Por: Redacción CRITERIO
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Tegucigalpa.- Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) se tomaron este jueves las vías aledañas a este centro de educación superior en Tegucigalpa, manifestándose en el marco del primer aniversario del crimen de la líder indígena Berta Cáceres y exigiendo justicia.
Un par de horas más tarde, un grupo antimotines llegaron a la zona a desalojar a los jóvenes. En el lugar las fuerzas represivas lanzaron bombas lacrimógenas para liberar el respectiva vía de comunicación y permitir el libre tránsito de vehículos y personas.
Los estudiantes se refugiaron dentro de las instalaciones de la máxima casa de estudios tras ser desalojados y utilizaron las mangueras para rociar agua y así disminuir los efectos del gas pimienta que les lanzaba la policía.
Ver Vídeo aquí… (Colaboración de Ronnie Huete)
Los jóvenes alumnos protestaban exigiendo justicia por la reconocida ambientalista quien mañana cumplirá un año de haber sido asesinada por la defensa de los bienes naturales que ejercía en el municipio de La Esperanza, en el departamento de Intibucá, al occidente de Honduras.
A un año de su vil asesinato, varias organizaciones y medios internacionales reconocidos han hecho señalado la poca investigación en torno a este caso que impactó a nivel mundial.
Recientemente Amnistía Internacional lamentó que en Honduras las personas que defienden el medio ambiente estén desprotegidos y a la vez denunció que la investigación en el caso de la ambientalista Cáceres “es una vergüenza” porque a un año de su muerte no hay nadie preso y no se por donde puedan investigar a los autores intelectuales del crimen.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
Un comentario
¿Qué pasó con el paquetazo que nos metieron al iniciar el gobierno de Joh?
El severo ajuste fiscal realizado en diciembre del 2013 ya para finalizar la administración de Pepe Lobo.
Con el decreto No. 278-2013 se aprobó el ajuste tributario como nunca se había hecho antes «Fortalecimiento de las finanzas públicas, control de las exoneraciones y medidas antievasión». Esta ley elevó el impuesto sobre venta del 12% al 15% y del 15% al 18%. Reduciendo a 80 elementos la canasta básica de alimentos cuando era de 160. Ampliando su cobertura a servicios de consumo como la energía eléctrica y el uso del teléfono. Como puede observarse ese decreto ha sido un duro golpe para la economía familiar y en especial para la inmensa mayoría pobre de Honduras. Hoy a tres años de su aplicación el gobierno de JOH declara con bombos y platillos que las recaudaciones de ingresos fiscales han superado las metas programadas, en el trienio 2014-2016, así: En suma se aprobaron 210,610.1 millones y lo recaudado ascendió a 233,117.8 millones; arrojando un superávit en los ingresos de 22,507.7 millones. Hay que hacer notar que el impuesto que mayor aporta a las recaudaciones es el impuesto sobre ventas con el 41.2%. Este es un impuesto que lo pagamos todos queramos o no. Esta medida se hizo con el fin de reducir el déficit fiscal que en enero 2014 ascendía al 7% y para cumplir con el FMI que exigió reducirlo al 2%. Esa medida se acompañó con las de reducción del gasto en especial en el renglón de sueldos y salarios cuyo compromiso fue reducir la masa salarial de 210,000 empleados públicos a 168,000 o sea un 20% compromiso no cumplido porque solo han logrado despedir cerca del 10% o 19,000 burócratas. También se han visto seriamente afectados los sectores sociales como lo son Educación y Salud pública reduciéndoles fuertemente sus presupuestos a tal grado que en el Hospital Escuela Universitario se quejan de un déficit presupuestario de 736 millones de lempiras. Siendo la causa del no abastecimiento de medicamentos y la no contratación de nuevos profesionales de la medicina.
Pero los funcionarios de esta administración publican con fanfarrias que siguen firmando acuerdos con los personeros del FMI mientras la clase más pobre y deprimida se aprieta la faja para estrujar cada vez más sus languidecidos huesos. Pero para los altos funcionarios del gobierno de JOH no importa que en los hospitales no haya medicinas o médicos o en los centros escolares no haya materiales o los techos se le esté cayendo a pedazos o se cierren a causa del constante hostigamiento por las extorsiones.