Por: Carlos Zelaya Herrera
The Post”
La producción cinematográfica dirigida por el genio de Steven Spielberg, “Post”, en referencia al prestigiado periódico The Washington Post, detalla la investigación que, junto a otro gigante de la comunicación, The New York Times, emprendieron ante el abuso de poder de la presidencia de Richard Nixon en torno a la Guerra de Vietnam, en el ejercicio de la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica, del derecho a la libre expresión y comunicación.
La obra pone en evidencia lo importante que resultan aspectos como la separación de poderes, diferenciar las relaciones de amistad de los dueños del medio con relevantes personalidades del gobierno y del mundo político, con la función de los medios de comunicación como fiscalizador de la gestión pública por sobre los secretos de Estado de un mandato en particular.
La Primera Enmienda a la Constitución de los EEUU prohíbe crear cualquier ley que establezca una religión como oficial; impedir la práctica libre de la misma que reduzca la libertad de expresión, vulnere la libertad de prensa, interfiera con el derecho de reunión pacífica o prohíba solicitar una compensación por agravios gubernamentales.
La misma fue adoptada el 15 de diciembre de 1791, como la primera de las diez enmiendas de la Carta de Derechos del pueblo estadounidense y en esta producción, sobre los recovecos a lo largo de los gobiernos de Eisenhower, Nixon y Kennedy para negar o manipular la derrota inminente en Vietnam, (de 1955 a 1975), pese a que un informe secreto de Robert McNamara, en ese entonces Secretario de Estado en el mandato de Nixon, conocían de esa realidad en el terreno desde 1964.
Aunque el tema se centra en una época ya distante y fuera del contexto nacional, la obra deja una enseñanza acerca de lo valiosísimo que representa para el bienestar de una sociedad contar con una prensa vigorosa, valiente, oportuna, correcta y capaz de señalar la responsabilidad moral, ética y humana de quienes dirigen los destinos de una nación, en este caso el de la primera potencia del mundo.
La prensa debe defender al gobierno, no a los que gobiernan; por sobre los intereses de los dueños del medio, (encarnado en Merryl Streep), está el ideal de informar con libertad y viendo los intereses trascendentes de una sociedad y el país, que asumen quienes realizan el ejercicio periodístico, en este caso Tom Hanks, como director del Washington Post.
La trama es sugestiva, entrelaza la amistad de la dueña del medio con el ex secretario de Estado, la presión de los abogados del periódico, que atravesaba una etapa de reconstitución accionaria que incluye a poderosos bancos, con lo que se crea el momento álgido de sopesar el interés de los bancos, el secreto de Estado y el derecho del público de estar debidamente informado, en particular las madres, esposas, hijos e hijas de la soldadesca yanqui que por más de 10 años fue enviada por el gobierno al matadero de una guerra que ya se había perdido.
No puedo dejar de pensar en la labor del periodismo nacional, en la forma de informar, cómo se comporta ante las fuentes de información y francamente una práctica de otra resultan tan distante que aquí en eso ni siquiera hacemos pininos, claro, con las raras excepciones de UNE-TV, Radio Progreso, diario El Libertador y Criterio.hn, entre los pocos que se cuentan con las manos de los dedos en nuestro país, y que el sistema se encarga de entretener para diluir la acción liberadora del conocimiento pleno en la toma de decisiones, lo que es un deber del periodismo responsable y comprometido con los valores trascendentes de una nación.
Recomiendo esta excelente producción que estuvo nominada a Mejor Película del Año en la reciente entrega de los premios de la Academia de Ciencias Cinematográficas de Hollywood, que concluye en una escena en la que el presidente Nixon ordena que nunca jamás en su mandato un periodista o fotógrafo del Post ponga los pies en la Casa Blanca.
Además, vale la pena ver la película “El Informante”, con Liam Nesson, que es una perfecta segunda parte totalmente independiente de la anterior, pero que recoge el siguiente capítulo de las andanzas que llevaron a la caída de Richard Nixon, el caso “Watergate”.
Capítulo que retrata uno de los episodios más vergonzosos de la política estadounidense, cuando queda al descubierto la trama de supuestos ladrones que asaltan la sede del Partido Demócrata meses antes del sufragio en el que Nixon logró la reelección, para colocar micrófonos a fin de escuchar los preparativos electorales de su principal opositor.
Ojalá que “Post” llegue a las salas de cine y si es posible al auditorio de estudiantes de periodismo de universidades públicas y privadas, como sucedió con “Spotlight”, (En Primera Plana), a fin de desempolvar el ejercicio de un periodismo de verdad, no relaciones públicas como pondera en el ambiente informativo nacional.
Concluyo comentando que “Spotlight”, ganadora a la Mejor Película de Hollywood del año 2015, aborda las investigaciones del diario The Boston Globe, de casi un centenar de curas de la parroquia de esa ciudad señalados de cometer abusos sexuales a menores de edad allá por los años 90’, que desencadenó en el mundo la ola de denuncias de esta misma índole en varios estados de la Unión Americana, como en el resto del mundo.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
Un comentario
Buenisima!