Después de casi un mes de parálisis y bajo una intensa presión política, los tres consejeros del CNE aprobaron por unanimidad una modificación al flujo del sistema TREP, desatascando el nudo técnico que amenazaba las elecciones generales del 30 de noviembre
Aunque el acuerdo significa un alivio para el proceso electoral, analistas consultados por Criterio.hn advierten que los problemas de fondo persisten y que la incertidumbre institucional sigue siendo un factor de riesgo a menos de cuatro meses de los comicios
Tegucigalpa, Honduras. -Tras casi un mes de parálisis institucional, el pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE) logró un acuerdo unánime sobre el flujo del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) que permite reactivar el proceso rumbo a las elecciones generales del próximo 30 de noviembre.
A las 10:30 pm del lunes 4 de agosto, en una conferencia de prensa los tres consejeros del CNE —Cossette López-Osorio Aguilar, Ana Paola Hall y Marlon Ochoa— informaron sobre la aprobación por unanimidad una modificación en el flujo del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), desatorando así el mayor nudo de la crisis que mantenían paralizado el cronograma electoral.
La presidenta del CNE, Cossette López, informó que el nuevo flujo eliminará la verificación humana en actas con inconsistencias antes de su publicación preliminar. La información, en cambio, será procesada automáticamente y se divulgará tal como la remitan las Juntas Receptoras de Votos (JRV), aplicando validaciones técnicas autorizadas por el pleno.
López aseguró que la decisión fue producto de un amplio debate técnico en el que se priorizó la necesidad de contar con condiciones para desarrollar el proceso electoral. A la vez, hizo un llamado a los partidos políticos y medios de comunicación a no deslegitimar el acuerdo, ya que refleja un esfuerzo institucional por anteponer los intereses del país.
Esta modificación desmonta un modelo anterior aprobado por mayoría a mediados de junio, que contemplaba la verificación manual previa a la publicación. Esa decisión fue rechazada en su momento por el consejero Marlon Ochoa, quien la calificó como un retroceso hacia prácticas asociadas a fraudes en procesos electorales pasados.
Ochoa, consejero vocal del CNE, detalló que el nuevo flujo del sistema TREP garantizará que toda la información transmitida por las JRV será publicada de manera integra y se aplicarán las validaciones automáticas, previamente aprobadas por el pleno del órgano electoral.
Indicó que a partir del día siguiente de la elección se realizará un proceso de verificación visual de alta trazabilidad con etiquetado del 100% de las actas, para validar la correspondencia entre los resultados manuscritos en la imagen y los datos transcritos en el sistema.
Los acuerdos en el órgano electoral fueron celebrados por el coordinador del Partido Libre, José Manuel Zelaya, asegurando que con dicha decisión “el civismo y la democracia prevalecieron”.
Otro que respaldó la decisión del pleno del CNE fue el candidato presidencial por el Partido Nacional, Nasry Asfura, quien dijo que el nuevo flujo del TREP representa un avance institucional importante.
Durante una declaración a medios de comunicación Asfura negó la existencia de negociaciones políticas para lograr el consenso entre los consejeros del CNE.
No todos están de acuerdo con lo aprobado por el pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE). Roberto Contreras, presidente del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CEPL) y candidato a alcalde de San Pedro Sula, expresó su molestia tras ser excluido.
Contreras alega que “en ningún momento tuvo comunicación con que la señora Ana Paola Hall, para preguntarme si estaba de acuerdo con eso”. De igual manera, externó que con la determinación del CNE el único ganador es el Partido Libre.

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TREP: EL GÉNESIS DE LA PARÁLISIS EN EL CNE
Desde el 15 de junio, las actividades del calendario electoral estaban paralizadas por la falta de acuerdos sobre el modelo del TREP. Esto generó incertidumbre política, presión mediática y una creciente polarización social.
Durante semanas, las convocatorias para conformar el pleno fracasaron. El conflicto escaló al punto de provocar una investigación penal por parte del Ministerio Público contra los tres consejeros por posibles delitos como traición a la patria, prevaricato y abuso de autoridad.
El 30 de julio, el fiscal general Johel Zelaya ordenó a la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) secuestrar documentos relacionados con el proceso de licitación del TREP. Ese mismo día, se registraron protestas en las afueras del CNE, donde ciudadanos y presuntos empleados manifestaron apoyo a la consejera López.
La crisis había sembrado dudas incluso sobre la viabilidad de celebrar elecciones. El acuerdo alcanzado ahora se convierte en un punto de inflexión, tanto técnico como político, al ser la primera vez en semanas que los tres consejeros logran un consenso clave.

Ismael Moreno, exdirector del ERIC-SJ y Radio Progreso, calificó el acuerdo como “un respiro”, pero no descartó que para lograr este consenso entre los consejeros del CNE se hayan dado negociaciones entre los altos mandos de los partidos políticos.
“En este momento yo quisiera acentuar lo positivo, que se haya logrado el acuerdo para desentrampar el conflicto en el CNE”, declaro el sacerdote jesuita a un noticiero capitalino.
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ACUERDO ENTRE CONSEJEROS NO ES EL FIN DE LA CRISIS ELECTORAL
El reciente acuerdo entre los tres consejeros del Consejo Nacional Electoral (CNE) —representantes de los partidos Libre, Nacional y Liberal— ha sido percibido como un avance significativo tras semanas de parálisis institucional. Sin embargo, analistas consultados por Criterio.hn advierten que la crisis electoral no ha terminado, sino que solo se ha contenido temporalmente.
Durante más de un mes, el desacuerdo sobre el flujo del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) mantuvo bloqueado al CNE, generando incertidumbre sobre la viabilidad de las elecciones generales del 30 de noviembre. El consenso alcanzado la semana pasada marca un punto de inflexión, pero no cierra las heridas ni resuelve los desafíos pendientes.
Carlos Cálix, analista en temas electorales, señala que el problema de fondo permanece intacto. “No, ninguna crisis se ha superado. Lo único que ha ocurrido es un parteaguas hasta este momento en relación al punto específico que generó el conflicto interno”, afirmó.
Según Cálix, el consenso sobre el TREP puede percibirse como un alivio parcial para el calendario electoral, pero la desconfianza institucional continúa siendo elevada. “Esto es solo un telón. Detrás de él se esconde la realidad del asunto”, añadió.
Los riesgos hacia noviembre siguen latentes. Cálix alerta sobre un posible rompimiento del orden constitucional y un clima de incertidumbre creciente. “El nivel de incertidumbre va en incremento en la medida que nos acercamos al 30 de noviembre”, advirtió.
Además, cuestionó el rol de los partidos políticos en la crisis. “El problema no son las instituciones, sino quienes están al mando de ellas. Hay una crisis de liderazgo dentro de los partidos políticos”, dijo el entrevistado.
La desconfianza también impacta en la economía, recordó Cálix, citando los efectos que crisis anteriores, como las de 2009, 2013 y 2017, tuvieron sobre el país. “Cualquier situación que se desprenda de una crisis política o social afectará la economía nacional”.
Sobre las lecciones que deja esta crisis, Cálix es tajante: “Se ha escrito mucho sobre cómo mejorar el CNE, pero no se ha aprendido nada. Seguimos colocando actores políticos afines en vez de fortalecer la institucionalidad”.
El consenso del lunes se logró, según versiones extraoficiales, tras intensas negociaciones entre las dirigencias de los partidos Nacional, Liberal y Libre.
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Para el analista Héctor Soto, “el problema más grande ya se superó, pero no todos los problemas se han resuelto”. En ese sentido, explicó que el acuerdo no representa el fin de la crisis, pero sí la superación de uno de sus momentos más críticos.
“El TREP es relevante porque permite conocer resultados la misma noche de las elecciones. Resolver ese punto distensiona el proceso, aunque quedan muchos desafíos pendientes”, señaló.
Entre ellos, Soto menciona temas logísticos como la biometría, la impresión de papeletas, el traslado de material electoral, la pedagogía para las Juntas Receptoras de Voto, el traspaso de responsabilidades de las Fuerzas Armadas al CNE y la rotación en la presidencia del órgano electoral.
Soto también reconoce que el acuerdo fue producto de una negociación eminentemente política. “Se impuso la narrativa de Libre, que planteaba un TREP sin intervención humana el día de las elecciones”, explicó.
Aunque el acuerdo establece que la intervención humana ocurrirá después de los comicios, la percepción generalizada es que el Partido Libre logró una victoria política, lo cual ha generado incomodidad en los partidos Nacional y Liberal.

Finalmente, reflexionó que el mayor aprendizaje de esta coyuntura es la necesidad del diálogo. “En un escenario de polarización, confrontarse al punto de quebrarse no es una solución. Pactar no es cómodo, pero es necesario”, concluyó.
El próximo paso será que el Congreso Nacional apruebe formalmente la ampliación del calendario electoral, lo cual se espera esta misma semana, lo que permitirá al CNE recuperar días perdidos en medio del impase. De aprobarse, se extenderían plazos clave para contrataciones, impresión de papeletas y depuración del censo electoral.





