Por: Omar Menjivar
En una república independiente y soberana, con un sistema de justicia medianamente próximo a los estándares de un Estado de Derecho, es inadmisible la extradición de nacionales suyos a otro Estado para que sean juzgados.
No obstante, cuando el Estado de Derecho ha sido desmantelado y las instituciones que constituyen todos los eslabones del sistema de justicia, han sido colocadas bajo un mando único y vertical contra el cual hay serios y demostrados señalamientos relacionados con vínculos al narcotráfico y en la planificación, ejecución, dirección y beneficio directo de gigantescos actos de corrupción pública, aunque con vergüenza, debemos reconocer que la extradición representa la única esperanza de justicia para que sean castigados los principales narcotraficantes del país.
Eso lo tienen claro los que dirigen el país y particularmente quien ejerce la presidencia de la República, por ser el principal sindicado en cortes de Estados Unidos como CC4, jefe del narcotráfico en Honduras.
Por ello, identifican en la extradición su principal amenaza, y aunque CC4 siempre se ha promocionado como el impulsor de la reforma del artículo 102 constitucional, que permitió la extradición (que a decir verdad fue una imposición de EEUU, que no pudo resistir el gobierno de Pepe Lobo), ahora hará lo que sea necesario para inocuizarla como amenaza que lo inquiete.
No en vano, nunca aprobaron una ley que regulara la aplicación de la extradición, que, vale decir, siempre fue prohibida, casi a nivel de sacra protección, hasta antes de la referida reforma y operativizaron la figura a través de un auto acordado (que no es ni puede ser ley en estricto sentido) emitido por la Corte Suprema de Justicia, que, por mandato constitucional no puede dejar de resolver una solicitud, cualquiera que sea, bajo pretexto de ausencia de ley u oscuridad de la misma.
La jugada que yo anticipo que llevará a cabo la narco dictadura, será la de anular (por vía de algún recurso que resuelva la Sala de lo Constitucional) el auto acordado y de esa manera deja de existir la herramienta procesal que le da vida al procedimiento para llevar a cabo una extradición, por tanto, de llegar una solicitud de extradición contra JOH, por ejemplo, no se le podría dar curso y mucho menos resolver, por no existir un procedimiento legal para hacerlo.
Prometerán la aprobación de una ley que nunca van a aprobar, o, al menos no lo harán durante el tiempo que les convenga, con lo cual propician un limbo indefinido que les haría ganar tiempo para que en Estados Unidos prescriba la posibilidad de enjuiciarlo, habida cuenta de que en Estados Unidos una vez iniciado un proceso penal a través de una acusación formal en una corte, si ese proceso se mantiene inactivo por un término de cinco años, ese proceso se extingue.
Sin embargo, para garantizar la eficacia del plan, el hombre necesita permanecer en el poder, directamente o través de un testaferro, y con ese fin, no me cabe duda que hará lo necesario, incluido evitar las elecciones generales, bajo cualquier argucia. Para él, para CC4, es vital continuar en el poder.
Ojalá yo solo esté alucinando.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
3 respuestas
Sienten pasos de animal grande
Estimado abogado Menjivar no creo que sea una alucinación lo que planteas. Es lo más obvio que le queda a JOH y su pacotilla de ratas. Harán lo que sea para no salir del poder y seguir en la impunidad.
JOHVID HDP