¿Ética en el capitalismo?

Una aproximación al capitalismo en Honduras

Por: Glenn Flores*

El Capitalismo de San Pedro Sula. La Historia Política Hondureña 1870-1972 (Tegucigalpa: Editorial Guaymuras, 1997. Segunda Edición, 2001), es un libro basado en la tesis doctoral de Darío Euraque (Tegucigalpa, 1959), el mismo fue publicado en EEUU con el nombre de Reinterpreting the Banana Republic: Region and State in Honduras, 1870s-1972 (Chapel Hill: University of North Carolina Press, 1996). En este libro él Dr. Euraque, nos da una explicación del por que el populismo militar establecido en el país después de 1972, y como se manejaron los conflictos sociales en el país, de una manera muy diferente a lo sucedido en los  estados adyacentes de Nicaragua, El Salvador, y Guatemala.

 Resultado de esto, es el hecho que en Honduras no hubo guerra civil ni levantamientos armados en los años setenta u  ochenta. El gobierno de Honduras trató con una oposición organizada con la cual pudo negociar y tratar las diferencias.

¿A qué se debió esto? Euraque encuentra los orígenes de esta respuesta en el periodo crucial de la década de 1870 hasta a finales de la década de 1930, cuando se desarrolló la exportación del banano. Uno de los resultados de esta época fue el restringido reformismo  militar de la década de los setentas

 Dando como uno de los resultados de esta época el reformismo restringido de los militares en el poder en la década de los setenta.

El periodo de 1870 a 1930, fue fundamental para el desarrollo de América Central. Fue en esta fase que los gobiernos del istmo, empezaron a desarrollarse como Estado y en este periodo empezó la transformación hacia el capitalismo. En esta época Nicaragua, Costa Rica y Guatemala se integraron de lleno a la estructura mundial del capitalismo, desarrollándose como exportadores de café. Al crecer la exportación de café también empezó a fortalecerse el capital en una clase dominante: la de los cafetaleros -pero esto no ocurrió en Honduras.

En Honduras no existió ni el café,  ni ningún otro producto de exportación importante para unir  las micro oligarquías criollas esparcidas por todo el país en una coherente clase dominante nacional. Aquí fue una pequeña clase capitalista de origen extranjero la que se desarrolló, y no fue una clase  de caficultores nativos.

En Honduras no fue el café sino el banano el que integró al país al comercio mundial de manera tardía, ni tampoco fueron los territorios internos, si no que fue la costa atlántica del Caribe donde se dio este proceso de transformación capitalista.

Este trabajo trata de detallar el desarrollo de los capitalistas y trabajadores de la Costa Norte para delinearlos como constructores de su propia historia. De esta manera el Dr. Euraque mediante este ensayo, trata de reorientar la mirada de los historiadores de Honduras hacia esta región marginada por la historiografía.Desde su independencia, Honduras ha sido un Estado gobernado por las familias más poderosas de Tegucigalpa y Comayagua. El crecimiento de la industria bananera a finales del siglo XIX,  provocó el desarrollo de una elite étnicamente diferente, compuesta en su mayoría de personas de origen extranjero, asentadas casi en su totalidad en la ciudad de San Pedro Sula.

El escenario estaba puesto para que dos  grupos de elites regionales  con dos tipos muy diferentes de pertenencia de clase, con intereses comerciales y políticos distintos  que chocaron en el transcurso del siglo XX. La elite  costeña aun con su desventaja geográfica e histórica siguió comprometida en avanzar su agenda en Tegucigalpa y el interior del país. Esta burguesía de la Costa Norte se organizó mayormente en la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés y buscó alianzas con los trabajadores. Este trato entre los dos grupos en los años veinte y treinta fue la raíz del populismo militar de los años setenta.

Este es el argumento de Euraque. El cual va desarrollando en su tesis por etapas de manera casi cronológica. Los primeros tres capítulos tratan del periodo de la reforma liberal hasta la segunda guerra mundial.

En estos capítulos sobresalen los siguientes eventos:

 1) La formación y el crecimiento de las instituciones estatales y financieras tanto a nivel nacional como regional en relación con  específicas batallas políticas y crisis fiscales.

2) La formación de clase  como consecuencia del desarrollo de la industria bananera en la Costa Norte.

3) Las diferencias regionales moldeadas por las relaciones  y luchas entre los individuos y grupos de la Costa Norte y el interior del país.

También en estos capítulos el autor se enfoca en momentos muy importantes, específicamente en tres rupturas y transiciones como la reconfiguración de partidos políticos en 1919 y 1920, la guerra civil de 1924 y su desenlace, y la ascensión al poder del dictador Tiburcio Carías.

Una de las fortalezas de este libro es la importancia que se da a los actores locales en la formación de la historia nacional. Esto probablemente en reacción a la historiografía tradicional de este tema, que exagera el papel de las bananeras y el departamento de Estado.

Los capítulos 4 a 9 tratan de la época de 1945 al golpe de Estado de 1972, la inauguración del segundo mandato de López Arellano y el populismo que este desarrolló. Los detalles políticos de esta época que son de suma complejidad son detallados de una forma precisa por Euraque.

Muchos eventos que definieron la relación entre los trabajadores y la ciudadanía organizada sucedieron en este tiempo. Uno de esos momentos fue en 1954 con el apoyo a EE.UU, en el derrocamiento de Arbenz en Guatemala. En ese año la embajada estadounidense con asesores laborales de los EEUU logró solucionar los conflictos laborales de una manera pacífica, convenciendo a la United Fruit Company que hiciera concesiones favorables a los obreros y presionando al gobierno de Honduras para que hiciera una legislación laboral; de esta manera se sentó un importante precedente para el futuro las relaciones obreras patronales.

Euraque  recalca la importancia de la alianza entre la burguesía local de las bananeras y la cámara de Comercio con el movimiento huelguístico. Aunque este tema debió de ser profundizado más. Los libros que tocan el tema de la huelga del 54 en general solo tocan someramente esta relación entre empresarios y obreros, el único texto que profundiza un poco esta temática es La Gran Huelga Bananera de 1954 de Mario Argueta.

Otros momentos claves son señalados en la política hondureña en particular los golpes de Estado de 1956 y 1963, el toque de queda de 1968 y la guerra con el Salvador de 1969. Euraque explica estos eventos situándolos en el contexto de la guerra fría, la formación y expansión del mercado común centroamericano y la revolución cubana y la respuesta de E.E.U.U ante esta revolución.

Algunos temas importantes que se hubieran incorporado de manera  más efectiva son los de etnicidad, género, sexualidad y la formación de la identidad étnica. Aparte de unos problemas de estructura, es sorprendente el trabajo de Euraque ya que este es su primer libro. Dario Euraque supera estas limitantes en sus siguientes obras como: La Diáspora Africana en los programas educativos de Centroamérica (Tegucigalpa: Editorial Guaymuras, 2013), Conversaciones Históricas con el Mestizaje en Honduras y su Identidad Nacional (San Pedro Sula: Centro Editorial, 2004) y el Golpe de Estado del 28 de junio del 2009 el Patrimonio Cultural y la Identidad Nacional de Honduras (San Pedro Sula: Centro Editorial, 2010).  Vale agregar su libro de ensayos en el que integra sus temas de trabajo principales: Estado, Poder, Nacionalidad y Raza en la Historia de Honduras (Tegucigalpa: Ediciones Subirana, 1996).

Otro rasgo que podemos abordar aquí siendo este el primer libro de este excepcional historiador hondureño, es su exactitud con la evidencia empírica. Estos detalles son buenísimos, enriquecen la investigación pero afectan la narrativa, pues hay una sobreabundancia de evidencia para cada hecho,  aun para los que están entendidos. Esto vuelve denso el libro. La organización del libro se hubiera beneficiado de una estructura lineal no de una estructura mosaica donde se juega con el tiempo en más de algún momento, por ejemplo, hay que esperar alrededor de mas 40 páginas para regresar y terminar el primer tema.

El libro es un avance en la historiografía nacional debido a que aporta información y detalles que no se manejaban antes. El tamaño de esta investigación y su envergadura es extraordinario.

 La fuerza analítica de este libro es otra fortaleza de esta publicación. Igual que el rigor de la evidencia empírica, el énfasis en los actores locales y los movimientos sociales son una tremenda contribución que marca el sello distintivo de Darío Euraque como un gran historiador de Honduras.

*Investigador, articulista libre y catedrático. 

  • Emy Padilla
    Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas

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