridades de la Secretaría no están haciendo esfuerzos para mejorar la ciencia y la investigación. Solo se limitan a hacer shows mediáticos diciendo: ‘Vamos bien. Ya tenemos a los posibles sospechosos’”, denunció la funcionaria.
Villanueva, quien dirigió Medicina Forense del Ministerio Público entre 2013 y 2018, criticó la gestión de la Policía en el caso del asesinato de cinco jóvenes que fueron secuestrados el pasado el 23 de junio y encontrados sin vida el 28 y 29 del mismo mes, en una zona montañosa de Tatumbla, Francisco Morazán, cerca de la capital.
Aunque se ha informado que los responsables de estos homicidios múltiples ya han sido capturados y están enfrentando un proceso judicial, el trabajo de investigación realizado por la Policía ha sido cuestionado. Se alegó que no actuaron con la debida diligencia, lo que permitió el asesinato de las víctimas, quienes estaban trasladando pertenencias de una vivienda a otra en la capital.
Además, Villanueva denunció que al hacer este tipo de señalamientos hacia la cúpula policial ha sido objeto de supuesta persecución por parte de las autoridades, que ha incluido desde atentados hasta el despido de todo el personal de su despacho en la Secretaría de Seguridad.
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