Por: Rodolfo Pastor Fasquelle
El voto individual es siempre un triunfo. Pero la elección, celebrada aquí por los medios de comunicación alineados como fiesta cívica, no alcanza nunca a ser una expresión prístina y un mensaje claro de la voluntad del electorado, cuando se abusa de los recursos del estado y del poder para comprar voluntades. Porque entonces el voto sumado responde a una estrategia externa y expresa al sistema social, político y económico, no a la gente. Y hay que interpretar ese mensaje. Aquí ocurre lo insólito.
Solo aquí se puede dar el caso de que, por ejemplo, algunos jueces determinen que es ilegal una constitución que les prohíbe opinar sobre ella misma, y declaren que es inconstitucional. Solo aquí pueden darse elecciones en que el presidente saliente –mencionado junto a sus parientes y socios políticos más cercanos, en los juzgados de EUA que procesan a los narcos– se postule en forma inconstitucional para ser el próximo presidente. Y saque casi millón y medio de votos limpios, fruto según dice de la concurrencia masiva y espontánea de votantes que antes no eran nacionalistas a las urnas azules. Por amor de JOH.
Según el discurso triunfal del candidato y Jefe de Estado Hernández aceptando su aplastante victoria sobre el 3 por ciento de votos que sacó el Chino, ese resultado es cosecha de su gobierno. Aquellos dice refiriéndose despectivamente a los liberales en 2009 nos dividieron a la familia hondureña. (¿Acaso no lo vimos a él levantando la mano –alegremente- para dar el golpe?) Bajo su mando en cambio el Partido Nacional ¡esta reunificando lo que otros antes dividieron! Debido al buen desempeño de su gobierno y el beneficio de los programas asistencialistas (Con chamba vivís mejor, Vida mejor, Bono 10 mil) que hoy por hoy alcanzan a 2 millones de personas, y debiera se motivo de vergüenza, los pobres van a ser cachirecos.
Asimismo asegura JOH haber dominado al crimen, aunque los datos indiquen que el crimen floreció bajo el golpe de 2009 hasta alcanzar una especie de cumbre en 2013 cuando él llegó al solio presidencial también con el dinero de estos extraditados y los gringos mandaron al General Kelly. Así, de manera muy enfocada el candidato presidente concentra su discurso en una supuesta victoria sobre las amenazas y la satisfacción de la clientela miserable de los programas asistencialistas. ¡Son los logros que el cree que le han ganado en las primarias mas votos que a sus opositores! Sin duda hay que felicitar a los liberales también.
Por su elección, sus nuevos amigos y recursos que le están resucitando al Partido. Animarlos y llamarlos a la oposición de nuevo. Y también en ese sentido hay que tratar de interpretar su nuevo discurso. Ahora si, habla el Piche de las conexiones criminales de JOH y de la ilegalidad de su candidatura (no de la de Flores y Micheletti), de la degradación de la institucionalidad, igual de mítica que la estructura gentilicia de la sociedad, porque nunca tuvieron esa integridad nuestras instituciones, nunca hemos visto a un presidente en la cárcel y nunca fuimos una familia. Y entonces en vez de volver hacia atrás, a rescatar nada según un mito de origen ¿quizás ese discurso novel tendría que plantear renovar a la política hondureña y refundar instituciones, para que empiecen a funcionar? No. ¿Con los mismos diputados? ¿Alcaldes? ¿Con las mismas cursilerías y las mismas trampas?
En boca de Luis Zelaya -que con frecuencia además invoca el nombre de Dios- escuché anoche un mensaje que el quiere contrastar con el de JOH, es decir que presumiblemente quiere ser su alternativo, como quiere el ser el nuevo de la película, el outsider, el sano, el que nunca miente pero que por lo demás se le parece mucho, coincide con el mensaje de JOH en lo esencial. Quizás porque ambos discursos están hechos de la misma manera, por la misma clase de profesionista de la mercadología política, con los mismos moldes. El problema según ambos, es la división, de la familia hondureña, después de la familia liberal, la cual división el candidato, apoyado por Flores y Micheletti, insinúa que es culpa de LIBRE.
Reparó en la coincidencia y en la contradicción, para fortalecerlo como dice don Luis que lo fortalecemos quienes lo criticamos, antes de aclararnos sin gran modestia y con gesto declamatorio que con Luis Zelaya vamos a pasar de la oscuridad a la luz. (¡Habrase visto! ¿Suave Luis? If you say so. ) Y es natural que, luego de pasar por el prisma de la promesa de reunificación, esa luz se refracte y el discurso pierda el foco y se disperse y ofrezca una solución para cada quien y cada cosa. El mensaje deviene perorata, letanía de promesas y estuche de monerías. El candidato liberal promete resolver todos los problemas. Será amigo de los patronos. Bien. Del campesino.
También. El agua (la va a conservar con un ministerio del agua) La energía (la va a comprar para reventa a una cuarta parte de lo que se paga ahora). La educación, hace tiempo que el hubiera resuelto el tema, inútiles todos los gobiernos que no han podido (A la Trump) y el la va a hacer bilingüe para que los pupilos sean competitivos. ¿Ingles o mandarin? Va a estimar a los policías honestos que -con los buenos de Oscarito- son los más y los han satanizado y los maestros que, en su mayoría son buenos. Claro que si. Va a resolver el problema de la seguridad y va a hacer… justicia (aunque acababa de reclamar la falta de independencia de los poderes) sin esperar que se venga a hacer desde afuera. (¿Va a derogar el tratado de extradición?).
Desde ahora, notifico a L. Zelaya que el Ejecutivo no imparte justicia. Que el gobierno de Honduras tendrá recursos para resolver tres o cuatro problemas, no más, y que antes de inventar el bilingüismo va a tener que corregir el analfabetismo y conseguir sueldos decentes para los profesores que se ocupen de colegios que no tienen dos tercios de los estudiantes hoy. Que el problema de fondo es la ley ineficiente y contradictoria y que para resolver los problemas estructurales se ocupa cambiar la ley. Un poder publico efectivo y responsable.
Xiomara fue más humilde, como siempre, como es su estilo. No repartió culpas, insinuaciones ni acusaciones. No se presentó como victima. No se impostó de redentora. Ni siquiera reparó mayor cosa en la negativa del sistema a darnos una representación en los registros y tribunales electorales. Nos agradeció a los libres que pese a todo (sin decir pese a la intimidación de la mancha brava y de los militares aliados con ellos, pese a la falta de recursos del Partido, pese a las traiciones y las compraventas de nuestra gente, pese al cerco mediático y el boicot de la campaña, pese a nuestras propias carencias), hubiésemos acudido al llamado del Partido de nuevo y hubiésemos depositado en las urnas el doble de lo que votamos en las internas del año pasado. Y llamó a la alianza, único recurso de la oposición para detener la dictadura.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas