La periodista

La periodista y escritora que vive más por fe que por sus ingresos

El olvido no es victoria sobre el mal ni sobre nada y si es la forma velada de burlarse de la historia/ para eso está la memoria que se abre de par en par en busca de algún lugar que devuelva lo perdido/ no olvida el que finge olvido sino el que puede olvidar: Mario Benedetti

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La periodista y escritora hondureña, Olga Iris Mencía Barcenas

Por: Emy Padilla

redaccion@criterio.hn

Tegucigalpa.-Nos citamos en un café, una soleada mañana del mes de julio pasado para charlar sobre sus incontables historias. Retazos de vivencias inmortalizadas con la tinta en el papel.

Olga Iris Mencía Barcenas, me esperaba. Estaba afuera del local donde nos habíamos citado. Dialogaba con los buseros y taxistas que realizaban un paro, supuestamente, para beneficiar al pueblo hondureño, porque su estrategia era la exigencia de rebajar 23 lempiras al galón de los combustibles.

No creo que haya caído en la trampa porque es una excelente analista de las coyunturas y sabía muy bien que quienes abanderaban la supuesta lucha eran los magnates del transporte, a quienes a los pocos días se les cayó la careta de lo falsos, mentirosos y aprovechados que son.

Una periodista
Olga Iris Mencía, saludó a los taxistas y buseros, y uno que otro pasajero dijo conocerla en las movilizaciones de la resistencia.

Al encontrarnos decidimos hacer unas cuantas fotografías de las escenas del paro del transporte. Luego nos fuimos al café, nos sentamos, yo le di mis puntos de vista de lo que estaba pasando y ella convencida—me dijo que cualquier espacio de lucha era importante abrazarlo para elevar la conciencia colectiva.

Una vez dispuestas a iniciar el propósito de nuestro encuentro, sacó de su mochila cuadriculada su obra: Memoria entre bruma y papeles. Una narrativa construida con base a las experiencias de un grupo de amigas que después de más de 20 años de haber sido compañeras de colegio, se reencuentran y construyen la memoria de sus vivencias.

La periodista

 

Olga Iris Mendia Barcenas, nació en Tegucigalpa en 1959, es una escritora y periodista hondureña. Con más de 30 años en el oficio del periodismo. Trabajó por más de 18 años en radio América donde con acierto, buen desempeño y con el lema “sin araduras, sin compromisos”, condujo por casi cinco años el programa de debate Contra Punto. Dentro del periodismo, se declara apasionada por la investigación y el debate. Por razones de edad y de ingresos ya renunció a la reporteada, pero mantiene viva la llama de la escritura, cosa que hace en la actualidad a través de sus redes sociales y el periódico Reporteros de Investigación. Dice que vive por fe, más que por los ingresos económicos, pero aclara que con las pocos entradas, vive con dignidad, porque siempre se le abren puertas y ventanas, sino es que rendijas.

En esta narrativa de 94 páginas, Olga Iris resume historias y retrata la corta memoria que tiene el pueblo hondureño sobre los hechos que ocurrieron durante los golpes de Estado de 1963 y 2009, la época de los militares, los años ochenta con las torturas y los desaparecidos, y la recién instalada dictadura, más la pobreza y los demás problemas sociales de un país subdesarrollado. El propósito de la autora es ampliar la memoria de los catrachos, porque lo que sucede en Honduras se olvida al tercer día. Todo queda en escándalos en los periódicos y de ahí nada…

“Tenemos ese problema, porque es un problema, de no mirar al pasado y repetimos los mismos errores históricos que nos mantienen en un subdesarrollo fuertísimo” —nos dice con su apasionada vos—al tiempo de ubicarnos en la obra que habla además de la corta memoria que se rescata a través de recortes de periódicos y fotografías.

En uno de sus ítems nos habla del control y el dominio de las iglesias, las élites económicas y las brechas sociales. Asimismo, sobre la manipulación de las corporaciones mediáticas.

Memoria entre bruma y papeles, relata el problema del alcoholismo y la forma cómo los seres humanos eludimos las responsabilidades de lo que nos sucede. La historia también narra las voces de mujeres fuertes, que van rompiendo prejuicios. Nos cuenta sobre la sexualidad, el aborto, la sumisión y hasta de las traiciones entre las amigas.

Las principales protagonistas: Laura, Rosario (Patita), Lourdes y Denia, cuentan sus vivencias de vida, cómo fueron sus últimos años; juntas lloran, ríen, se carcajean, toman tés, se embriagan, pero siempre siguen juntas.

Los personajes son reales, con nombres inventados por supuesto. Pero la esencia de la historia es la misma que viven las mujeres hondureñas de hoy en día, porque los problemas se repiten con el paso de los días, meses y años. Se parecen mucho a las amigas del presente, quizás porque es cíclico o porque definimos a quienes queremos tener en nuestro círculo de amigas, dice Olga Iris, que enfatiza diciendo que las protagonistas de su libro lo único que no hicieron “fue trabajar de puta”.

Luchando contra la corriente, todas las amigas lograron obtener títulos a nivel superior, son mujeres con un lenguaje culto.

La periodista

Prácticamente la obra es una autobiografía de la escritora, quien sostiene que el escritor o escritora que diga que las obras no cuentan vivencias propias, mienten, porque García Márquez, Saramago, Vargas Llosa, lo hacían o lo hacen. “Es más, Vargas Llosa se descubre como el traidor que es en un libro que se llama la Historia de Mayta y su vulnerabilidad, hoy es trotskista, un día es gordo, otro día es flaco, o un día es colorado, y así…”, dice la escritora y periodista.

La narrativa también cuenta sobre las protestas de la gente en las calles, de esa rebeldía, producto de las injusticias de un modelo económico y de los regímenes que se imponen a la fuerza.

Honduras es una sociedad conservadora, llena de perjuicios, donde en pleno Siglo XXI no se ha permitido la exhibición de películas como Spotlight, que evidencia las violaciones de niños— en varios países del mundo incluyendo Honduras— por parte de los sacerdotes de la iglesia Católica. En los años ochenta, se  mandaba a la cárcel a quienes leían el Manifiesto Comunista y tampoco se permitió la puesta en escena de la película La noche de los lápices, basada en la historia real de siete estudiantes argentinos que fueron secuestrados y torturados por el ejército durante la dictadura de este país.

Con mentes retrógradas y desfasadas que aún persisten en Honduras, el libro de Olga Iris puede elevar el pudor de las beatas y de los sectores más conservadores, pero esto casi o nada permea, especialmente en esa juventud que ha alzado sus voces y porque las organizaciones feministas han realizado un trabajo de hormiga que día a día va abriendo mentes.

 

En su primer tiraje el año pasado, de 200 ejemplares, Memoria entre bruma y papeles, logró buena aceptación. Como termómetro de ello, 120 lectores se dirigieron a la autora con opiniones favorables. “Tal vez porque hay mayor liberalidad de pensamiento o tal vez, porque las nuevas generaciones van eliminando los prejuicios”, expresa Olga Iris, quien ve a la literatura como un oficio de media noche, de media tarde y de medio día.

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Pese a que la literatura es un trabajo de mucho esfuerzo y de mucha disciplina, Olga Iris Mencía Barcenas, al igual que los demás escritores hondureños, no vive del oficio. Sin embargo, éste le da muchas satisfacciones y le está abriendo una nueva experiencia para profesionalizarse en este ramo, al cual ha incursionado desde el año 1999.

De pequeña escribía poemas cortos con la ayuda de Juana, su abuela paterna, originaria de El Salvador, a quien le gustaba la escritura y descomponer los refranes. Con sus escritos de niña y adolescente, se quedó un novio que tuvo en su juventud. Nunca más los recuperó.

En 1999 escribió la Máscara del Despojo, que versa sobre el paquetazo 18-90 implementado en el gobierno del nacionalista Rafael Leonardo Callejas (1990-1994). Habla además de los negocios y del poderío que ejercía el extinto empresario, Miguel Faccussé Barjum. La autora valora que el texto está muy mal escrito porque es visceral.

Memoria entre bruma y papeles, fue reeditado este año y fue lanzado el 4 de julio pasado con 500 nuevos ejemplares. Se puede adquirir a un precio de 150 lempiras en las librerías Soto, Guaymuras, Cafebrería y en Mundo Literario y otros sitios.

Anteriormente, escribió Golpe sin Olvido, para retratar el golpe de Estado de 2009, basado en experiencias anecdóticas.

Olga Iris Mendia Barcenas, nació en Tegucigalpa en 1959, es una escritora y periodista hondureña. Con más de 30 años en el oficio del periodismo. Trabajó por más de 18 años en radio América donde con acierto, buen desempeño y con el lema “sin araduras, sin compromisos”, condujo por casi cinco años el programa de debate Contra Punto. Dentro del periodismo, se declara apasionada por la investigación y el debate. Por razones de edad y de ingresos ya renunció a la reporteada, pero mantiene viva la llama de la escritura, cosa que hace en la actualidad a través de sus redes sociales y el periódico Reporteros de Investigación. Dice que vive por fe, más que por los ingresos económicos, pero aclara que con las pocos entradas, vive con dignidad, porque siempre se le abren puertas y ventanas, sino es que rendijas.

  • Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas
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