Asamblea Nacional: desacato, auto-disolución y golpe

Por: Luis Pino

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En ninguna parte del mundo puede haber una institución del Estado que se declare en rebelión contra los poderes constituidos, con la pretensión de erigirse en  un supra poder que se impone a la fuerza sobre el resto de la superestructura del Estado. Esto es lo que ha venido sucediendo, desde el pasado cinco de enero   (5/1/2016),  en materia Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, cuya mayoría calificada de la derecha oposicionista fue alcanzada, por primera vez, desde el triunfo de la revolución bolivariana, socialista y  chavista.

 Esta nueva mayoría parlamentaria, presidida por un señor corrupto, misógino y genocida, el día de la instalación de la AN, arrancó con un discurso en el que con  apología del delito, se planteaba como tareas: rebelión contra la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela  (CRBV), ofreciendo la restauración de la IV República, de su derogada Constitución de 1961 y su  democracia representativa; desconocimiento del resto de los poderes constituidos, que se ha perennizado en el tiempo, con insultos a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y el Consejo Nacional Electoral (CNE), además de ofensas escatológicas contra las damas que representan estos poderes,  amenazas abiertas y agavillamiento contra ellas, con total impunidad; amenaza de salir del Presidente Nicolás Maduro, como objetivo fundamental que se trazaron desde ese cinco de enero pasado, amenazas personales, boicot al gobierno legítimamente constituido, porque esta mayoría oposicionista se auto erigió en supra poder que desconoce toda institucionalidad y pretende dar un Golpe de Estado parlamentario, amparado en el apoyo e intromisión del gobierno estadounidense, presidido por Barack Husseín  Obama; desacato de toda ley y norma, además de pretender legislar contra ellas y contra el mandante y soberano, que es el Pueblo. Con estos antecedentes y violaciones flagrantes de parte de esa mayoría parlamentaria contra la CRBV y las leyes, contra los demás poderes constituidos y en desacato abierto, ahora, ante el fracaso de la activación del Referéndum Revocatorio (RR) contra el Presidente Nicolás Maduro, porque ese era el plan, como uno de los mecanismo diseñados por ellos para que no fuera posible, gracias al vulgar fraude con la recolección de firmas, y así,  convertirlo en una excusa burda para promover el caos y muerte, que a la  presente fecha, ya fueron conjurados estos actos terroristas, todo esto los ha llevado al punto inicial con el que comenzó su discurso el infortunado ex diputado fascista, Henry Ramos  Allup: destituir sin fórmula de juicio y sin fundamento alguno, al Presidente Constitucional de la República Bolivariana  de Venezuela, Nicolás Maduro  y, a partir de ese acto, arremeter con el apoyo mercenario y de los paramilitares que financia Álvaro Uribe Vélez, quien es el narcotraficante ex presidente de Colombia y autor intelectual del asesinato del joven diputado Robert Serra,  además de la incursión que viene ofreciendo el endorracista autor de la “Executive Order”, la que nunca antes han dejado de aplicarle a los gobiernos amenazados y a  sus pueblos. Ante esta circunstancia golpista y desinstitucionalizadora, no es posible que un acto de “desacato”de la mayoría parlamentaria, contra las medidas dictadas por el TSJ, se pretenda que éste se mantenga en el tiempo, de manera indefinida o corregida cuando al que desacata le convenga circunstancialmente.

Es decir, ese acto de desacato de la AN,  dada la mayoría que conforma su quórum,  significa que la AN se ha auto disuelto y no  es posible su funcionamiento e  el marco institucional y constitucional, lo que indica que ya es tiempo suficiente de tolerancia y laxitud,  como para que el TSJ declare ya, la “Autodisolución de la AN”, porque ésta no  está actuando de acuerdo con  el estado de derecho, ni corrigió o enmendó sus acciones anticonstitucionales, sino, todo lo contrario: se mantuvo de manera contumaz, en este estado de rebeldía, lo que significa la inexistencia de la AN en concordancia con la CRBV, las leyes, las instituciones y su mandante, el Pueblo venezolano, pues nadie los eligió parlamentarios, para que liquidarán la CRBV, dieran un golpe de Estado parlamentario, derrocaranal Presidente Nicolás Maduro, les quitaran las viviendas a los pobres beneficiarios de la Gran Misión Vivienda Venezuela(GMVV), eliminaran las pensiones de los viejos, privaticen la educación universitaria y limiten la educación básica y media diversificada y profesional, privaticen PDVSA y, sobre todo, para que le  entreguen a EEUU el petróleo, el coltán y los recursos  minerales e hídricos de la Amazonía venezolana.

En tal sentido,  el declarar la Autodisolución de la AN por el desacato flagrante y mantenido en el tiempo, ha de ser urgente. Pero, aún  disuelta la AN, por cuanto este concierto para delinquir fue colectivo y de una mayoría específica que compromete directamente a los diputados principales y suplentes, esto no significa que el resto de los diputados patriotasdel PSUV y los partidos del Gran Polo Patriótico (GPP),  que no han convalidado el desacato y golpe de Estado parlamentario, tengan que ser sancionados o tratados en iguales condiciones de las  de losdeclarados como exdiputados que se autodisolvieron.

En este sentido, el órgano supremo de la justicia venezolana debería, junto con la “Declaración de Autodisolución de la AN”, instruir al órgano rector electoral, es decir, al CNE, para que declare vacantes los cargos de los exdiputados autodisueltos antes de la mitad de su período y llamar a elecciones de nuevos diputados, para que continúen el período parlamentario, junto con los diputados que hasta el presente se mantienen en acato y respeto de las instituciones y de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, hecho inmediato, que debe, evidentemente, dejar establecido  en forma clara y expresa,  que los exdiputados autodisueltosno pueden participar en este proceso eleccionario, sino que deben ser pasados  a los órganos jurisdiccionales, para establecer sus respectivas responsabilidades y sanciones a las que haya lugar. Necesitamos una AN democrática y que trabaje para su mandante: el Pueblo.

  • Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas
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