Por: Tirza Viera*
Recientemente, el Gobierno de Honduras declaró emergencia nacional debido a la epidemia del Zika y sus probables consecuencias. Al mismo tiempo, se ha suscitado un debate en torno a la baja capacidad del sistema de salud pública en Honduras, correspondiente enteramente al descuido histórico por parte del bipartidismo
Este descuido lo encontramos reflejado en los indicadores de determinantes sociales como salud, morbilidad, mortalidad y acceso, los cuales nos ubican como el país con peor cobertura sanitaria en la región Centroamericana. Lo cual no es raro cuando apenas hay una asignación del 2.8% del PIB a salud, siendo la segunda más baja de del Istmo.
Frente a estos problemas el Gobierno ha respondido, como acostumbra, culpando a actores externos y con propuestas reactivas de bajo nivel técnico.
La alerta epidemiológica que se ha anunciado es resultado de un sistema de salud colapsado, sobre el cual el clima no es el único culpable. Un ejemplo es el ineficiente sistema de saneamiento, que deja sin cobertura a un 11% de las viviendas a nivel nacional, es decir, más de 193,000 hogares y más de 1,6 millones de personas aún no tienen acceso a servicios de agua, situación que se vuelve más crítica en las áreas rurales y los estratos más pobres de la población.
La falta de acceso a agua es una de las principales razones por la que en Honduras se presentan altas cifras de enfermedades vectoriales; tal es el caso de la aldea de Suyapa que, a pesar de estar en el casco urbano, no cuenta con dicho sistema de abastecimiento básico.
Una de las razones estructurales del colapso en salud es la disminución en el presupuesto a este rubro, lo cual ha repercutido directamente en el presupuesto del Hospital Escuela; dichas bajas presupuestarias han provocado déficits desde el año 2013 y que en 2016 se reporta que es de un 20%, provocando así una amenaza al alza en los cobros de los servicios brindados, dejando a miles a la deriva con sus padecimientos.
Un sistema de salud eficaz sería aquel en el cual el gobierno garantice a hombres, mujeres, niños, niñas, adolescentes y personas de la tercera edad, el acceso a información y servicios de salud dignos y de calidad, integrales y asequibles, sin discriminación; un objetivo que no es difícil de cumplir si hay voluntad política.
*Presidenta
Asociación de Estudiantes de Enfermería
Universidad Nacional Autónoma de Honduras
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas
Un comentario
Excelente articulo Tirza. Solo quisiera saber como esta respondiendo la Plataforma a esa crisis, porque entiendo que de su propia iniciativa ha organizado una campaña que no depende del gobierno. Podria ampliar sobre eso estimada.