La figura con la que se facultará a la Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (CICIH) genera divergencias entre analistas, no obstante, coinciden en que el mecanismo anticorrupción debe ser independiente y autónomo
De igual manera, abogan por un fortalecimiento a la institucionalidad para no depender de mecanismos internacionales, ya que estos no pueden actuar de manera permanente en el país
Tegucigalpa, Honduras. -La Ley Especial para la Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (CICIH) plantea que el mecanismo sea constituido bajo la figura del querellante autónomo, sin embargo, analistas sugieren que lo ideal sería que al mecanismo anticorrupción se le faculte como querellante adhesivo o acusador privado.
La iniciativa de la diputada del oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre) e hija de la presidenta Xiomara Castro, Xiomara Hortensia Zelaya, requiere de una reforma constitucional que debe ser aprobada con el voto de 86 diputados y ser ratificada en una siguiente legislatura.
Sin embargo, la división en el Congreso Nacional y la falta de consensos representan un gran obstáculo para avanzar en la reforma constitucional necesaria para implementar el querellante autónomo. Sin los votos suficientes, cualquier intento de reforma quedaría bloqueado, lo que podría retrasar aún más la entrada en funcionamiento efectiva de la CICIH.
Lo anterior quedó demostrado durante la sesión legislativa del 24 de julio de 2024, en la que se sometió ante el pleno la iniciativa para darle rango constitucional al mecanismo anticorrupción, proyecto que también fue presentado por la diputada oficialista, Xiomara Hortensia Zelaya.
Lea: Congreso Nacional no logró los votos para elevar a rango constitucional la CICIH
Por otro lado, la figura de querellante adhesivo –proyecto presentado por la congresista del Partido Salvador de Honduras (PSH) Fátima Mena– requiere de una mayoría simple, es decir, 65 votos y no necesita ratificación en otra legislatura.
Bajo esta figura, el mecanismo internacional anticorrupción actuaría en coordinación con el Ministerio Público, complementando su labor en la persecución de las redes de corrupción.
Luis León, analista político,mencionó que la posibilidad de que la figura del querellante autónomo sea aprobada en el corto plazo es muy limitada, dado que se necesita de consensos y negociaciones entre las diferentes bancadas del Congreso Nacional.
De igual manera, dijo a Criterio.hn que “tampoco se le puede dar rango constitucional a un mecanismo que no es nuestro, ¿por qué razón? porque es un organismo internacional”. En ese sentido, sugirió que la CICIH debe funcionar como querellante adhesivo, pero esta debe trabajar en conjunto con el Ministerio Público.
Precisó que como querellante adhesivo, la CICIH, podrá seleccionar casos emblemáticos de corrupción y crimen organizado de manera conjunta con la fiscalía para su respectiva investigación y procesamiento judicial, pero también podrá promover denuncias de manera autónoma y constituirse como querellante adhesivo o acusador privado.
Lea: Presidenta Xiomara Castro entrega a la ONU el segundo borrador para instalación de la CICIH
Por su parte el abogado constitucionalista y especialista en Derechos Humanos, Joaquín Mejía, opinó que lo importante es que se garantice que el mecanismo anticorrupción sea independiente e imparcial, y cualquiera de las figuras implicaría reformas a la Constitución.
Puntualizó que “lo que hay que cumplir es lo que dice el segundo borrador que presentó el Gobierno de Honduras, en el cual se garantiza que la CICIH será autónoma e independiente”.
En ese sentido, planteó que se debe derogar el artículo 8 del decreto 4-2022, mejor conocido como Ley de Amnistía, “porque un órgano no puede ser independiente si el propio Estado que está sujeto a ese órgano que va a seleccionar sus miembros”.
Mejía, en diversas ocasiones, ha abogado por una reforma constitucional para blindar y garantizar la permanencia del mecanismo anticorrupción en el país, y no se repita lo ocurrido con la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH).
En resumen, aunque la figura del querellante autónomo podría fortalecer la lucha contra la corrupción, su viabilidad en el corto plazo es incierta debido a que requiere reformas constitucionales. La figura del querellante adhesivo se presenta como una solución más inmediata, pero la decisión final dependerá de los acuerdos que se logren en el Congreso Nacional.
