Por: Marta Tomé
La reciente disputa del presidente y vicepresidente estadounidense con el presidente ucraniano ha provocado reacciones internacionales. También en China, donde se considera que la relación entre ellos se ha roto. Por lo que es interesante la opinión de CUI ZHENG, catedrático de política económica en la Universidad de Liaoning y experto en la política económica china. La entrevista al Dr. Cui se realizó en el canal de noticias chino en inglés CGTN y fue publicada por el Global Times, diario chino en inglés.
La divulgación de esa opinión es interesante por 2 motivos:
1.- Porque Cui Zheng obtuvo su doctorado en Relaciones Internacionales en la Universidad Estatal de Moscú, y se ha especializado en la política, economía y en la diplomacia política rusa. De donde podemos asumir que es un buen conocedor de la situación rusa.
2.- El gobierno comunista chino controla los medios de comunicación y si la opinión de ese economista fue publicada en inglés en un diario chino, pues lleva un doble componente:
a) Que esa opinión armoniza con la del gobierno chino.
b) Que el gobierno chino tiene interés de que fuese conocida en el extranjero.
La prensa alemana ha publicado la opinión de Cui, la que he traducido al español. Esto fue lo que dijo:
«La estrategia de Trump para resolver el conflicto ruso-ucraniano ha decepcionado profundamente a Ucrania y fue descrita por Zelensky como una concesión a Rusia. El enfrentamiento no sólo ha puesto de manifiesto las grandes diferencias entre Estados Unidos y Ucrania sobre la cuestión Rusia-Ucrania. También refleja la crisis de confianza en Occidente, la difícil situación de Ucrania y la profundización de los conflictos entre Europa y Estados Unidos.
Las dos negociaciones directas entre Estados Unidos y Rusia en febrero, que pasaron por alto a sus aliados europeos, provocaron profundos temores y un fuerte descontento en Europa por la pérdida de su propio dominio en materia de seguridad. Esta contradicción también salió a la luz en la disputa entre Trump y Zelensky“, afirmó Cui y continuó:
«Ucrania, que ha hecho grandes sacrificios durante tres años, está hirviendo de ira después de verse obligada a sentarse a la mesa de negociaciones para aceptar términos que son desfavorables a sus intereses fundamentales. Mientras tanto, Estados Unidos quiere obligar a Ucrania a aceptar la resolución impuesta por la administración Trump y cumplir así el objetivo de Trump de poner fin al conflicto lo antes posible».
Cada quien puede interpretar a su manera la opinión del economista y catedrático chino, pero debería tener en cuenta que:
a) Ucrania posee grandes yacimientos minerales, incluyendo las llamadas «tierras raras“, que son esos escasos minerales que tanto se necesitan para la producción de energías limpias y en la tecnología electrónica e informática. Minerales que han despertado la codicia de las super potencias. Esos Yacimientos se pueden observar en este mapa elaborado por EOM (1)
b) China se había asegurado, a nivel mundial, muchos de esos yacimientos, que la colocaban en una situación comercial estratégica. Pero la entrada al mercado de los minerales ucranianos eliminaría esa ventaja.
c) En la guerra de Ucrania, por sus propios intereses, China ha apoyado a Rusia, a tal grado que Rusia se ha colocado en una situación de dependencia con respecto a China.
d) La producción de energías renovables ya ha comenzado a reducir el consumo de petróleo y gas, en un futuro no lejano, ese consumo habrá disminuido significativamente, lo que afectará a los productores de combustibles fósiles, entre ellos a Rusia.
Los países petroleros del golfo Pérsico se han preparado para ese escenario, pero no así Rusia. Por lo que el control de los minerales ucranianos le permitiría no sólo independizarse de China, sino mantener su competitividad energética internacional.
e) Europa, que actualmente es militarmente débil, tiene muy poca influencia en la toma de decisiones sobre esos minerales ucranianos y lo único que puede hacer es aprovechar los próximos años para fortalecerse militarmente, pues de otra manera perderá toda importancia internacional. Aunque su influencia en este caso no es completamente nula. Noruega, para el caso, ha decretado suspender el suministro de combustible a los buques y a las tropas estadounidenses tras el comportamiento de Trump. Con seguridad que hay otras ayudas europeas a Estados Unidos que serán cortadas de inmediato y que por pequeñas que sean pueden afectar el funcionamiento de las tropas estadounidenses en la región.
f) Estados Unidos, como la potencia militar mundial, pretende controlar esos minerales ucranianos para detener el crecimiento de China y mantenerla en jaque.
g) Con la llegada de Trump al poder en Estados Unidos, el escenario político mundial se ha puesto patas arriba. Trump y Putin se quieren repartir Ucrania y por tanto sus reservas minerales. La prueba la tenemos en que EE UU se unió a Rusia, Nicaragua y Corea del Norte para rechazar la condena de la ONU a Rusia por la invasión a Ucrania. Algo que, hasta ahora, nadie hubiese considerado posible. China como siempre en este conflicto se abstuvo de votar.
h) Donald Trump (1946), gran admirador de Vladimir Putin (1952) y de los sistemas totalitarios, quisiera convertirse en rey de su país y poder entrar al club de los autócratas. Ben Rhodes (1977), asesor adjunto de seguridad nacional del expresidente Barack Obama lo explicó de la siguiente manera: «Trump está transformando a Estados Unidos en una oligarquía ultraderechista, autoritaria y sin valores, en línea con las autocracias del mundo».
i) Trump y Putin planean dividirse Ucrania como ya antes, por el Tratado Sykes-Picot, fue dividido el Medio Oriente. Pero la historia nos muestra que las divisiones no traen paz en los territorios divididos, sino que por el contrario hacen surgir conflictos que generan odio y desgracias que luego son difíciles de apaciguar. Como los derivados de la división de Irlanda, Polonia, Medio Oriente, Palestina, China, India, Vietnam, Corea y otros que, posiblemente, en este momento se me escapan.
j) Después de las 3 particiones de Polonia en 1772, 1793 y 1795, parte de Ucrania pasó a ser parte del Imperio ruso y Galicia oriental pasó a formar parte del Imperio Austrohúngaro. Así que los ucranianos saben lo que significa que su territorio sea dividido y conocen los sufrimientos y desgracias que eso conlleva. Es la razón por la que luchan por obtener su soberania como la ha conseguido Polonia. Sobre todo ahora que saben que bajo su suelo se haya una gran riqueza.
La pregunta a hacernos sería… ¿Conseguirán Trump y Putin su propósito?… Posiblemente no tan fácilmente porque hay una 3a potencia que hará todo lo posible para impedirlo.
George Orwell (1903-1950), el escritor político que en su novela „1984“ predijo el mundo distópico que estamos presenciando, escribió un articulo que tituló: „You and the Atomic Bomb“, si lo quiere leer completo, en este enlace lo puede hacer: https://www.orwellfoundation.com/the-orwell-foundation/orwell/essays-and-other-works/you-and-the-atom-bomb/.
Póngale atención a este pequeño párrafo de ese ensayo, pues forma parte de esas predicciones políticas que hizo Orwell a mediados del siglo XX y que estamos viendo, precisamente en estos momentos, que se están volviendo realidad:
«Cada vez resulta más evidente que la superficie de la Tierra se está dividiendo en tres grandes imperios, cada uno de ellos autónomo y aislado del mundo exterior, y cada uno de ellos gobernado, bajo un disfraz u otro, por una oligarquía autoelegida. El regateo sobre dónde se trazarán las fronteras continúa y continuará durante algunos años, y el tercero de los tres super Estados -Asia Oriental, dominado por China- es aún potencial más que real. Pero su marcha es firme y cada descubrimiento científico de los últimos años la está acelerando“.
Orwell publicó ese ensayo en 1945, y es indiscutible que ya había vislumbrado el surgimiento de China como la 3a potencia mundial y no se equivocó. Como potencia, en estos momentos el comportamiento chino es trascendental. Nos debería interesar su reacción y actuación en esta situación. Porque China no se quedará con los brazos cruzados viendo como Estados Unidos y Rusia se reparten Ucrania y le malogran sus planes.
En las relaciones políticas entre los Estados, las alianzas nacen y mueren sin que nadie las llore. Porque como lo expuso Lord Palmerston (1784-1865): «Los países no tienen ni amigos ni enemigos permanentes, sino sólo intereses permanentes“. Así que el orden mundial tendrá que ser sorteado y ensamblado nuevamente.
Trump ha roto la alianza que Estados Unidos, desde la II Guerra Mundial había mantenido con Europa y ha preferido aliarse con Rusia. Con ello le ha dado vuelta al tablero político mundial. Pero le da la oportunidad a China de recoger las piezas tiradas por Trump y tratar de utilizarlas para controlar la política mundial, que es lo que yo interpreto, que China tienen en mente, según la opinión de Cui Zheng.
Si Trump fuese un estadista o por lo menos tuviese un rastro de inteligencia y de visión humanitaria, intentaría convencer a Putin de la necesidad de negociaciones justas. Y si Putin fuese razonable las debería llevar a cabo. Con ello se evitaría el desenlace de una posible III guerra mundial. Porque de lo contrario, ambos corren el riesgo de perder mucho. Estados Unidos podía aislarse completamente, aunque parece que ese es el propósito de Trump, que ya ha sacado a su país del «Acuerdo de París“ sobre el cambio climático, de la OMS y que pretende hacerlo de la OTAN y de la ONU. Si ese aislamiento es lo mejor para Estados Unidos, en un mundo globalizado, estará por verse. Ahora bien, la Rusia posterior a la partición de Ucrania podría verse:
- Enfrentada a China y a sus potenciales nuevos aliados.
- Asolada por el terrorismo, tal vez en una escala mayor de la que los chechenos llevaron a cabo.
Pues como dice el escritor e historiador israelí Yuval Noah Harari (1976):
“El odio es la más fea de las emociones. Pero para las naciones oprimidas, el odio es un tesoro oculto. Enterrado en lo profundo del corazón, puede mantener su resistencia durante generaciones”.
Y Putin ha sembrado el odio en el pueblo ucraniano, que después de 3 años de lucha, la gran perdida de sus compatriotas y que su país quede destruido, no van a aceptar la situación. Teniendo en cuenta que los celtas, antepasados de los irlandeses, provienen de una región comprendida en la actual Ucrania, no nos sorprendería que The Irish Republican Army (IRA) tuviese un renacer en Ucrania.
(1) El Orden Mundial (EOM) es el medio de información y análisis en español sobre geopolítica y asuntos internacionales, con artículos, mapas y podcast.
