Organizaciones internacionales alertan que, según testimonios recogidos durante una gira de seis días realizada en noviembre, la administración estadounidense estaría deportando a padres hondureños sin permitirles decidir sobre la custodia de sus hijos, en incumplimiento de la Directiva Padres Detenidos.
Entre los casos documentados figuran situaciones críticas, como la deportación de una madre separada de su bebé de dos meses y la de una madre quien era la principal cuidadora de su hijo con discapacidad.
Entre el 20 de enero y el 18 de diciembre de 2025, bajo la segunda administración de Trump, se registran 33,181 hondureños deportados, situándose entre las cifras más altas de los últimos nueve años.
Tegucigalpa, Honduras. – Organizaciones estadounidenses alertan sobre una nueva crisis de separación familiar. Migrantes están siendo deportados sin sus hijos debido al incumplimiento de la Directiva de Padres Detenidos emitida el 2 de julio de 2025 por parte de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés).
El reporte fue elaborado por la Comisión de Mujeres Refugiadas (WRC) y Médicos por los Derechos Humanos (PHR), tras una gira de seis días en Honduras, durante la cual conversaron con personas recién desembarcadas de vuelos de deportación, así como proveedores de servicios, doctores, psicólogos y oficiales gubernamentales.
Entre los hallazgos detallados por las organizaciones, especificaron que contrario a años anteriores en que la mayoría de las personas deportadas fueron detenidas al momento de ingreso por la frontera, en esta ocasión se tratan de personas que residieron por largo tiempo en Estados Unidos, muchas de las cuales tienen hijos con ciudadanía estadounidense.
Señalaron que más de la mitad de los padres hondureños entrevistados fueron deportados sin que se les permitiera retornar con sus hijos, obtener información básica sobre su paradero, u organizar su cuidado temporal.
Relataron la situación de una madre de un bebé de dos meses que fue deportada a Honduras sin su hijo. En su desesperación por recuperar al recién nacido, apenas podía hablar, según describieron. También señalaron que otra madre contó que su hijo con discapacidad, ni siquiera sabía que ella había sido deportada, y que ella es la única cuidadora. Sin embargo, nunca le preguntaron si podía llevarlo con ella.
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PROTOCOLOS IGNORADOS
Las organizaciones recordaron que la política para proteger la unidad familiar durante operativos migratorios, vigente desde 2013 y modificada en varias ocasiones, fue derogada el 2 de julio de 2025 y sustituida por la Directiva de Padres Detenidos, la cual reduce de forma significativa las obligaciones de ICE hacia padres detenidos y la asistencia para que puedan decidir sobre el cuidado de sus hijos. No obstante, mantiene dos requisitos mínimos: que ICE pregunte a las personas detenidas si tienen hijos y que permita a los padres decidir si los llevan consigo o si permanecen en Estados Unidos.

De acuerdo con la información obtenida por WRC y PHR en Honduras, ICE no estaría cumpliendo con estos requisitos. Los padres entrevistados indicaron que no se les preguntó si tenían hijo ni al momento del arresto ni antes de su deportación. Muchos habrían afirmado haber solicitado ayuda o información sobre sus hijos a los agentes e incluso haber firmado declaraciones escritas expresando su deseo de ser deportados junto a ellos, sin embargo, no recibieron respuesta.
Las organizaciones subrayaron que, sin la posibilidad de llevar a sus hijos o dejarlos con un cuidador de confianza en Estados Unidos, la reunificación es difícil y, en algunos casos, la separación resulta permanente. Esto se agrava al tomar en cuenta los escasos recursos disponibles y la ausencia de infraestructura para apoyar a los padres que intentan localizar a sus hijos y recuperar su custodia.
Remarcaron que, de los más de 5 mil menores separados durante la primera administración Trump al intentar cruzar la frontera entre EE. UU. y México, más de 1000 familias continúan separadas.
Desde que Trump asumió la presidencia de Estados Unidos por segunda vez el 20 de enero de 2025, hasta el 18 de diciembre, 33,181 hondureños fueron deportados. La cifra no es la más alta en los últimos ocho años, pero se sitúa entre las primeras cuatro dentro de las administraciones de Trump y Joe Biden.





