El crimen no solo se ha infiltrado entre estudiantes, sino que los criminales también han utilizado instituciones educativas públicas como refugio para escapar de las autoridades
Foto portada: Escuela 11 de Junio ubicada en la colonia Nueva Suyapa, Tegucigalpa, capital de Honduras.
Tegucigalpa, Honduras. – En Honduras, las escuelas públicas enfrentan una grave crisis: muchas han sido utilizadas como refugio por miembros de estructuras criminales que buscan evadir a las fuerzas de seguridad.
Una investigación reciente de Criterio.hn reveló serias irregularidades en la adjudicación de contratos para ejecutar el plan de reconstrucción de escuelas. Este proyecto, gestionado por la Secretaría de Educación e implementado durante el gobierno de Xiomara Castro, ha sido señalado por corrupción en la selección de las empresas responsables.
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INSEGURIDAD EN ESCUELAS
Durante su labor de investigación, Criterio.hn visitó varios centros educativos públicos de Tegucigalpa, la capital del país, que han sido intervenidos como parte del plan.
En conversaciones con los directores de estas instituciones, se constató que, aunque se realizaron reparaciones, estas son insuficientes para abordar las profundas deficiencias de infraestructura que afectan a los centros educativos.
Además de las limitaciones estructurales, persiste un problema aún más alarmante: la inseguridad. Las escuelas ubicadas en zonas controladas por maras y pandillas operan bajo condiciones de riesgo constante.
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CRIMINALES SE REFUGIAN EN LA 11 DE JUNIO
Una de las escuelas que enfrenta problemas de inseguridad es el centro educativo 11 de Junio, ubicado en la aldea Suyapa de la capital. Una docente, que por seguridad prefirió omitir su nombre, informó que miembros de maras y pandillas ingresan en la escuela durante la noche mientras son perseguidos por agentes de seguridad de Honduras.
“Nosotros no tenemos vigilante; tenemos una persona que cuida, a quien los padres le pagan 200 lempiras diarios. Es algo simbólico, no puedo exigirle más de lo que hace”, expresó la docente.
En una ocasión, la docente tuvo que ir a la escuela a altas horas de la noche porque varios pandilleros habían ingresado y destruido material y aulas. “Esa vez incluso entraron a la cafetería y rompieron huevos contra la pared. Lo peor es que muchos son exalumnos que ahora forman parte de las pandillas”, lamentó.
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INFILTRACIÓN DEL CRIMEN EN ESCUELAS
Las denuncias de falta de seguridad también provienen de varios centros educativos, como la Escuela Rural Mixta El Futuro, ubicada en Nueva Arcadia, Francisco Morazán, y el Centro de Educación Polivalente Germania, ubicado en la colonia Germania de la capital. Ambos demandan apoyo en seguridad para sus instalaciones.
Es relevante destacar que los criminales no solo han querido apropiarse de la infraestructuras escolares aprovechándose de la noche y falta vigilancia continua en los centros sino también han pretendido infiltrarse dentro de los estudiantes.
Por ejemplo, un estudio realizado por la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) en 2023 reveló que, de una muestra de 3,197 centros educativos, el 8 por ciento de los docentes, del total, dijo haber recibido amenazas por parte de padres de familia o estudiantes.
Asimismo, un informe reciente de la Defensoría del Pueblo de Honduras descubrió que, entre 2016 y 2021, unos 269 docentes fueron forzados al desplazamiento o estuvieron en riesgo inminente de ser desplazados debido a amenazas de alumnos o padres de familia.
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Periodista comprometida con Honduras, amante de los animales, las letras y la justicia. He escrito para medios nacionales e internacionales, creo fielmente que desde esta trinchera se puede incidir para lograr verdaderos cambios en favor de los sectores más vulnerables. Ver todas las entradas