Por: Redacción CRITERIO
redaccion@criterio.hn
La fiscalía mexicana anunció ayer la detención de seis hombres por el asesinato del periodista Carlos Domínguez el 13 de enero en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en el norte del país. Tres de los seis son o han sido periodistas. Ningún caso ilustra mejor la podredumbre de las relaciones entre el poder y la prensa en México. Periodistas asesinos y periodistas víctimas.
Irving Barrios, fiscal del Estado de Tamaulipas, informó de las detenciones en la sede de la Procuraduría General de la República, en Ciudad de México. Lo hizo acompañado del titular de la Fiscalía Especial en Atención a los Delitos contra la Libertad de Expresión, Ricardo Sánchez. Ambas dependencias colaboran en la investigación. Barrios dijo que dos de los seis, presentados como Adrián y David, fueron los autores materiales del asesinato. Los otros cuatro, entre ellos los tres periodistas, se encargaron de planearlo.
Una fuente de la investigación consultada por EL PAÍS explica que el sexto detenido es Rodolfo Alfredo Cantú García, sobrino del exalcalde de Nuevo Laredo, Carlos Canturosas Villarreal. Canturosas estuvo a cargo del ayuntamiento de 2013 a 2016 bajo las siglas del Partido de Acción Nacional, PAN, de derecha. El político dejó recientemente el PAN y se incorporó a Morena, la formación de izquierda del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador. Canturosas es la apuesta de Morena a la alcaldía de la ciudad.
El fiscal Barrios ha indicado que los investigadores revisaron el último año de trabajo de Domínguez, 120 textos donde aparecen numerosas críticas al exalcalde Canturosas. Sin mencionarlo directamente, el jefe de los investigadores ha sugerido que la revisión del trabajo de Domínguez ha sido esencial en las pesquisas.
De los periodistas involucrados, la fuente consultada por este diario ha explicado que todos habían trabajado en medios locales. Actualmente, dos laboran juntos en su propia página. El tercero “realiza labores de asesoría en materia de periodismo, relación con medios”.
Las autoridades detuvieron a los sospechosos entre Tamaulipas y el Estado de Zacatecas, en el centro del país. La investigación sigue abierta.
Carlos Domínguez fue el primer periodista asesinado en México en 2018. Tenía 69 años. El sábado 13 de enero, a eso de las tres de la tarde, el reportero conducía su carro por Nuevo Laredo en compañía de su hija. Llegó a la avenida Morelos y en un stop, un alto, se detuvo. Fue entonces cuando dos o más personas se le acercaron, abrieron la puerta del vehículo y le acuchillaron hasta en 24 ocasiones. Domínguez murió poco después.
Al saber de su muerte, la organización Artículo 19, que denuncia y documenta ataques a la libertad de expresión, recordó en un comunicado que Domínguez había desarrollado su carrera en el Diario de Nuevo Laredo y más tarde en El Horizonte de Matamoros. “Ahí abordó durante los meses recientes la pugna política en Tamaulipas de cara a las elecciones de las 43 cabeceras municipales”, reza el comunicado.
Artículo insistía en que Tamaulipas es una zona silenciada, una región en que el ejercicio del periodismo supone un riesgo muy alto. De 2000 a la fecha, 14 periodistas han sido asesinados en el estado, sólo por debajo de Veracruz, con 25 casos.
-
Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas