El informe refiere que 21 muertes han sido perpetradas por la Policía Militar
Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.-Treinta hondureños han muerto en el marco de la crisis post electoral en Honduras, según un nuevo informe proporcionado hoy por el Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos de Honduras (Cofadeh).
El organismo defensor de los derechos humanos detalla que los crímenes se cometieron del 30 de noviembre al 28 de diciembre y que 21 de ellos fueron perpetrados por la Policía Militar del Orden Público (PMOP), uno bajo la responsabilidad de la Policía Nacional, tres por particulares y cinco por desconocidos.
El informe detalla que 27 víctimas corresponden al sexo masculino y tres al femenino. Asimismo que 14 se registraron en el departamento de Cortés, seis en Francisco Morazán, cuatro en Yoro, tres en Atlántida, dos en Olancho y uno en Choluteca.
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En las últimas horas el gobierno hondureño negó la visita de un delegado propuesto por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, para constatar las denuncias de crímenes y uso excesivo de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad del Estado.
El gobierno alegó que la petición de Almagro era una invasión a las facultades de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Sin embargo esta instancia hizo una similar petición de enviar una misión que constate in loco la situación de los derechos humanos, pero el gobierno aún no ha respondido.
A continuación el nombre y la edad de la víctimas, el día y el lugar del suceso:
2 respuestas
Y tambien tienen el recuento de todo el vandalismo y saqueo. A mi humilde parecer los dueños de los negocios tambien lo merecen.
Si es que son equanimes?
La nota descrita es como un deja vu, este tipo de noticias no es algo nuevo, sencillamente es un patrón que desde hace décadas venimos repitiendo una y otra vez, situación que se ha visto agravada en los dos últimos golpes de Estado (2009 y el actual 2017). Este patrón se repite por la impunidad que impera en el país, puesto que se sabe hasta la saciedad que quienes disparan en nombre y representación del Estado de Honduras, en contra de población civil desarmada, cuentan con el respaldo, o la aquiciencia al menos, de toda una estructura judicial, mediatica y de corrupción que les protege y oculta, en razón de ello es que actúan.
En los sistemas democráticos y de derecho, no existe la mala suerte, no existen víctimas colaterales, existen violaciones al Derecho a la vida y frente a ello el Estado tutela e investiga a fin de sancionar a los responsables y con ello reafirmar a la sociedad que ese bien sagrado -Vida- no puede ser objeto de vulneración por ningún ciudadano. En el caso de Honduras al no ser un Estado ni democrático ni de derecho, eso sigue siendo una utopia y en tanto siga siendo así, seremos testigos de éstos actos de barbarie, que en suma representan una burla a la humanidad entera, pues son a todas luces actos de desprecio hacia la vida humana y sus titulares.