Tegucigalpa.- Falta de documentación soporte, expedientes extraviados e inversiones no autorizadas, entre otras irregularidades, son parte de los hallazgos de una auditoría especial realizada por el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) para verificar el uso y destino de un financiamiento otorgado hace casi 19 años al Instituto Hondureño del Café (Ihcafe).
En septiembre de 2002, el Congreso Nacional autorizó que la Secretaría de Finanzas otorgara al Ihcafe un préstamo de 20 millones de dólares (475.8 millones de lempiras al cambio actual) para atender al sector caficultor que atravesaba “una de las peores crisis económicas de su historia, causada por la fuerte caída de los precios del café en el mercado internacional debido a una sobreoferta mundial”.
Los fondos, provenientes del gobierno de China (Taiwán), debían ser distribuidos a los productores de café “en calidad de préstamo” y destinados “para atender necesidades básicas relacionadas con el mantenimiento y sostenibilidad de la empresa cafetalera”, según el decreto 297-2002.
El gobierno, a través del Consejo Nacional del Café (Conacafe), y las organizaciones de productores de café velarían por la aplicación eficiente y transparente de ese decreto.
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En una auditoría especial realizada para determinar el uso y distribución de esos recursos, el TSC encontró varias “debilidades administrativas”, como el ente fiscalizador denominó las irregularidades detectadas.
Una de ellas fue el incumplimiento del Conacafe “al no emitir los criterios de utilización para capitalizar el Instituto de Previsión del Caficultor y mejorar la calidad educativa del sector cafetalero”.
En su lugar, “los fondos disponibles se invirtieron en certificados de depósito en diferentes instituciones bancarias” por un monto de 164 millones 702,196.31 lempiras “que no produjeron beneficios directos al sector cafetalero”, que era el objetivo primordial del préstamo.
La auditoría detectó también diferentes entre el gasto ejecutado y la documentación soporte en el caso de varias partidas contables relacionadas con un fondo de 25 millones de lempiras autorizados para atender la plaga de la roya.
El TSC halló también que la base de datos de los productores de café beneficiados con el préstamo no está actualizada: “Se comprobó que algunos productores vendieron su propiedad o la heredaron, otros fallecieron y se encuentran activos en el sistema, otros dejaron de cultivar café y en algunos no se registra la dirección de sus propiedades”, se reporta en la auditoría.
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También se detectó que, de los 81,888 expedientes de los productores beneficiados, “26,659 están en calidad de extraviados” y “según declaraciones oficiales fueron sustraídos de la bodega donde se encontraba resguardada la documentación soporte”.
La auditoría detectó que 13,047 productores debieron pagar al 2018 la suma de 54,021,368.80 lempiras, sin embargo, pagaron al mismo año la cantidad de 96,700,698.71 lempiras, pagando de más la suma de 42,679,329.91 lempiras.
Otra “debilidad”, como calificó el TSE estas irregularidades, “consiste en que el Ihcafé realizó inversiones en Certificados de Depósito no autorizadas por el Conacafe”.
Tanto el Ihcafe como el Conacafe fueron notificados por el TSC de este informe que contiene “opiniones, comentarios, conclusiones y recomendaciones de implementación obligatoria y estricto cumplimiento”.
El Ihcafe deberá presentar en 15 días hábiles el Plan de Acción para ejecutar las recomendaciones tendientes, entre otros propósitos, a recuperar los préstamos desembolsados.
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