Por: Redacción CRITERIO
redaccion@criterio.hn
El ataque de Estados Unidos contra el Gobierno de Evo Morales ha sido sistemático desde su llegada al poder en Bolivia.
Estados Unidos (EE.UU.) ha sido partícipe de manera directa e indirecta, de los intentos de buscar la salida del presidente de Bolivia, Evo Morales y con ello, consolidar su poder hegemónico en América Latina, según expertos.
Desde acusar al mandatario boliviano de narcotráfico, hasta planes de magnicidio en su contra, ha formado parte de la agenda desde que Morales, anunciara su modelo de política social, en beneficio de un pueblo indígena olvidado a lo largo de los más de 30 años de democracia.

El 1 de mayo de 2006, fue el inicio de una serie de estatización de empresas, siendo la del petróleo la primera, lo que marcó la recuperación de los recursos naturales y tomó los beneficios que generaba la comercialización de estos para el pueblo, hecho que causó incomodidad al Gobierno estadounidense a lo largo de la historia, como lo sucedido con Chile o Cuba, por mencionar ejemplos.
Chantaje de la ATPDEA
En 2008, a dos años del Gobierno de Evo Morales, que se caracterizaron por nacionalizar las industrias de recursos renovables y no renovables, como el agua, la minería, el petróleo y los hidrocarburos en general, Estados Unidos bajo el mandato del republicano, George W. Bush, decidió suspender de forma indefinida a Bolivia de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de la Droga (ATPDEA por su sigla en inglés).
EE.UU. alegó entonces, que el mandatario boliviano no colaboraba en la lucha antidrogas con la nación norteamericana.
Morales calificó la acción como una “venganza política y una forma de amendrentar a otros países” por parte de la nación norteamericana, al tiempo que precisó que las hectáreas de coca se habían reducido en sus dos años de gestión en aproximadamente seis mil hectáreas, en comparación con Perú y Colombia, según datos de las Naciones Unidas.
El jefe de Estado boliviano declaró que su país estaba mejor sin esa ley dictada por el Congreso estadounidense, asimismo denunció que los norteamericanos condicionaban la política arancelaria preferencial, a cambio de la privatización de los recursos naturales.
La “Media Luna” boliviana
En agosto de 2008, se realizó un referéndum revocatorio en Bolivia, para conocer el deseo de los ciudadanos respecto a la permanencia de Evo Morales en el poder.
Un contundente 67.43 por ciento de los votantes ratificó al primer presidente indígena en el Poder Ejecutivo de Bolivia, tras meses y meses de conflicto entre clases.
La decisión del voto popular no fue suficiente argumento para cesar las hostilidades, especialmente en la región conocida como la Media Luna, integrada por los departamentos de Tarija, Santa Cruz, Beni y parte de Chuquisaca.
El 19 de agosto de ese año, se desató el paro cívico por parte de sectores de la oposición de la Media Luna, que criticaban las medidas de Morales de destinar recursos a programas sociales.
Se dio a conocer que el embajador de Estados Unidos, Phillip Goldberg, sostuvo encuentros con líderes opositores, entre ellos Rubén Costas, gobernador de Santa Cruz desde 2005, alegando que ésta se realizó para acordar la entrega de recursos para la realización de Olimpiadas Especiales pero, el Gobierno de Bolivia denunció injerencia por parte de George Bush.






