Congreso Nacional pretende aprobar reformas electorales en Gracias, Lempira

Por: Redacción CRITERIO

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Tegucigalpa.- La Plataforma Social Ciudadana por Honduras denunció este lunes las pretensiones del Partido Nacional en el congreso móvil de Gracias Lempira donde pretenden aprobar leyes, decretos y la posible elección de los magistrados del Tribunal de Justicia Electoral y los concejales del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Aunque han logrado que publiquen una agenda y eso ya es un logro, destacó el dirigente del Partido Libre, Nelson Ávila, nada asegura que no lo puedan meter en Puntos Varios, como es costumbre de los nacionalistas.

La decisión de Mauricio Oliva de convocar a la reanudación esta semana de las sesiones ordinaria I Congreso Nacional en Gracias, Lempira, es un acto de alevosía y de desprecio al pueblo hondureño, con el claro propósito de continuar cometiendo graves delitos contra nuestra democracia y nuestra forma de gobierno, a favor de la dictadura de usurpación, señalaron este día en un comunicado.

Agrega que no sólo representa un gasto totalmente innecesario de más de 5 millones de Lempiras, que bien podrían servir para dotar de pisos, techos y pupitres a varias escuelas del país o para rehabilitar los quirófanos del hospital escuela, sino que se busca la aprobación a matacaballo, levantando la mano y sin el sistema electrónico que permite Identificar a cada votante para deducción de responsabilidades, de las cosméticas reformas electorales propuestas por el ejecutivo junto con la reglamentación de la ilegal reelección presidencial que el gobierno de usurpación necesita para su continuidad y Protección.

Esas reformas electorales no pueden ser parte del ordenamiento jurídico de Honduras, no sólo porque se intentan construir bajo un régimen de facto que ha anulado la independencia de los Poderes e Instituciones del Estado dejando el pueblo en total indefensión, sino porque los procesos y entidades electorales que se quieren crear no ofrecen ninguna garantía de transparencia, de inclusión ni de respeto a la voluntad popular.

Un proceso electoral creíble y aceptable por el pueblo, sólo puede ocurrir bajo la plena vigencia de nuestro estado de derecho, dirigido por instituciones de un gobierno constitucional y bajo una legislación electoral que garantice de manera integral la despartidización y tecnificación de los organismos electorales; la supervisión y auditoria electoral y registral por parte de organizaciones políticas y de la sociedad; la inclusión registral y electoral de más de un millón de hondureños emigrantes que viven Principalmente en Estados Unidos; la segunda vuelta; la ciudadanización de las mesas electorales y otras medidas necesarias para garantizar la credibilidad y aceptación de los resultados electorales.

Las verdaderas reformas concebidas para respetar la voluntad del soberano y sus derechos electorales y registrales, fueron planteados durante el Diálogo Político en Naciones unidas y rechazadas por el gobierno de facto y el Partido Nacional, señaló el excandidato presidencial del Partido Liberal, Luis Zelaya en su intervención.

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Su contrapropuesta de repartir el pastel entre los mismos de siempre en perjuicio del pueblo, es lo que ahora buscan aprobar en el congreso con los votos de diputados afines a la dictadura. Esta colaboración con el régimen usurpador lo califica la Constitución como traición a la Patria con una pena mínima de 15 años en prisión, apuntó Salvador Nasralla, expresidenciable de la Alianza de Oposición contra la Dictadura.

Hicieron un llamado a las Fuerzas Armadas, al Ministerio Público, a la Corte Suprema de Justicia, a los diputados decentes en el Congreso Nacional, a que busquen reivindicarse con el pueblo hondureño atendiendo sus urgentes reclamos y que a partir de este momento actúen en cumplimiento de sus correspondientes obligaciones éticas y mandatos constitucionales.

Finalmente exhortaron al pueblo hondureño a seguir luchando desde las calles por los derechos que les han sido negados, exigir salida y juzgamiento del gobierno de usurpación y el retorno al orden constitucional, sin justicia no habrá paz.