Por: Julio Raudales
Trump se ha metido en líos. Creyó que podía declararle a China una guerra comercial y ellos le han caído encima. El problema es que el inquilino de la Casa Blanca se pelea además con México, Rusia ¡y hasta con Honduras!, todo al mismo tiempo. Muchos enemigos simultáneos, ¡no debería…!
Hace dos años, en el estertor de la campaña política, todo el mundo creía que Trump y Putín se iban a llevar de maravilla. Pero no ha sido así; luego de un sin número de diatribas e intercambio de frases altisonantes, especialmente por el lado del magnate norteamericano, en las últimas semanas, el presidente norteamericano se solidarizó con el Reino Unido, cuyo gobierno ha roto relaciones con Moscú debido al envenenamiento de un ex-espía ruso en el sur de Londres, así que las cosas parecen tensarse nuevamente entre oriente y occidente. ¡En fin! volvemos a sentirnos como en la era James Bond ¡De nuevo la guerra fría!
Tampoco desperdicia ocasión el presidente, para criticar a sus adversarios políticos los Demócratas, especialmente por lo que, según él, ha sido un pobre manejo de la política migratoria norteamericana. Por supuesto que México y Centroamérica no han escapado a su gatillo: dice que los mexicanos conspiran contra EUA, ya que dejan pasar miles de emigrantes por su territorio, lo cual atenta contra la seguridad de aquel país.
También dijo que Honduras –quien sabe qué pasará por su mente cuando pronuncia este nombre- es un país malagradecido porque, pese a la vasta cooperación otorgada, continúa enviando miles de personas de manera ilegal, lo que para él es inadmisible.
No voy a ahondar respecto de esto último, ya que amerita mucho más espacio. Pero hay que aceptar que resulta escandaloso que miles de compatriotas se tomen día a día, el riesgo de salir caminando hacia occidente, para después atravesar México, con todo el peligro que ello encara y luego aventurarse a cruzar la frontera norteamericana. ¡Algo muy malo hacemos los hondureños, especialmente sus gobernantes, para expulsar compatriotas de esa forma!
No contento con emprenderla contra Rusia y México, también quiere pelear con los chinos. ¡Pero allí anda muy mal! China es el principal mercado del mundo. Y Trump alega, en un afán nacionalista y fantoche, que la relación comercial con ellos es demasiado desigual, que Estados Unidos le compra a aquel país mucho más de lo que le vende, lo cual es cierto, pero no porque los americanos sientan un fervor especial por los productos fabricados en aquel país, sino simplemente porque elaborar productos en China es mucho más barato que hacerlo en Norteamérica.
De manera que los IPhone, los zapatos, la ropa y en general los productos que consumen los gringos, son mucho más accesibles si se fabrican en Shanghái o Beijín y todo ello ha provocado que los americanos hayan adquirido una enorme deuda con el gran país asiático.
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Pues Trump se fue a la guerra comercial. Hace unas semanas decidió tasar las importaciones de acero y aluminio de china, así como de aranceles a una lista de productos procedentes de aquel país, por un valor de 60 mil millones de dólares.
Los orientales han devuelto el golpe y con mayor ferocidad. Han impuesto aranceles y otras barreras a nada menos que 128 productos que EUA le vende a China: frutas, vinos, carne de cerdo, etc. Los aranceles están entre el 15% y 25%, lo cual tiene un efecto devastador para muchas empresas norteamericanas, como la compañía Tyson, que es un gran productor de carne y que les vende muchísimo a los chinos, por lo que ahora este producto será 25% más caro.
También impusieron aranceles a los automóviles americanos, lo cual es un duro golpe para los fabricantes de éste país. Hasta ahora, el nivel de pérdidas totales por la guerra, se calcula en más de 120 mil millones de dólares. El impacto en los precios a nivel internacional será tremendo y posiblemente los más afectados seamos quienes no tenemos vela en el entierro. Es decir, los países más pobres.
Es por ello que quizás, debido al duelo comercial entre estos dos gigantes, hayan empezado a caer las acciones en Wall Street. Si algún apreciable lector invierte en la bolsa de Nueva York, es posible que este sea el momento de venderlas. El mercado de valores ha iniciado su desplome. Si uno lo mide desde el primer día de este año, ha caído 4%. Pero en los últimos 60 días, es decir entre febrero y marzo, el derrumbe es de 10%.
Este porcentaje es una corrección. Todavía no llega a ser una crisis, pero los expertos aseguran que el ciclo expansivo que ha tenido la economía norteamericana, que comenzó en marzo de 2009 con Obama y que ha sido ininterrumpido -lleva ya 108 meses- uno de los más prolongados de la historia, tiene que terminar pronto y la caída va a ser ¡brutal!
Las acciones, los bonos y el precio de los bienes inmuebles están altísimos. ¡Muy sobrevaluadas! Pero han empezado a caer. Ya el lunes anterior, las acciones de las compañías tecnológicas (Amazon, Facebook, Tesla, Microsoft, etc), cayeron 5% en un solo día. Parece ser que los mercados, en éste 2018 se contraerán. ¿Cuán severa va a ser la crisis? No lo sabemos. Hay algunos analistas que dicen que será igual o peor que la del 2008 y que las acciones se pueden desplomar hasta en un 30% o 40%.
El impacto a nivel internacional de la guerra comercial de Trump con los chinos, transmitido a los mercados financieros será terrible. Esto es una muestra de cuan vulnerable es el mundo a las decisiones políticas de un líder mal informado o mal intencionado.
Debemos estar alerta y tomar las precauciones del caso para que cualquier contingencia mundial nos dañe lo menos posible.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
Un comentario
Trump no esta en ningun lio. Fantasia de aquellos como este individuo que tienen disonancia cognitiva hacia Trump y su Plan de Nacion.