Tegucigalpa. – Hace algunos días, una comitiva del Partido Nacional, del cual resaltaron los rostros del jefe de la bancada nacionalista, Tomás Zambrano y su diputado Antonio Rivera Callejas, llegó a Washington, según ellos para entregar una denuncia que deje constancia que han sido víctimas de espionaje y persecución ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Sin embargo, esa es una de las entidades internacionales que el Partido Nacional ignoró e invisibilizó mientras estuvieron 12 años en el poder.
En el Aeropuerto de Palmerola, Zambrano señaló que el propósito de la comitiva era denunciar las acciones del gobierno en contra de la oposición política, conformada por periodistas, empresarios, iglesia y sociedad civil.
Ante una radio nacional, repitió el discurso de que en Honduras se está ejecutando un plan de gobierno del siglo XXI como Nicaragua, Venezuela y Cuba. Resaltó que, por esa razón, no se pueden quedar callados ante las “intenciones socialistas” del actual gobierno y que era preciso presentarse ante las instancias internacionales.
Sobre esas conductas contradictorias del Partido Nacional, en este caso, de esta comitiva, el doctor en derechos humanos, Joaquín Mejía, manifestó a Criterio.hn que, es cierto, todo mundo tiene derecho a presentar peticiones ante la CIDH, siendo un asunto vinculado a que Honduras ratificó la Comisión Interamericana sobre Derechos Humanos y, en virtud del artículo 44 de ese tratado, cualquier persona o grupo puede presentar denuncias.
Lea también: Muta moralidad del Partido Nacional, medios corporativos y grupos de poder
Aunque en lo personal, Mejía expresó: “Creo que estos señores deberían asesorarse mejor, porque no sirve de nada ir a Washington, nadie los va a recibir, porque todos los procesos ante la CIDH son en línea, hay un formato en un portal de peticiones en su página, en la cual directamente se sube la denuncia, entonces, o lo hicieron por ignorancia o quisieron ir a pasear con el dinero tal vez del Partido Nacional”.
Parte del trabajo de la Comisión Interamericana es acercar el sistema interamericano a las personas del continente, lo cual implica que no sea necesario tener un gasto tan alto en hoteles y pasajes para poder presentar una denuncia.
El especialista en derechos humanos, expresó que habría que revisar qué tipo de denuncia presentó la comitiva nacionalista, pues existen dos tipos: la de medidas cautelares y la de petición individual.
En ese sentido, apuntó que, si se trata de una petición individual, significaría que primero agotaron los recursos internos, pero hasta donde se sabe, no han realizado ese proceso, siendo una denuncia que no prosperaría.
En caso de ser una medida cautelar, tendrían que demostrar con hechos concretos respecto a que existe una situación grave y urgente, lo cual requeriría que la Comisión Interamericana ordene medidas de protección.
Lea también: Tomás Zambrano, el nuevo líder del PN que trata de desvincularse de la narcodictadura
ALHARACA DE CONVENIENCIA POLÍTICA
Por otro lado, de acuerdo al análisis que el abogado y notario Rodil Rivera Rodil, compartió con Criterio.hn, en efecto, el grupo de nacionalistas acudió a un ente al que desconocían y restaban legitimidad.
Además, coincide con Mejía que, se presentaron a la CIDH sin recurrir al procedimiento establecido. Es decir, es incorrecto violentar los procedimientos y acudir a una instancia o tribunal sin haber agotado previamente los recursos ordinarios que ofrece su país.
Primeramente, Rivera explicó que en Honduras hay jerarquías indispensables para esos procedimientos, por ejemplo, antes de acudir a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) se debe presentar a los Tribunales.
Por otro lado, intuyó que las acciones de esa comitiva nacionalista son de carácter meramente político, recordando que son un equipo que perteneció a la línea de Juan Orlando Hernández Alvarado (2014-2021), el expresidente extraditado por delitos de narcotráfico como lo expresa la Corte del Distrito Sur de New York.
“Desde luego ellos, deben tener aprehensión o temor de que eventualmente puedan ser mencionados en actos de corrupción o de cualquier otra índole relacionada con el gobierno de Juan Orlando Hernández y, de hecho, han sido objeto de acusaciones por parte del Ministerio Público, en fin, ahí existe una preocupación justificada”, razonó el togado.
Por el solo hecho de ser parte del continuismo del “juanorlandismo” que ha quedado en la dirigencia del Partido Nacional, para ese grupo mantenerse en la dirección del partido es evidentemente muy importante.
Lea también: Amenazan a muerte a testigos en el caso de corrupción de la Uferco contra diputados del Partido Nacional
Otro asunto a tomar en cuenta es que, dentro de dos meses iniciaría el juicio contra Juan Orlando Hernández, lo cual directamente afecta al Partido Nacional, pues no han podido emprender las acciones que se supone empezaron cuando nombraron una comisión de reingeniería para la reorganización del partido.
Lo anterior, lo hacen todos los partidos del mundo cuando han sufrido una debacle electoral como la experimentada por los nacionalistas el 28 de noviembre de 2021.
Normalmente después de esas derrotas tan contundentes “los partidos se reorganizan, sus principales dirigentes renuncian para dar oportunidad a los nuevos miembros, con más razón en el caso de Honduras, donde el máximo líder que tenía el Partido Nacional está en una cárcel de Estados Unidos”, dijo Rivera.
Lea también: Medios, empresarios, religiosos y ONG son columnas que sostuvieron estructura de JOH: Joaquín Mejía
No obstante, los rostros de los dirigentes nacionalistas siguen siendo los mismos, no ha habido ninguna profunda reestructuración, pese a que una exorbitante parte de sus bases está inconforme con los resultados de esos líderes, quienes muestran renuencia a abandonar sus cargos de poder dentro del partido.
En conclusión, sobre todo si se trata del Partido Nacional, sería una mera alharaca de conveniencia política, sostener en Washington que sufren amenazas y violaciones a sus derechos.
