Por: Ronnie Huete*
Cuando los sectores de toda la oposición contra la dictadura y la guerra no declarada en Honduras, finalicen de fortalecer sus alianzas, los aires de libertad comenzaran a congelar la despiadada estructura autoritaria de su gobierno.
California, 10 de junio de 2016. La universidad es el reflejo del país, citaba una consigna en una huelga que lideraban los docentes y estudiantes en el año académico 2001 en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Una de las protestantes fue; Julieta Castellanos, actual rectora del Alma Mater de Honduras, otrora presidenta de la Asociación de Docentes de la UNAH.
Rectora de la UNAH, junto con el empresario panameño
Ricardo Maduro Joest (ex-presidente de Honduras 2002-2006)
15 años después, la funcionaria ha desencadenado una de las peores persecuciones contra el movimiento estudiantil a quien cataloga de criminal.
Estudiantes torturados públicamente, encarcelados y otros con órdenes de captura, solo por el hecho de protestar, y de querer ser parte de la academia y aportar conocimiento, es el escenario que Julieta perpetra en contra de los derechos humanos.
Julieta Castellanos, escribe su propia historia y pasa a los anaqueles de la historia como la rectora que fustigó a los universitarios.
Un verdadero académico, dialogaría con los estudiantes, quienes en la última década no han tenido ni voz ni voto en las decisiones de la Máxima Casa de Estudios.
Lo que ha involucionado en una dictadura desde la educación superior hondureña y cuyo contexto represor, se refleja desde las estructuras gubernamentales de Honduras.
El reconocido académico internacional Nelson Ávila, de origen hondureño, es el actual director de post-doctorados de la Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela y profesor de Post-doctorados en Economía, Ciencias Sociales, Geopolítica y de doctorados en Economía.
Este catedrático internacional describe una manipulación en la UNAH de parte de los grandes poderes financieros que se han adueñado de la energía eléctrica de Honduras, recursos naturales, la banca, y la estructura oligopolica que amarra a Honduras a un decadente Estado.
Ávila, es del criterio que detrás de la rectora está una minúscula elite financiera que controla a la nación centroamericana a su antojo.
Y es que este poder financiero, acostumbrado a ganar a través de la usura y la imposición, son los amos invisibles de la rectora Julieta Castellanos.
Organizaciones de derechos humanos como el Comité por la Libertad de Expresión, apuntan que el gobierno de Juan Orlando Hernández, tiene la directriz de criminalizar cualquier protesta social en Honduras y penalizarla hasta con 15 años de cárcel.
La carta universal de los derechos humanos, protege el derecho a protestar en cualquier parte del mundo, pero bajo una dictadura como la que vive Honduras, es un derecho inválido.
Pese a las masivas protestas que se han efectuado en la UNAH, en contra de un plan de arbitrios que afirma la privatización de la educación pública superior, y que los universitarios valientemente se han opuesto a él, Julieta Castellanos ha enaltecido la apología del odio contra los estudiantes, a través de cierto sector de la prensa.
Pero el apoyo de este grupo financiero que posee la rectora de la UNAH, es tal, que hasta ha logrado llevar acusaciones ante el Ministerio Público de Honduras contra los estudiantes.
Cierta prensa hondureña son fieles a ser los gamberros de Julieta Castellanos
Y es que cierto sector de la prensa hondureña no desempeña el periodismo, pero sí se prestan hacer los gamberros de Julieta Castellanos, para despotricar en contra de la valentía y el legitimo derecho de los universitarios en su exigencia de tener paridad estudiantil, dentro del consejo universitario de la UNAH.
La voz de los estudiantes, ha despertado como una catapulta guerrera que lanza el inicio de lo que puede convertirse en una emancipación de la dictadura que vive Honduras, fuera de todos los tintes políticos, pero sí una sola razón, hacer sentir la libertad en la tierra latinoamericana de Francisco Morazán.
Mientras los amos de Julieta Castellanos, sienten el temblor de las masas universitarias en Honduras, saben que su poderío corrupto financiero y mediático, comienza agrietarse por el grito de los excluidos en la Máxima casa de Estudios, y los demás sectores indignados que se han sumado a esta digna resistencia.
Cualquier atentado o amenaza para el autor de este artículo es responsabilidad de quienes representan y gobiernan el Estado de Honduras y sus invasores o los que menciono en el presente artículo.
*El autor de este artículo es corresponsalía voluntaria de http://conexihon.hn la revista Caros Amigos editada en são Paulo, Brasil para Centroamérica, la organización Casa Mafalda São Paulo, Brasil , La Agencia informativa Latinoamericana Prensa Latina, Kaos en la red y El portal http://desacato.info editado en Florianópolis, Brasil.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas