Con más del 84% de las actas procesadas, Nasry Asfura supera por unos 23,600 votos a Salvador Nasralla, tras un “apagón” del sistema que reavivó los fantasmas de fraude y puso bajo sospecha al Grupo ASD y al cuestionado TREP.
Analistas electorales coinciden en que las fallas técnicas, la eliminación de candados de verificación y los apagones del sistema han dejado la elección en un limbo de alta incertidumbre.
Tegucigalpa, Honduras. – Con más de 84% de las actas procesadas, el Consejo Nacional Electoral (CNE) reporta que Nasry Asfura, del Partido Nacional y respaldado por Donald Trump aparece ahora con una ligera ventaja, rondando el 40% de los votos, mientras Salvador Nasralla, del Partido Liberal, se ubica unas décimas abajo, también cercano al 40%. Hasta la noche anterior, el panorama era inverso: Nasralla encabezaba el recuento con una ventaja estrecha cuando el conteo avanzaba alrededor del 80%, lo que alimenta la percepción de “giro” tras las fallas del sistema.
La nueva actualización del CNE, difundida entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves, confirmó que Asfura superó a Nasralla por unos 8.000 a 9.000 votos, manteniendo una diferencia mínima. En paralelo, la candidata del partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada, permanece en un distante tercer lugar, por debajo del 20%, lo que profundiza la lectura de una disputa esencialmente bipartidista en el nivel presidencial.
Sobre esta remontada del candidato de Trump, Salvador Nasralla denunció que, la madrugada de este jueves 4 de diciembre, el sistema de divulgación sufrió un “apagón” de pantalla tras el cual —según afirmó— un algoritmo similar al utilizado en 2013 habría intercambiado los resultados, trasladando más de 1,081,000 votos que se le atribuían a su candidatura a la columna de Asfura y, a la inversa, adjudicando a su favor los alrededor de 1,073,000 votos que antes figuraban para el aspirante nacionalista.
En ese contexto, exigió investigar a la empresa colombiana Grupo ASD, a la que vinculó con el exgerente de Empresa Energia Honduras (EEH), Germán Martell, y con el candidato al Parlacen por el Partido Nacional, Walter Castellanos, y advirtió que el pueblo hondureño “no permitirá que se repita la curva de Batson”, llamando a que “jueguen limpio” en el cierre del escrutinio.
Aunque el candidato liberal ha denunciado insistentemente la inflación de actas y argucias para favorecer a su rival, declaró a medios de comunicación que, si los resultados del CNE coinciden con las actas de su partido y Nasry Asfura resulta ganador, lo felicitará públicamente, pese a que mantiene su convicción de que él ganará la contienda electoral.
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“NO ES DESCABELLADO HABLAR DE FRAUDE”
El fantasma del fraude electoral no aparece por capricho, sino por un cúmulo de decisiones técnicas y políticas que debilitaron la confianza en el sistema de transmisión de resultados, advirtió Osiris Payes, experta en auditoría social del Centro de Estudios para la Democracia (CESPAD).
En entrevista con Criterio.hn, recordó que desde junio las discusiones sobre el sistema paralizaron durante casi dos meses al (CNE) y que, pese a que los pliegos de condiciones y sus enmiendas prometían un TREP robusto, con triple llave de seguridad y blindado contra inyecciones externas de información, esa arquitectura nunca llegó a implementarse plenamente. “No es descabellado pensar en el fraude”, resumió.
Payes explicó que la empresa finalmente adjudicada, el grupo ASD, obtuvo una calificación perfecta en las pruebas técnicas en ambiente controlado, pero en las pruebas públicas y el simulacro nacional mostró una brecha evidente entre lo prometido y lo ejecutado. Según detalló, la compañía no presentó las versiones finales del sistema después de los simulacros, ni cumplió con el sellado de triple llave acordado para que cualquier modificación requiriera la autorización unánime del pleno del CNE. Aun así, el país llegó al 30 de noviembre con un sistema que no había superado satisfactoriamente el simulacro nacional y que ni siquiera logró transmitir todas las actas de prueba.
Para la especialista, otro punto crítico fue la eliminación de validaciones clave dentro del sistema de transmisión, que originalmente debían marcar como “inconsistentes” actas con más votos que electores registrados o discrepancias con el sistema biométrico. Al suprimir esos candados, se abrió espacio para que miembros de juntas receptoras de votos, por error o de forma intencionada, subieran actas adulteradas sin que el sistema las bloqueara. Payes indicó que hoy se observan mesas con cifras inéditas de votantes, superiores a la carga máxima esperada, lo que alimenta las sospechas y la narrativa del fraude desde distintos partidos.
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UN TREP FRACASADO Y UNA ELECCIÓN EN SUSPENSO
Héctor Soto, analista electoral, calificó como un “rotundo fracaso” el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) con el que se realizan las elecciones generales en Honduras y advirtió que la contienda presidencial se desarrolla “con un instrumento que claramente no funciona”. Recuerdó que el sistema nació bajo fuerte controversia, desde la disputa sobre si el flujo de información debía tener o no intervención humana, hasta las dudas que generó la participación de Smartmatic en el proceso de ofertas, para terminar con una adjudicación unánime a ASD, una empresa con poca experiencia en este tipo de proyectos. “Estamos viendo en tiempo real cómo se avanza en el conteo de votos con un instrumento fallido”, subrayó.
En un contexto de resultados extremadamente ajustados, Soto consideró que lo que hoy “salva” la jornada electoral, entre comillas, es que los dos partidos en disputa son fuerzas de oposición que, durante la campaña, se unificaron en su rechazo a Libertad y Refundación y comparten los mismos mediadores de poder. Mencionó el liderazgo de la Embajada de Estados Unidos, la influencia del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) y la cercanía con jerarcas de las iglesias católica y evangélica como factores que ayudan a contener el descontento en las calles. Sin embargo, advierte que la competencia se ha convertido en una “caricaturización de la campaña electoral”, reducida a un juego casi jocoso sobre quién rebasa a quién en el tablero, mientras se normaliza la irresponsabilidad del sistema.
Sobre el estrecho margen que hoy coloca a Asfura por delante de Nasralla, Soto estima que todavía es posible una remontada, dado que falta por escrutar alrededor del 20% de las actas y la diferencia no llega ni al 1%. No obstante, reconoció una “incertidumbre muy alta” y plantea que es válido hablar de un posible fraude, por lo que apuesta por un escrutinio acta por acta que permita contrastar los resultados del TREP con los conteos físicos. “Ojalá que el mismo que gane en el TREP gane en el escrutinio”, afirmó, al recordar que ya han pasado cuatro días desde la elección y el país aún no sabe quién gobernará los próximos cuatro años.
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CNE LLAMA A LA CALMA ANTE VARIACIÓN DE RESULTADOS
Esta tarde, en conferencia de prensa, las consejeras del CNE explicaron que el escrutinio avanza mediante dos procesos de contingencia para completar el conteo de votos a nivel nacional. Detallaron que, en una primera fase, se prioriza el procesamiento departamental en Francisco Morazán, La Paz, Copán, Yoro, Valle, Choluteca, El Paraíso, Olancho, Santa Bárbara, Intibucá, Islas de la Bahía y Gracias a Dios, mientras que los departamentos de Lempira, Cortés y Atlántida aún está pendiente el escrutinio.
Además, informaron que en la contingencia 2 (actas con inconsistencia) se transcribirán las actas que no fueron escaneadas ni ingresadas al sistema de transmisión preliminar, con el fin de incorporarlas al cómputo oficial.
Las autoridades electorales reconocieron que han recibido denuncias de actas con inconsistencias, pero aclararon que estas no están siendo sumadas al conteo y que pasarán a un escrutinio especial, donde las mesas serán integradas por representantes de los partidos políticos y vigiladas mediante cámaras de seguridad.
Advirtieron que, mientras sigan ingresando nuevas actas al sistema, los resultados continuarán variando y subrayaron que cualquier evaluación sobre el desempeño de la empresa tecnológica se hará hasta el final del proceso. En un mensaje directo a los candidatos, Ana Paola Hall recordó que “la prisa es enemiga de la legitimidad” y pidió paciencia. De acuerdo con Hall, los resultados que entregue el CNE serán definitivos, se darán dentro del plazo que marca la ley y, para ello, solicitó a los aspirantes y a la ciudadanía “tener paciencia y confianza” en el desarrollo del escrutinio.
Al cierre de este artículo, Nasry Asfura mantiene la delantera con 1,116,473 votos, frente a los 1,092,793 que suma Salvador Nasralla, lo que supone una diferencia de 23,680 sufragios entre ambos.
