Policía Nacional entra en complicidad al establecer a priori que los militares dispararon por accidente y que se les debe imputar el delito de homicidio culposo.
Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.-Dos soldados activos del ejército que hacían, supuestamente, trabajos de seguridad ciudadana, dispararon y dieron muerte a un hombre durante una feria patronal en la ciudad de Gracias, en el departamento de Lempira, en el occidente de Honduras.
Los militares asignados al Decimoséptimo Batallón de Infantería, ubicado en el municipio de La Iguala, Lempira, dispararon y dieron muerte a Carlos Alberto Cuellar Vásquez (40) ayer sábado en horas de la noche durante un incidente hasta ahora incierto.
Elva Cuellar, hermana de la víctima denunció en medios locales de la ciudad de Gracias que su hermano recibió los disparos de los militares cuando se encontraba en la feria patronal en la Placita del barrio San Sebastián y que murió a los 10 minutos de haber ingresado al hospital regional Juan Manuel Gálvez.
La mujer detalló que el médico que atendió a su hermano en el hospital le dijo que Carlos Alberto había recibido 12 disparos.
Por otra parte, estableció que de acuerdo a los testigos del hecho, los militares dispararon al aire. Sin embargo, curiosamente 12 dispararos impactaron contra el cuerpo de su hermano, según lo establecido por el médico que lo atendió en el hospital, de acuerdo a su versión.
Elba contó que desde que supo del incidente corrió al hospital y encontró que su hermano tenía disparos en la cabeza y en el pecho. Asimismo, que de acuerdo a los casquillos que quedaron en la escena todos pertenecen a armas de uso militar.
“Si tenemos fuerzas armadas es para que cuiden a la ciudadanía y no para que la maten”, dijo Vásquez, mientras recriminaba que los crímenes cometidos por los policías y militares siempre quedan en la impunidad porque a la gente la “matan como perro”.
Manifestó que Gracias ya no es la misma ciudad segura que era antes, porque ahora la policía se vende y por esa razón la gente les tiene miedo.
La víctima era carpintero, y según los relatos de su hermano, era una persona trabajadora.
Versión Policial
Mediante un boletín, la Policía Nacional se ha enredado en dar explicaciones, diciendo que el reporte policial establece que en el lugar donde “se produjo el hecho se registró una riña en la que resultó herido un ciudadano”, pero no establecen el nombre del ciudadano, ni quien disparó ni por qué.
Seguidamente, refiere que “los testigos pidieron auxilio a los soldados que realizaban la ronda, sin embargo al percatarse de la presencia de los uniformados, la turba enardecida los atacó”. Al citar este extremo, tampoco dice porque la supuesta turba se enardeció.
Más adelante agrega que “al ser superados en número, los soldados repelieron el ataque haciendo disparos al aire para controlar la multitud”. Sin embargo, el primer elemento que habían manejado era que había una persona herida y que los militares habían llegado en auxilio.
COMPLICIDAD
Finalmente, la policía dice en el boletín de prensa que “ante las acciones de la turba enardecida, los funcionarios militares fueron auxiliados por una patrulla de la Policía Nacional de Honduras, con el fin de salvaguardar sus vidas”.
Asimismo, que “el informe de hechos detalla que accidentalmente uno de los disparos alcanzó a Cuellar hiriéndole de gravedad y ocasionándole posteriormente la muerte”. Esta última valoración pone en duda el accionar de la policía, porque pese a que no estaba presente ya dio como un hecho que lo ocurrido fue un accidente por parte de los policías.
Sin embargo, lo más lamentable es que la Policía Nacional presentó a los militares ante el Ministerio Público para que sean investigados por el supuesto delito de homicidio culposo, sin tener los elementos de prueba que sustente su tesis.
La policía informó, además, que las armas de reglamento de los militares fueron remitidas al Ministerio Público para determinar su grado de responsabilidad, aunque a priori ya se estableció que fue “un accidente” y que el delito que se debe imputar en este caso es el de homicidio culposo.
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