En el debate organizado por el Cohep, el precandidato Jorge Zelaya evitó responder con argumentos sólidos sobre cómo gobernaría el país y, en su lugar, acaparó la atención con un gesto simbólico: sacó una pancarta para atacar al actual gobierno en lugar de ofrecer soluciones reales. Incluso, el moderador le recordó en varias ocasiones que no estaba respondiendo a las preguntas planteadas. Un día después, Zelaya volvió a generar controversia al insinuar que, si llega a la presidencia, influiría en la cobertura de los medios de comunicación para evitar críticas y enfocarse en resaltar sus logros.
Tegucigalpa, Honduras.– Jorge Alberto Zelaya Munguía, periodista con más de cuatro décadas de trayectoria y actual diputado en el Congreso Nacional por el Partido Nacional, se promociona como un político disciplinado, asegurando no haber faltado a ninguna sesión legislativa y participando en los debates más polémicos. Sin embargo, su historial no está exento de sombras, pues enfrenta un señalamiento por corrupción, vinculado al caso Hermes, un esquema de desvío de fondos en el que habría recibido dinero público mediante supuestas pautas publicitarias de Casa Presidencial sin justificación durante el gobierno de Juan Orlando Hernández (2014-2022).
Aunque su incursión en la política es ampliamente conocida, su carrera la inició en los medios de comunicación. Egresó de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en 1996, pero desde 1983 ya trabajaba en el área de deportes de la HRN, una de las principales radioemisoras del país. En 1986, migró a Radio América, donde consolidó su presencia en el periodismo radiofónico.
Para 1999, asumió la dirección de prensa del noticiero matutino de Televicentro, cargo que mantuvo hasta 2014, cuando pasó a ocupar el mismo puesto en Azteca Honduras. Luego, entre 2017 y 2022, encabezó el departamento de prensa de VTV Honduras, consolidándose como una de las figuras más visibles del periodismo televisivo hondureño.
Su trayectoria política comenzó como diputado suplente en el Congreso Nacional entre 1994 y 2006, primero acompañando a Dagoberto Odeh y luego al fallecido Oswaldo Ramos Soto. En 2014, compitió por la alcaldía del Distrito Central, pero fue derrotado por Nasry Asfura, quedando como quinto regidor municipal en el período 2014-2018.
En las elecciones generales de 2021, fue electo diputado propietario por Francisco Morazán, obteniendo la mayor votación dentro del Partido Nacional. Desde su llegada al Congreso, ha insistido en que no ha faltado a ninguna sesión legislativa, aunque bajo la presidencia de Luis Redondo, este ha sido uno de los períodos con menos productividad legislativa.
Actualmente, lidera el movimiento Renovación y Unidad Nacionalista (RUN) en el conservador Partido Nacional y busca consolidar su liderazgo en las elecciones primarias del 9 de marzo de 2025, cuando se enfrentará nuevamente a Nasry Asfura y, por primera vez, a Ana García, exprimera dama y esposa del expresidente Juan Orlando Hernández, condenado en Estados Unidos a 45 años de prisión por narcotráfico.
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ACUSADO DE CORRUPCIÓN EN EL “CASO HERMES”
En febrero de 2021, la Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción (Uferco) presentó el “Caso Hermes”, revelando el desvío de más de 122 millones de lempiras de Casa Presidencial a través de una empresa fachada. La investigación señaló que 77 periodistas fueron beneficiados con fondos estatales destinados a gastos de publicidad sin respaldo documental. Entre los mencionados se encuentra Jorge Zelaya, quien habría recibido 1.6 millones de lempiras entre 2014 y 2017 por pagos injustificados en publicidad.
A pesar de las evidencias y del reconocimiento público de algunos implicados sobre la recepción de estos fondos, el caso sigue en la impunidad. En julio de 2022, la Corte de Apelaciones de lo Penal de Tegucigalpa confirmó el auto de formal procesamiento con medidas distintas a la prisión para siete implicados, todos funcionarios vinculados a la red de corrupción. No obstante, el tribunal determinó que los periodistas no debían ser objeto de reproche penal, alegando que su actuación se desmarcaba del origen arbitrario en la elaboración de los contratos de publicidad.
A la fecha, no se ha informado sobre la judicialización o el desenlace legal para los periodistas mencionados, a pesar de que algunos han reconocido haber recibido el dinero, como lo ha expuesto públicamente Jorge Zelaya. Ninguno de ellos ha devuelto los fondos, a pesar de que el caso está documentado como parte de un esquema de corrupción en Casa Presidencial. Para comprender cómo alguien señalado en un emblemático caso de corrupción logró convertirse en diputado del CongresoNacional y ahora aspira a la presidencia, así como conocer a fondo su visión de gobierno y las estrategias que plantea para el país, Criterio.hn intentó contactarlo en reiteradas ocasiones. Sin embargo, pese a las llamadas y mensajes enviados, no hubo respuesta de su parte, lo que impide esclarecer su postura frente a estos señalamientos y su propuesta política.
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PROPUESTAS SIN DETALLES CONCRETOS
Durante el debate de precandidatos presidenciales del Partido Nacional, organizado por el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) el pasado 18 de febrero, Jorge Zelaya presentó su plan de gobierno con afirmaciones generales, sin ofrecer mecanismos concretos para su ejecución.
En materia de empleo, prometió «involucrar al sector privado y sindicatos para garantizar el apoyo y compromiso en la generación de empleo», sin especificar qué incentivos ofrecería para atraer inversión ni cómo garantizaría que estos sectores cumplan su rol. Su discurso incluyó referencias a la juventud, afirmando que «los jóvenes no son el futuro, sino también el presente de un país”.
Respecto a la pobreza mencionó que «para construir la Honduras que tanto anhelamos, debemos invertir en educación», sin precisar fuentes de financiamiento ni reformas concretas en el sistema educativo. En lugar de proponer medidas estructurales, incluyó una cita del papa Francisco: «Jóvenes, no se dejen vencer, no pierdan nunca la alegría, no pierdan la esperanza, no pierdan la sonrisa», desviando la atención de soluciones reales a la crisis social.
En el tema de seguridad, reconoció la infiltración del crimen organizado en la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas (FF. AA.), señalando que «las mismas fuerzas de seguridad están involucradas al más alto nivel». Sin embargo, su estrategia se limitó a la profesionalización policial y la instalación de cámaras de vigilancia en barrios conflictivos.
Y, en lugar de responder con objetividad y claridad, lo que realmente llamó la atención en su intervención fue el momento en que sacó una pancarta con la frase «presidenta, no haga de Honduras un paraíso para los narcotraficantes», desviando el foco del debate. Incluso, el moderador tuvo que recordarle en varias ocasiones que no estaba respondiendo a las interrogantes planteadas.
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MANIPULAR MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Un día después del debate, en el foro Frente a Frente, Zelaya generó polémica al sugerir que, en caso de ganar las elecciones internas y posteriormente las generales en noviembre de 2025, influiría en la línea editorial de los medios de comunicación para enfocarse en resaltar los logros de su gobierno en lugar de cuestionar sus posibles arbitrariedades.
“Voy a hablar con los medios y directores. No me estén manejando solo temas negativos porque le meten a la gente el negativismo en forma permanente”, afirmó, aclarando que no pretende restringir la libertad de prensa, pero sí sugirió que los periodistas deben contribuir a la “transformación del país” con una cobertura más positiva.
También cuestionó la supuesta práctica de cobrar por entrevistas, afirmando que “los periodistas tienen un salario y no debe ser así”, sin ofrecer mayores detalles ni contextualizar su declaración.
En conclusión, más allá de un plan de gobierno carente de pilares fundamentales y soluciones concretas a los problemas del país, Jorge Zelaya—exaliado del expresidente Juan Orlando Hernández y de otros líderes del Partido Nacional, señalados por corrupción—ha sabido deslindarse de su implicación en el Caso Hermes y mantenerse en el escenario político.
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Me gusta trastear en los registros del dinero público, manipular y analizar datos para contar lo que no se sabe. Prefiero trabajar en equipo, antes que solo porque en el consenso está la clave. Aún no he llegado a donde quiero, pero volver no es opción. Ver todas las entradas