• En 2024, surgieron 204 nuevos milmillonarios en el mundo, lo cual supone un promedio de casi cuatro nuevos milmillonarios a la semana.
• En 2023, el 1% más rico del norte global extrajo 30 millones de dólares por hora del sur global, perpetuando la desigualdad a través de sistemas económicos y de gobernanza heredados del colonialismo.
• El 60 % de la riqueza conjunta de los milmillonarios es heredada, está marcada por el clientelismo o vinculada al poder monopolístico, por lo que Oxfam defiende que “la riqueza extrema de los milmillonarios es en gran parte inmerecida”.
• Oxfam urge a los Gobiernos a aumentar los impuestos a los más ricos para reducir la desigualdad, poner fin a la riqueza extrema, y acabar con la nueva aristocracia de superricos del planeta. Las antiguas potencias coloniales deben reconocer los daños que causaron en el pasado y repararlos.
Tegucigalpa. – Un nuevo informe sobre desigualdad, presentado por OXFAM titulado, “El saqueo continúa” analiza por qué la mayor parte de la riqueza de los milmillonarios no es fruto del esfuerzo, sino del saqueo: el 60 % es heredada, o bien está marcada por el clientelismo y corrupción, o vinculada al poder de monopolio.
El informe señala que en 2024, la riqueza conjunta de los milmillonarios aumentó en dos billones de dólares, triplicando el ritmo del año anterior y creando casi cuatro nuevos milmillonarios por semana. La riqueza de los diez hombres más ricos del mundo creció en promedio 100 millones de dólares diarios.
A este ritmo, podrían existir al menos cinco billonarios en una década, gracias al poder monopolístico que les da control sobre la economía. Mientras tanto, la pobreza global se ha mantenido casi sin cambios desde 1990, según el Banco Mundial. Oxfam publica hoy “El saqueo continúa: Pobreza y desigualdad extrema, la herencia del colonialismo”, con motivo de la reunión de la élite empresarial y económica del mundo en la lujosa ciudad de Davos, en Suiza, que coincide con la nueva investidura de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, con el apoyo del hombre más rico del mundo, Elon Musk.
“Una pequeña élite privilegiada tiene capturada la economía mundial a niveles hasta ahora impensables o incluso inimaginables. Tanto está creciendo la riqueza acumulada de los milmillonarios, que incluso empieza a verse como una realidad cercana que aparezcan los primeros billonarios del planeta. No sólo los milmillonarios son cada vez más y su riqueza cada vez mayor, sino que cada vez tienen más poder”, afirma el director ejecutivo de Oxfam Internacional, Amitabh Behar.
“El caso más concreto de esta especie de oligarquía de superricos es de los Estados Unidos, la primera economía del planeta, con un presidente milmillonario y el hombre más rico del mundo ―Elon Musk― que mueve los hilos.
El informe de Oxfam pretende ser un llamado de atención claro y directo sobre cómo la desproporcionada riqueza de unos pocos cambia las reglas del juego para el resto de la población mundial y el planeta”, afirma Behar.
El informe también evidencia que el 60 % de la riqueza de los milmillonarios es heredada, está marcada por el clientelismo o vinculada al poder de monopolio. Contrariamente a la opinión generalizada, su riqueza no es necesariamente el resultado de su esfuerzo. Esta riqueza inmerecida, junto al colonialismo ―entendido no sólo como una historia de brutal extracción de riqueza sino como una poderosa fuerza detrás de los actuales niveles de desigualdad extrema― se erigen como dos de los principales motores de esta acumulación de riqueza milmillonaria.
En particular, Oxfam estima que aproximadamente el 36 % de toda la riqueza actual de los milmillonarios es heredada. La revista Forbes calcula también que todos los milmillonarios menores de 30 años han heredado su riqueza, mientras que UBS estima que, en los próximos 20 a 30 años, más de 1000 de los milmillonarios que hoy en día existen podrían dejar a sus herederos y herederas más de 5,2 billones de dólares estadounidenses.
La riqueza de los superricos, especialmente en Europa, viene del legado del colonialismo histórico y de la explotación de países más pobres. Las dinámicas de extracción de la riqueza siguen vigentes: el propio sistema hace que se muevan grandes flujos de dinero del sur global hacia el norte beneficiando a la población más rica, un fenómeno al que Oxfam se refiere como “colonialismo moderno”.
• En 2023, a través del sistema financiero internacional, se habrían extraído de los países del sur global 30 millones de dólares por hora, que fueron a parar al 1 % más rico de los países del norte global como el Reino Unido, los Estados Unidos o Francia.
• Asimismo, los superricos de los países del norte global controlan el 69 % de la riqueza global, acumulan el 77 % de la riqueza conjunta de todos los milmillonarios, y un 68 % del total de milmillonarios en todo el mundo. Sin embargo, los países del norte global apenas representan el 21 % de la población mundial.
• En la institución financiera más importante del Grupo del Banco Mundial, el voto de un ciudadano o ciudadana promedio de Bélgica vale 180 veces más que el de una persona de Etiopía.
Los países de renta media y baja destinan, en promedio, cerca de la mitad de su presupuesto público a devolver los préstamos e intereses de la deuda pública contraída, normalmente con ricos acreedores privados de Nueva York y Londres, superando muy ampliamente los importes que destinan a la inversión en educación y salud de manera conjunta. Entre 1970 y 2023, los Gobiernos del sur global pagaron a sus acreedores en el norte global 3,3 billones de dólares estadounidenses tan sólo en concepto de intereses.
La historia marcada por el imperialismo, el racismo y la explotación de recursos y poblaciones ha dejado un prolongado legado de desigualdad. En América Latina, una persona del 1% más rico tarda 1,4 días en ganar lo mismo que una persona del 50% más pobre en todo el año. Existen estudios que corroboran que los salarios en el sur global son entre un 87 % y un 95 % inferiores a los del norte en empleos de la misma cualificación. A pesar de representar el 90 % de la mano de obra que mueve la economía mundial, las y los trabajadores de los países de renta media y baja solo reciben un 21 % de los ingresos globales que esta genera.
En todo el mundo, las mujeres tienden a ser quienes se ven más obligadas a desempeñar empleos informales vulnerables, especialmente el trabajo de cuidado doméstico, en comparación con los hombres. Las trabajadoras y trabajadores migrantes en los países de renta alta ganan aproximadamente un 13 % menos que los nacionales de esos países, una brecha que se eleva al 21 % en el caso de las mujeres migrantes.
“La idea de la meritocracia es un mito cuando gran parte de la riqueza proviene del saqueo histórico y contemporáneo. Los sistemas de gobernanza y las instituciones nacionales del sur global son una herencia colonial, diseñadas para la extracción de recursos, no para el desarrollo inclusivo. Los nuevos países independientes heredaron estos sistemas, y a menudo, las élites locales simplemente reemplazaron a los gobiernos coloniales, perpetuando la desigualdad.
Hoy en día, las grandes fortunas y empresas utilizan sus fortunas e influencia para mantener sus privilegios, presionando a favor de políticas a medida. El colonialismo sigue impactando la vida de las personas y comunidades y es esencial reconocer el legado del colonialismo en la pobreza y desigualdad actuales para enfrentar la historia y restaurar la dignidad de los pueblos violentados, especialmente indígenas y afrocaribeños afectados por la esclavitud.” – afirma Gloria García-Parra, directora de Oxfam en América Latina y el Caribe.
Oxfam insta a los Gobiernos a tomar medidas urgentes para reducir la desigualdad y poner fin a la concentración de riqueza extrema. Para ello, propone:
• Reducir significativamente la desigualdad. Los Gobiernos deben comprometerse a garantizar que los ingresos del 10 % más rico de la población no superen a los del 40 % más pobre tanto a nivel nacional como global. Según los datos del Banco Mundial, la reducción de la desigualdad permitiría acabar con la pobreza en el mundo tres veces más rápido. De la misma forma, los Gobiernos deben centrarse en poner fin al racismo, el sexismo y las injusticias que caracterizan la explotación económica.
• Aumentar los impuestos a los más ricos para poner fin a la riqueza extrema. El diseño del sistema fiscal internacional debería acordarse en las Naciones Unidas, a través de una convención marco sobre cooperación fiscal internacional, para lograr que tanto las grandes fortunas como las empresas más poderosas paguen realmente lo que justamente les corresponde. Es vital también acabar con el funcionamiento de los paraísos fiscales. Oxfam estima que la mitad de los milmillonarios del mundo vive en países que no aplican ningún tipo de impuesto a las herencias, donaciones o sucesiones, en el legado de su riqueza a sus descendientes directos. Es necesario gravar las herencias para acabar con la nueva aristocracia de superricos del planeta.
• Poner fin a la transferencia de riqueza del sur hacia el norte global. Es hora de cancelar la deuda pública y poner fin a la dominación de los países ricos y las grandes empresas sobre los mercados financieros y las reglas comerciales. De igual manera, es necesario acabar con los monopolios, democratizar las normas de propiedad intelectual, y regular las brechas salariales en grandes empresas y garantizar salarios dignos.
Cambiar el sistema de voto en el Banco Mundial, el FMI y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para garantizar la justa representación de los países del sur global. Las antiguas potencias coloniales también deben responsabilizarse de los profundos daños que ha causado su sistema colonial, ofrecer disculpas formales, y aplicar los mecanismos de reparación necesarios en las comunidades afectadas.
Descargar el informe aquí: El saqueo continúa: Pobreza y desigualdad extrema, la herencia del colonialismo – Oxfam LAC
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas