Por: Redacción CRITERIO
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Playas de arena volcánica, sosiego, calor de su tierra, gastronomía marina y vistas impresionantes desde lo alto de su mayor elevación hacen de la Isla del Tigre, un cofre de tesoros abiertos al turismo nacional y extranjero.
Cuenta con un archipiélago formado por 30 islas, islotes y formaciones rocosas que desde cualquier ángulo ofrecen una impresionante vista de los atardeceres. Es accesible en pangas que se abordan en el sector de Coyolito.
Enclavada en el Golfo de Fonseca, el puerto de Amapala en la Isla de El Tigre, pertenece al departamento de Valle y fue descubierta en 1522 por Andrés Niño, piloto del conquistador español Gil González Dávila en su búsqueda de una ruta marítima entre el océano Atlántico y el Pacífico.
Esta joya geográfica del sur de Honduras guarda también historias de piratas, de sabios, bellas playas y gente luchadora.
El Golfo de Fonseca, bautizado así en honor al obispo Juan Rodríguez de Fonseca, organizador de la política colonial española; es un entorno natural que comparten Honduras, El Salvador y Nicaragua.
La isla del Pacífico hondureño posee una superficie de 75,2 km², con un poco más de 10 mil habitantes y pese a que carece de infraestructura moderna, es uno de los destinos turísticos preferidos del Golfo de Fonseca.
Su nombre viene del náhuatl y significa cerca de los amates; mientras otra versión asegura que viene de los vocablos “ama”, maíz y “palha”, cerro, por lo que significa “cerro del maíz”.
En 1895 y en un intento por restablecer la República Federal de Centro América, Amapala fue designada capital de la República Mayor de Centroamérica que formaron El Salvador, Honduras y Nicaragua.
En 1925 Albert Einstein vivió en este lugar por un corto tiempo y se hospedó en casa de una familia de inmigrantes alemanes apellido Uhler, incluso, un cafetín de esta comunidad conserva la silla y la mesa donde el genio de la física prefería usar.
Asimismo, en 1928 Amapala recibió la visita del presidente de Estados Unidos, Herbert Hoover.
Posee hermosos parajes de arena volcánica, entre las que destacan Playa Grande y Playa Negra, Las Almejas, La Playa de el Burro. Su economía se basa en la pesca, la recreación, el trabajo portuario y el comercio de comidas tradicionales, como la venta y consumo de pescado frito, curiles y mariscos, especialmente Casco de Burro y el camarón.
El otro polo turístico local es San Lorenzo, el puerto más importante de la zona sur del país; es una ciudad relativamente joven que los españoles fundaron el año 1522, pero no fue sino hasta el 1 de enero de 1912 en que a San Lorenzo se le declara ciudad.
San Lorenzo se caracteriza por la amabilidad, hospitalidad y espíritu emprendedor de su gente y la urbe ha crecido tanto que ha entrado en proceso de reordenamiento urbano.
La ciudad posee el más limpio, moderno y funcional mercado municipal del país, al que incluso algunos se refieren a él como el “Mall del Sur”, no solo por su construcción sino también por la limpieza y orden que hay en él.
Es el lugar más conocido de la zona sur y recibe gran cantidad turistas nacionales y extranjeros, se ubica en uno de los esteros del Golfo de Fonseca y limita al norte y oeste con Nacaome, al sur con las aguas del Golfo de Fonseca y al este con el Departamento de Choluteca.
Destacan su Casa de la Cultura, las celebraciones de su feria patronal y el Carnaval del Pacífico, tan apetecido como el Carnaval de La Ceiba, el más importante del país.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas