Por: Rolando Ardón Ledezma*
Alguien debería financiar una investigación para averiguar cuál es la idiosincrasia del hondureño, nuestra forma de percibir la realidad, la mentalidad y tantas cosas que están determinando la manera en que vivimos y actuamos.
1)La frase célebre que aquí el corcho se hunde y el plomo flota, se aplica todos los días.
2) Todo está al revés porque: 1) al honrado se le cuestiona, el corrupto tiene mucho prestigio.
3) el que grita impone la razón y el mesurado es un fracasado.
4) Si quieres ser amable te consideran extraño porque lo normal es ser agresivo y hacer daño.
5) No intentes saludar a los demás porque no encontrarás respuesta ya que la norma es que todos somos extraños y no debemos interrelacionarnos.
6) Si tienes éxito por tus méritos tendrás problemas porque la envidia generará reacciones violentas por esos logros, lo” lógico” es que siendo mediocre tengas éxito.
7) Vivimos de las apariencias por lo que hay buscar a como dé lugar los medios para que los demás piensen que tenemos solvencia lo que conduce al endeudamiento o a la corrupción.
8) Al que trabaja duro y parejo se le cuestiona mientras que el haragán es protegido por otros.
9) No hay forma de acceder a un puesto por tus méritos, si no tienes un contacto que te facilite el acceso al trabajo de hecho muchos cerebros han tenido que emigrar a otros países donde los valoren.
10) Los estudiantes que muestran interés en sus estudios son una especie en extinción, la mayoría opta por el mínimo esfuerzo.
11) El ocio es nuestra principal obsession, el 98% de vida mental lo dedicamos a pensar en descansar.
12) Mientras en otros países los habitantes se llenan de orgullo al hablar de su patria, aquí nos da pereza expresar actitudes que demuestren amor por esta Honduras.
13) Desde niños nos enseñan a valorar sólo lo negativo, nos hacemos negativos desde niños y con eso nos quedamos pensando que lo positivo no existe, en el hogar nos inundan de los “no “como patrón cultural.
14) La impuntualidad es el comportamiento más característico, tanto lo adoramos que reforzamos a los impuntuales, esperando por ellos y guardándoles asiento para cuando lleguen.
15) Los lujos que aquí se observan no se ven ni en los países del primer mundo, así como también la indigencia compite con lo más desolado de algunas regiones de África. 16) En un país con tanta extensión geográfica para cultivar de todo, no se hace ,sino que se importa hasta lo más elemental y lo poco que se cultiva se negocia con los extranjeros dejando al hondureño buscando comida.
16) La palabra que antes era la herramienta para establecer negocios o convenios ya no existe, ni siquiera lo que está escrito está seguro porque ahora se cambian fácilmente los documentos.
17) La objetividad es una palabra que no existe en nuestro vocabulario ,todo lo tomamos según la política, la religión y el fútbol, si alguien está actuando bien pero no es de nuestro partido, religión o equipo de fútbol, entonces lo criticamos agriamente aunque en el fondo sabemos que sus acciones son positivas.
Y antes de seguir agregando, mejor pondero la balanza a los que todavía tenemos un perfil de cariño a la patria y a los valores humanos fundamentales.
Decía mi abuela “que no importa como anden los demás, vos siempre debés continuar por el camino recto aunque te llamen tonto”.
Creo que sería interesante tener agrupaciones de gente positiva y patriota, siempre observo como abundan las coaliciones, pero nada de asociaciones para revertir este proceso que nos hunde. Tal vez alguna organización no gubernamental quisiera trabajar sobre estos aspectos para sobrevivir a la catástrofe que se avecina.
Ser buen hondureño es ser honrado hasta en nuestros pensamientos; honesto, disciplinado, puntual, amable, patriota comprometido pero sobre todo solidario con los demás.
*Sicólogo
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas