Por: Oscar Miguel Marroquín
Militares de alto rango, gobierno y empresa privada son el cerebro de los escuadrones de la muerte.
Los primeros se dedican a reclutar dentro del ejército o policía a elementos dispuestos a ganar algún dinero extra, por el trabajo extrajudicial realizado, es decir, secuestro y posterior asesinato de la o las victimas previamente identificadas como dirigentes de huelgas o movimientos sociales en contra del gobierno.
El gobierno se encarga de proporcionar información exacta de las posibles víctimas, información que es obtenida del sistema de inteligencia y proporcionada a militares de mucha confianza para la planificación de las ejecuciones.
Generalmente empresarios y banqueros de ultraderecha también ponen su cuota en estas acciones, donan fuertes cantidades de dinero a los militares para la compra en ocasiones de armas y explosivos, además, para pagar a los ejecutores de las víctimas.
Los medios de comunicación en manos de la oligarquía nacional también participan del festín de la muerte, es decir, son quienes se encargan del trabajo ideológico que permita hacer creer a la sociedad que las víctimas son delincuentes, drogadictos o asesinos, con esto intentan ganar en el imaginario colectivo la idea de que los victimarios al haber asesinado a los posibles delincuentes le hicieron un favor a la sociedad.
Por eso es por lo que la niña Soad Bustillo asesinada hace tres años, es inmediatamente asociada por la prensa con maras; Mario Enrique Suárez Gómez y Gerson Daniel Meza Medina fueron víctimas recientemente de los Escuadrones de la Muerte, casi de inmediato una vez más la prensa oligárquica intenta sin conseguirlo, colocar ante la sociedad a estos dos jóvenes como posibles delincuentes.
Con estos asesinatos la oligarquía y el gobierno buscan matar dos pájaros de un tiro, es decir, sembrar el terror dentro de los sectores opositores o sindicales según sea el caso, pero, además, buscan eliminar físicamente a quienes se atreven a confrontar políticas de gobierno consideradas impropias para la sociedad o sectores de esta.
Los Escuadrones de la Muerte son una vieja práctica que sirvió a los gobiernos durante muchos años en toda América Latina en un intento por erradicar los movimientos sociales y grupos guerrilleros considerados principalmente una amenaza para la seguridad nacional, las oligarquías latinoamericanas proveyeron millones de dólares a los militares para la formación de estos escuadrones.
En conclusión, los Escuadrones de la Muerte en Honduras, simplemente ha despertado, nunca desaparecieron han estado permanentemente vivos en la policía y ejército esperando el llamado para su reactivación.
Ahora estos criminales ya operan en plena impunidad.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas