Por: Redacción CRITERIO
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La fabricación de una red satelital interconectada o “megaconstelación” que hará posible el acceso a Internet de alta velocidad avanza con la llegada al espacio de los primeros componentes para su realización.
Los seis satélites pioneros del plan multimillonario para llevar Internet a todos los países del planeta ya fueron lanzados al cosmos por Oneweb, una compañía emergente radicada en Londres y en los Estados Unidos.
Las naves de la red satelital fueron enviadas al espacio este miércoles desde el cohete Soyuz, cuyo lanzamiento se hizo desde la Guayana Francesa, a las 21:37 GMT. De avanzar el proyecto como lo tiene previsto OneWeb, estas naves iniciarán la expansión en masa de la “constelación” ciberespacial, lo cual se espera que ocurra a finales de 2019.
El plan contempla el envío mensual de cohetes Soyuz, cada uno cargado de 32 y 36 satélites que serán encendidos en 2020 para proveer el servicio. Para hacer posible la conexión global a la red de redes, es necesario colocar en órbita 648 satélites. Sin embargo, el plan necesitará de al menos 2.000 equipos espaciales para cubrir la demanda mundial.
Adrian Steckel, CEO de OneWeb, destacó que la idea es conectar a todas las personas que no tienen acceso a Internet en la actualidad. El plan comenzará con las escuelas, buques, aviones y conglomerados de granjeros donde no es factible instalar fibras ópticas para el goce del servicio, advirtió en una entrevista divulgada por la BBC.
El rostro detrás de OneWeb
OneWeb fue creada en 2012 por un empresario de las telecomunicaciones, el estadounidense Greg Wyler. A la fecha, la compañía dispone de varias salas para el control de los satélites en Estados Unidos e Inglaterra. En Londres, la sede está ubicada en lo que fueron anteriormente las oficinas de la BBC.
Unos 70 trabajadores conforman el equipo de OneWeb, aunque la meta es elevar a 200 el número de empleados en las sedes. En esta cruzada de OneWeb hay varios socios participantes, entre ellos, el empresario millonario Richard Branson, propietario de Virgin Group, y las firmas Qualcomm, Coca-Cola, el grupo SoftBank y el experto en comunicaciones por satélites Hughes.
Esta no es la única iniciativa a gran escala de Wyler, quien antes había creado otra “constelación” satelital denominada O3b, cuyo significado es “otros 3.000 millones”, es decir, la otra mitad de personas que no disponen de conexiones a Internet en el mundo. O3b mantiene 16 satélites en el cosmos que orbitan a 8.000 km de la línea ecuatorial.
La red está siendo supervisada desde Virginia en los EE. UU. Y desde Londres – Imagen BBC
¿Qué dimensiones tiene el plan?
El objetivo de OneWeb es aún más ambicioso porque proyecta crear una red más compleja que se mantendría en el espacio a 1.200 km de la superficie terrestre.
La cercanía entre los satélites, así como su cobertura mundial y la alta efectividad para proveer de Internet se perfila como una transformación de alto impacto para zonas del planeta que no tienen oportunidades para acceder al ciberespacio o que disponen de servicios deficientes. Cada dispositivo satelital, fabricado por Airbus, tiene un costo cercano a US$1 millón.
Si se suman todas las instalaciones terrestres que hacen falta para manejar este sistema de satélites, el costo total del proyecto sobrepasa los US$3.000 millones. Esta carrera por las telecomunicaciones espaciales también seduce a Elon Musk, dueño de SpaceX, quien tiene intenciones abiertas de plantar competencia a OneWeb.
Para los especialistas, no existen indicadores que permitan afirmar con certeza que la demanda de estas ciudades satelitales o “megaconstelaciones” represente un mercado con una demanda tan masiva.
Los promotores de la iniciativa ya iniciaron los lanzamientos de las primeras piezas de esta “megaconstelación”.
¿No existen ya demasiados satélites?
La Tierra es orbitada por 2.000 satélites funcionales y que se ubican a diferentes alturas; así como una cifra algo más alta de dispositivos satelitales que ya cumplieron su vida útil y están inactivos.
El lanzamiento de más “megaconstelaciones”, sin duda, elevará la existencia de material flotante en órbita, lo cual mantiene a los especialistas alarmados por el riesgo de choques entre los artefactos.
Al respecto, un informe de la Agencia Espacial Europea, elaborado con el apoyo de Airbus, advierte que, si las empresas aeroespaciales esperan lanzar más redes satelitales, deberán eliminar en los próximos cinco años las naves antiguas que están flotando y de no ser así, es inminente que se elevarán los peligros de colisiones entre los mismos artefactos.(Tomado de: tecnovedosos)
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
Un comentario
A ver q oportunidad tenemos aqui ?en l comunidad aver si podemos descubri estos conocimientos q casi no se habla y conoce